nº 1.020 - 31 de julio de 2025
Ministerio de Trabajo y Economía Social
La nueva estrategia de empleo plantea un nuevo horizonte para la inserción laboral
El BOE del pasado 16 de julio publicó el Real Decreto 633/2025, de 15 de julio, por el que se aprueba la Estrategia Española de Apoyo Activo al Empleo 2025-2028, que recibió un día antes el visto bueno del Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Tal y como argumentaba el Ejecutivo, si la anterior estrategia 2021-2024 priorizaba las reformas normativas, «esta nueva norma avanza para asegurar el ejercicio de los derechos de usuarios y usuarias, tanto personas como empresas e incorpora la evaluación de la estrategia precedente, con resultados positivos en inserción laboral, especialmente cuando se combinan servicios como tutorías y formación, y con colectivos con resultados en progreso como las personas jóvenes y paradas de larga duración».
La nueva Estrategia se asienta sobre la reforma del marco normativo de la política de empleo que se ha llevado a cabo estos últimos tres años. En primer lugar, la Ley 3/2023, de 28 de febrero, reguló los servicios garantizados, directamente ligados a la mejora e innovación de la política de empleo, y desarrolló los elementos inspiradores centrados en su enfoque en favor de las personas y de las empresas, mediante el acompañamiento profesional a lo largo de toda la vida laboral para las personas trabajadoras y para las empresas, particularmente las pequeñas y medianas.
En segundo lugar, la aprobación del Real Decreto 438/2024, de 30 de abril, por el que se desarrollan la Cartera Común de Servicios del Sistema Nacional de Empleo y los servicios garantizados establecidos en la Ley 3/2023, de 28 de febrero, de Empleo, en concreto, en su título IV, tanto los dirigidos a las personas como a las empresas, sirvió para consolidar con carácter general todos los aspectos esenciales de la mejora de las políticas activas de empleo.
8 objetivos estratégicos y 7 ejes operativos
En concreto, se han formulado ocho objetivos estratégicos como son:
1. Promover la implementación de los servicios garantizados a las personas.
2. Proporcionar actuaciones y programas adaptados a colectivos clave.
3. Situar a los servicios públicos de empleo como agentes de intermediación de referencia.
4. Promover el acompañamiento integral a las empresas.
5. Incrementar las capacidades de los servicios públicos de empleo.
6. Promover la participación con las entidades colaboradoras de los servicios públicos de empleo.
7. Incrementar el alcance y la relevancia de la igualdad entre mujeres y hombres en el marco normativo y programático de las políticas activas de empleo y en los programas y servicios comunes y propios.
8. Por último, contribuir a la eliminación de las desigualdades en el empleo y de la segregación ocupacional e institucionalizar la evaluación y mejorar la planificación y los instrumentos en las políticas de empleo, facilitando el análisis del mercado de trabajo con sistemas de recogida, valoración y difusión de la información y sus resultados.
La estrategia recoge siete ejes operativos: orientación, formación, oportunidades de empleo, oportunidades para personas con discapacidad, igualdad de oportunidades, emprendimiento y mejora del marco institucional en los que se avanza hacia seis metas generales:
1. Mejora de la empleabilidad.
2. Mejora de la intermediación
3. Aumento de la cobertura en la atención a perceptores de prestaciones.
4. Consolidación y mejora de la calidad de las redes de orientación profesional.
5. Incremento de la participación en la formación.
6. Impulso y sistematización de la atención a las empresas.
Atención específica
La nueva Estrategia incluye atención prioritaria a jóvenes, parados de larga duración, personas con discapacidad, personas cuidadoras de enfermos de ELA, personas migrantes y población gitana.
Se incorpora mayor fortaleza en innovación tecnológica que potenciarán la calidad y cantidad del trabajo, como la herramienta especialmente en el ámbito del perfilado de servicios, en la detección de necesidades formativas y en el intercambio de información y coordinación con distintas instituciones y bases de datos.
El texto también plantea una estrategia global para desempleados de larga duración y mayores, un Plan de Empleo Juvenil y un Plan de Empleo para el Pueblo Gitano y, además, con perspectiva de género como principio general, también incluye un Plan Estratégico de Transversalización de la Igualdad.
En cuanto a territorios, se incluyen medidas específicas para Ceuta y Melilla.
Evaluación continua
La evaluación de la Estrategia Española de Apoyo Activo al Empleo se realizará anual, bienal y cuatrienalmente:
Tras la conclusión de cada Plan anual para el Fomento del Empleo Digno, se evaluará el cumplimiento de los objetivos clave, estratégicos y estructurales recogidos en cada plan.
A los dos años de iniciada la Estrategia, se realizará una evaluación intermedia con la finalidad de mejorar el desarrollo de la Estrategia vigente en su etapa final.
Al tercer año se realizará una evaluación ex ante de la próxima Estrategia de Empleo, incorporando las lecciones aprendidas de los procesos evaluativos llevados a cabo, y un diagnóstico del contexto normativo y del mercado laboral vigentes.
Como parte de la evaluación del cumplimiento de los objetivos de la Estrategia Española de Apoyo Activo al Empleo y de los Planes anuales que la componen, se elaborará un cuadro de mando desagregado desglosado por comunidad autónoma.
En dicho cuadro de mando se propone incluir y evaluar los siguientes indicadores principales:
1. Mejora de la empleabilidad de las personas atendidas en un 10%. Durante la evaluación de la Estrategia Española de Apoyo Activo al Empleo anterior, se ha observado que existen patrones de atención que mejoran los resultados en cuanto a inserción en el mercado laboral de las personas atendidas frente a las personas que únicamente reciben un servicio de elaboración de un perfil individualizado. El impacto se determina mediante el análisis de datos desde seis meses antes de la actuación de los servicios de empleo y los seis meses posteriores identificando grupos de tratamiento y de control de composición sociodemográfica similar para que permitan una comparativa homogénea.
2. Intermediación.
Se establecen indicadores de evolución continua de la inserción laboral que se calcularán cada tres meses.
3. Esfuerzo en la mejora del nivel asistencial.
Refuerzo de la garantía de acceso al itinerario personalizado para las personas perceptoras de subsidios.
4. Consolidación de las redes de orientación y prospección.
Se proponen 3 indicadores que serán evaluados de manera conjunta:
– Ratio de demandantes por personal orientador y prospector.
– Escala de personal orientador o prospector establecida.
– Porcentaje de personas orientadoras y prospectoras con contrato indefinido o posición consolidada sobre el total de personas orientadoras y prospectoras.
Para poder hacer seguimiento de estos indicadores, se deberá poner en marcha un Registro de personal orientador y prospector en el que se pueda conocer a qué personas demandantes atienden, así como características contractuales de cada persona orientadora y prospectora.
5. Seguimiento de la formación.
Se definirá un indicador para realizar el seguimiento y medir el impacto de los programas públicos mixtos de empleo-formación, y de la formación con compromiso de contratación. En este indicador tendrá especial relevancia el dato de las personas que obtienen un empleo y lo mantienen como resultado de la participación en esas acciones y programas.
Además, se definirán también indicadores que permitan mostrar el grado de adecuación de las acciones formativas a las necesidades de formación detectadas en el mercado laboral.
6. Seguimiento presupuestario.
El indicador mensual acumulado, ha de establecer el porcentaje de ejecución presupuestaria realizado: fondos comprometidos sobre el total de fondos asignados para cada anualidad. ■