nº 1.017 - 24 de abril de 2025
Propiedad industrial e intelectual: un escudo legal para el emprendimiento
Adriana Peñaranda Urbina. Abogada del despacho H&A COLOMBIA
La propiedad industrial e intelectual consiste en un conjunto de derechos que otorga y protege el Estado para reconocer el esfuerzo que ha invertido una persona o empresa para dar lugar a creaciones basadas en el intelecto humano
Emprender protegiendo la propiedad intelectual es hacerlo con proyección y estrategia
En vísperas del Día Mundial del Emprendimiento surgen preguntas que, a primera vista, parecieran estar resueltas, pero que, en la práctica, continúan resonando en el ecosistema emprendedor: ¿existe relación entre la propiedad intelectual y el emprendimiento? ¿qué mecanismos de protección de la propiedad intelectual son aplicables a nuevas empresas? ¿para qué sirve a una compañía que inicia su actividad proteger su propiedad industrial e intelectual?
La historia de los emprendimientos no solo se cuenta con palabras, también se transmite con marcas, inventos, mejoras de productos ya existentes, desarrollo de software y apps, diseños industriales novedosos, fotografías, vídeos y, en general, con creaciones que son fruto del razonamiento humano.
La propiedad industrial e intelectual consiste en un conjunto de derechos que otorga y protege el Estado para reconocer el esfuerzo que ha invertido una persona o empresa para dar lugar a creaciones basadas en el intelecto humano. Existe, por ello, una relación entre la propiedad industrial e intelectual y el emprendimiento, en donde se da vida a nuevos productos, servicios, procedimientos, etc., con una propuesta de valor diferente, y los cuales buscan satisfacer necesidades o resolver problemas detectados.
¿Cómo puede un emprendedor proteger las creaciones intelectuales?
La propiedad industrial e intelectual dispone de distintos mecanismos que permiten, una vez identificadas las creaciones resultado de la mente humana, protegerlas, controlar cómo se usan y aprovecharlas económicamente.
A continuación, se proporcionan ejemplos sobre distintos mecanismos de propiedad intelectual que actúan como una herramienta estratégica en el emprendimiento y que ayudan a sacar el máximo provecho a las creaciones intelectuales:
Marcas: son signos que permiten a los consumidores distinguir, reconocer y diferenciar en el mercado los productos o servicios de un negocio frente a los de otro. Para un emprendedor, esto es clave, ya que una marca bien posicionada puede llegar a valer incluso más que las instalaciones, maquinaria o equipos utilizados para fabricar los productos o prestar los servicios que vende. Al registrar sus marcas, los emprendimientos protegen la identidad de su negocio y evitan que otras personas o empresas se aprovechen del reconocimiento que han construido a través del nombre de su empresa, los logos o demás signos con los que los identifican sus clientes.
Por ejemplo, cuando los fundadores de Nike lanzaron en sus inicios su producto estrella, es decir, las zapatillas para correr, tal vez no sospecharon que, con el pasar del tiempo, la marca NIKE y su famoso «swoosh» (su característico logo) se convertirían en su activo más valioso y reconocido a nivel mundial.
Esto mismo se extiende al mundo del emprendimiento, siendo por ello tan importante la protección de las marcas.
Patentes de Invención: reconocen el trabajo, el tiempo y el dinero que un emprendedor o inventor invierte para resolver un problema técnico que detectó. Quien obtiene una patente tiene el derecho exclusivo de usar y explotar su invención durante 20 años, contados desde la fecha en que presentó la solicitud de patente, o de autorizar a otros a usarla, a cambio, por ejemplo, de un pago. Por eso, las patentes son una herramienta clave para proteger la innovación y asegurar el retorno de la inversión por el desarrollo de nuevos productos, procesos, equipos o tecnologías.
Para que una invención sea patentable, debe cumplir tres requisitos: (i) Ser novedosa: no debe haberse divulgado antes; (ii) Tener un nivel inventivo: no puede ser una solución obvia para una persona versada en el campo específico de la invención; (iii) Poder aplicarse en la industria: que se pueda fabricar o usar en un sector productivo.
Las patentes nos acompañan todo el tiempo, siendo un motor de la innovación que facilita la vida diaria. Las patentes están presentes hasta en las lagunas, siendo tal el caso de Crystal Lagoons, Compañía que nació del sueño de Fernando Fischmann, un emprendedor que se atrevió a desafiar lo imposible: crear lagunas cristalinas en lugares donde era impensable nadar, bien fuera por condiciones climáticas o naturales. Con esfuerzo, ingenio y varias patentes en mano, convirtió su idea en una tecnología usada actualmente en todo el mundo.
Modelos de Utilidad: Es un derecho que el Estado le concede al inventor como reconocimiento a su esfuerzo, por crear una mejora en la forma o funcionamiento de un artefacto, objeto, herramienta o dispositivo, o parte de estos, que lo hace más útil, práctico o eficiente.
Los modelos de utilidad también forman parte de nuestro día a día. Por poner un ejemplo, Pedro Cadena Mantilla, diseñador industrial y emprendedor colombiano, obtuvo, en el año 2021 en Colombia, la protección de un «Dispositivo para portar artículos en vehículos tales como bicicletas, motocicletas, patinetas o similares». Esta solución, permite sujetar una mochila al frente una bicicleta, de forma segura y sin complicaciones, por lo que resulta ideal para moverse con libertad y sin cargas en la espalda.
Diseños Industriales: protegen la apariencia externa particular bidimensional o tridimensional de un producto. Esta apariencia externa puede ser la de muebles, vehículos, empaques, envases o botellas, juguetes, calzado, vestuario, entre otros.
Por ejemplo, en febrero de 2025 fue concedido a la sociedad CODE DESIGN STUDIO LTDA., en Colombia, el registro del diseño industrial titulado «Escritorio», protegiendo su apariencia estética.
Derecho de Autor: protege todas las obras originales de tipo artístico, literario y científico. Esto incluye libros, folletos, canciones, pinturas, esculturas, fotos, programas de ordenador, entre otras. El registro de las obras sirve para dar publicidad a los derechos de autor, brindar seguridad jurídica y sobre la autenticidad de las obras y, además, funciona como una prueba válida para proteger los derechos.
A su vez, permite a los emprendedores proteger, por ejemplo, una pista musical de fondo para los reels de una marca de ropa, una guía descargable creada en torno a la alimentación saludable e ilustraciones personalizadas usadas por una tienda en línea para promocionar sus productos de cuidado de la piel.
¿Para qué sirve proteger los activos de propiedad industrial e intelectual de un emprendimiento?
Proteger legalmente las creaciones intelectuales se puede equiparar a construir una casa, cuyas escrituras están a nuestro nombre: no solo podemos vivir tranquilos allí, sino que también tenemos las bases legales para defenderla, organizarla, reformarla y que sea reconocida como nuestra.
Construir una cultura emprendedora que reconozca y respete los activos intelectuales permitirá que el nombre de una compañía sea mencionado, cuando llegue el momento de los reconocimientos y, de igual forma, le servirá para respaldar y resguardar los resultados obtenidos. En otras palabras, la gestión adecuada de la propiedad intelectual es un escudo legal para proteger, explotar y generar las reglas de uso claras y legales en torno a una determinada creación del intelecto humano.
Emprender implica tomar decisiones a diario para construir un negocio único y valioso. Cada nombre que se elige, cada diseño que se crea, cada contenido o producto o servicio que es desarrollado forma parte del ADN y de la propuesta de valor de la nueva compañía.
Emprender protegiendo la propiedad intelectual es hacerlo con proyección y estrategia.
La propiedad industrial e intelectual es una herramienta estratégica que le permite a los emprendedores destacarse frente a la competencia, monetizar sus creaciones intelectuales a través de licencias, franquicias o transferencias, blindarlos frente a infracciones de terceros, respetar los derechos de otras personas y empresas, y proyectarte como un negocio serio ante inversores que valoran no solo la innovación sino también la exclusividad para la explotación de los activos intangibles. ■