nº 1.021 - 25 de septiembre de 2025
Seguros de W&I: ‘lost in translation’
Jorge Etreros
Asociado Sénior de Herbert Smith Freehills Kramer
La redacción en inglés de pólizas sometidas a legislación española puede ser fuente de conflicto en el caso de siniestro
Ajustar el producto y las expectativas de los aseguradores al mercado, norma y jurisprudencia española, reduce eventuales incertidumbres interpretativas
En España, las pólizas de seguro de manifestaciones y garantías, conocidos más comúnmente como W&I, no se han adaptado especialmente al contexto legal español. Concebidos desde un punto de vista de normativa inglesa, sus cláusulas generan en ocasiones conflictos a la hora de determinar la cobertura de un siniestro en derecho español.
Mediante las pólizas de seguro de W&I, las entidades aseguradoras cubren las operaciones de M&A. Específicamente, garantizan el incumplimiento de las declaraciones y garantías (W&I) otorgadas por el vendedor frente al comprador en el contrato de compraventa correspondiente.
Como la mayoría de los seguros, este producto tiene su origen en el famosísimo mercado Lloyds del Reino Unido. Debido a su especialización, así como por su «juventud» e «inmadurez», se sigue suscribiendo desde el Reino Unido, aunque legalmente se canalice a través de las respectivas filiales en la Unión Europea. De esta forma, aunque las pólizas estén sometidas a legislación española, están redactadas en su mayoría en inglés, presentan una estructura típicamente anglosajona (al igual que la mayor parte de los seguros de D&O) e incorporan numerosas cláusulas copiadas directamente de las pólizas sometidas a legislación inglesa.
Importancia de la traducción y de la redacción
Debemos partir de la base de que en muchos casos las pólizas de W&I tendrán la consideración de gran riesgo, ya que los tomadores cumplirán con los requisitos previstos en el artículo 11 c) de la Ley 20/2015, de 14 de julio, de Ordenación, Supervisión y Solvencia de las Entidades Aseguradoras y Reaseguradoras. Esta consideración implica que la póliza se someterá a su condicionado y solo de forma supletoria, en lo no regulado por la Póliza, a la Ley 50/1980, de 8 de octubre, de Contrato de Seguro (LCS)). Esto es especialmente relevante dado la LCS protege especialmente a los asegurados, incluyendo por ejemplo requisitos que se deben cumplir al redactar pólizas que no se aplican en el derecho inglés.
Esta consideración de gran riesgo valida legalmente en muchos casos el «copia y pega» de las cláusulas anglosajonas. Sin embargo, no todas las pólizas de W&I tienen la consideración de gran riesgo, por lo que no serían válidas ciertas cláusulas comunes en el mercado inglés. Por ejemplo, un rechazo de cobertura basado en la notificación de un siniestro fuera del plazo estipulado en la póliza no sería válido.
Otro aspecto para tener en cuenta es que las pólizas estén redactadas en inglés y no en castellano aun cuando estén sometidas a legislación española, genera en algunos casos ambigüedades que no benefician ni a una ni a otra parte. Por ejemplo, dado que en el derecho inglés no existe una obligación general en los contratos de actuar de buena fe, se suelen incluir en cláusulas que imponen cumplimiento de obligaciones al asegurado términos como «best endeavour» («mejores esfuerzos»), «reasonable endeavours» («esfuerzos razonables») o «all reasonable andeavors» («todos los esfuerzos razonables») que gradúan el nivel de cumplimiento.
El Código Civil español establece que los contratos se rigen no solo por sus términos sino también por las consecuencias que se derivan del principio de buena fe. No hay niveles de cumplimiento de obligaciones (mejor, razonable, todo lo razonable..., etc.). Por lo tanto, dado que la jurisprudencia española carece de un concepto específico equivalente a «mejores esfuerzos», «esfuerzos razonables» o «todos los esfuerzos razonables», se podría dar la situación de que un asegurador no pueda ejecutar una cláusula de la póliza de la forma deseada precisamente por la falta de homogeneidad de los términos utilizados; situación que se evitaría incluyendo términos en castellano que se ajusten a lo esperado por el asegurador.
Distinta interpretación de la póliza en su conjunto
Este tipo de pólizas se diseñan siguiendo un modelo anglosajón, en el que no encontramos la clásica estructura de condiciones particulares, especiales y generales habitual en el mercado español, lo que puede incidir en la prevalencia que unas condiciones tienen sobre otras.
Este aspecto cobra especial relevancia a raíz de una reciente sentencia dictada por un juzgado inglés, en la que se examinó si existía una contradicción entre el cuadro de garantías cubiertas (lo que sería equivalente a unas condiciones particulares) y las exclusiones de la póliza (que normalmente son condiciones generales o especiales). En concreto, si una exclusión podía vaciar de cobertura una garantía cubierta bajo la Póliza.
Bajo la legislación inglesa, todas las secciones de una póliza de seguro se tratan como si tuvieran la misma importancia al determinar qué cláusula prevalece, por lo que el juzgado inglés concluyó que la exclusión era aplicable y, por tanto, que el siniestro carecía de cobertura.
Sin embargo, bajo la legislación española, en caso de contradicción entre las condiciones particulares y las condiciones generales, las primeras prevalecerían. Hemos de recordar que, dado que la mayoría de las pólizas de W&I están sujetas a arbitraje en caso de disputa, hay un vacío de jurisprudencia de los tribunales españoles que ayuden a interpretar este tipo de pólizas. Sin embargo, la jurisprudencia que analiza otros seguros similares lleva a pensar que un juzgado español concluiría que una exclusión no puede contradecir una garantía de la póliza, debiendo, por tanto, estar cubierto el siniestro.
En conclusión, aunque las pólizas de W&I se regulan por la legislación local, mantienen un alma anglosajona que puede generar conflictos entre tomadores y aseguradores en caso de siniestro. No se trata de determinar qué posición es correcta, sino más bien de ajustar el producto y las expectativas de los aseguradores al mercado, norma y jurisprudencia española. Este ejercicio reduciría la incertidumbre que se da en ocasiones a la hora de interpretar una póliza de W&I para determinar si existe cobertura de un siniestro. ■