Servicios profesionales
En la actualidad hay un 10 % menos de despachos unipersonales que hace seis años
El sector de los servicios jurídicos ha logrado superar con éxito los desafíos económicos impuestos por la pandemia, consolidándose como un motor crucial dentro de los servicios profesionales en España. La facturación del sector alcanzó los 14.193 millones de euros en 2023, marcando un crecimiento superior al 30 % respecto a 2018 y un incremento del 21 % comparado con la etapa previa a la crisis sanitaria en 2019.
Según el estudio de la Unidad de Datos de la Abogacía Española, se está viendo una reconfiguración gradual dentro del mapa de la abogacía: aunque los despachos unipersonales han disminuido casi un 10 % en los últimos seis años, los bufetes con entre 10 y 19 profesionales han duplicado su cantidad, pasando de 1.135 a 2,289. Además, los despachos medianos, con plantillas de entre 50 y 249 trabajadores, han crecido significativamente. Actualmente hay 99 de estas firmas en comparación con 69 en 2018, consolidando un proceso de concentración que potencia la competitividad del sector.
No obstante, los despachos unipersonales continúan manteniendo el 24 % de la facturación del sector, y aquellos con menos de 10 personas, incluidos los unipersonales, generaron la mitad de todos los ingresos en 2023.
La ocupación se ha mantenido estable, con cerca de 168.000 profesionales en el sector. Sin embargo, la productividad es donde se ha visto una gran diferencia. Cada abogado genera ahora un promedio de 54.452 euros al año, un incremento del 35 % desde 2018, lo que indica que el crecimiento económico ha ocurrido sin un aumento significativo en el número de empleados.
Durante la presentación de estos resultados, Salvador González, presidente del Consejo General de la Abogacía Española, destacó que el estudio muestra cómo la profesión ha no solo soportado la crisis del Covid, sino que ha salido fortalecida. «La abogacía española ha demostrado una capacidad de adaptación extraordinaria. La concentración de recursos, aprovechamiento de las nuevas tecnologías y colaboración entre profesionales han sido fundamentales para este crecimiento que mantiene el modelo español, donde la mitad del negocio proviene de despachos pequeños,» comentó.
González también enfatizó la relevancia de la inversión tecnológica de los últimos años, que se intensificó durante la pandemia, y el impacto que esta continuará teniendo. Mencionó el amplio Plan de Competencias Digitales impulsado por la Abogacía, financiadopor la Unión Europea, para seguir formando gratuitamente a los profesionales del derecho.
Para el futuro, se anticipa un aumento en la demanda de servicios legales debido a la creciente complejidad social y económica. Mientras tanto, los procesos de concentración de despachos continuarán lentamente, aunque los despachos unipersonales siguen siendo los actores más numerosos del sector. ■