Los servicios de ‘operate legal’: un nuevo enfoque hacia la innovación en el sector jurídico
Javier del Pozo Fernández
Manager de Legal Operate en Deloitte
El éxito de estos servicios pasa por contar con profesionales altamente capacitados en la gestión masiva de expedientes y abogados especializados en las áreas del derecho que resulten de aplicación en cada caso
En los últimos meses se ha trabajado intensamente para dar un nuevo enfoque a la forma en que se prestan los servicios de ‘operate legal’, con el objetivo de aportar un mayor valor a los clientes mediante una mejora en la eficiencia operativa
En el contexto jurídico actual, todavía hay ciertos sectores, especialmente los más tradicionales, que encuentran dificultades para identificar tareas legales susceptibles de externalización. Aunque hoy en día existen numerosos ejemplos donde la externalización de servicios legales ha logrado resultados significativos, es importante conocer sus funcionalidades específicas.
Por ello, resulta fundamental detenerse a reflexionar sobre sus objetivos y alcance.
Objetivos y alcance de la externalización de servicios legales
Los objetivos que buscan las empresas o los departamentos jurídicos, a la hora de externalizar tareas legales, consisten en reducir costes, mejorar su eficiencia operativa –al liberar recursos propios para otro tipo de funciones más estratégicas–, asegurar el cumplimiento de plazos y mitigar riesgos legales.
En este contexto, encontramos una amplia gama de servicios que ya se han puesto en práctica como, por ejemplo, la automatización, simplificación y adaptación de contratos, la gestión documental, la tramitación de reclamaciones masivas, el secretariado de sociedades, así como el apoyo y control en litigios y el seguimiento normativo. Sin embargo, conviene recordar que cualquier gestión que requiera, por un lado, el manejo de un gran volumen de expedientes o que conlleve funciones estandarizadas o estandarizables y, por otro, la necesidad de conocimientos legales especializados es susceptible de ser externalizada.
El éxito de la externalización pasa por contar con profesionales altamente capacitados en la gestión masiva de expedientes y abogados especializados en las áreas del derecho que resulten de aplicación en cada caso. Además, la incorporación de tecnología se presenta como una palanca fundamental para lograr la eficiencia esperada. Mediante un enfoque multidisciplinar que permita coordinar a los mejores expertos se puede asegurar el éxito en su aplicación.
La externalización de servicios legales en España
Aunque parezca relativamente reciente, la externalización de los servicios legales, como práctica legal, cuenta con casi una década de desarrollo en nuestro país. En estos años se han creado y aplicado con éxito propuestas que integran tecnología, análisis de datos y enfoque multidisciplinar. El avance tecnológico, la automatización, la transformación de procesos y la creciente demanda de soluciones flexibles han facilitado su expansión y aplicación práctica.
Tanto los grandes despachos nacionales como las firmas internacionales cuentan ya con departamentos especializados en la externalización de servicios legales. Asimismo, conviene recordar que, aproximadamente a partir de 2020, irrumpieron en nuestro país despachos denominados ALSP (Alternative Legal Service Providers), dedicados exclusivamente a la externalización de servicios legales.
El ‘operate legal’: una nueva vuelta de tuerca
En los últimos meses se ha trabajado intensamente para dar un nuevo enfoque a la forma en que se prestan los servicios de operate legal, con el objetivo de aportar un mayor valor a los clientes mediante una mejora en la eficiencia operativa. Para ello, se han optimizado las metodologías de trabajo y se han incorporado tecnologías que facilitan el control y seguimiento de plazos y objetivos, fortaleciendo además la gestión de datos para lograr una mayor precisión en los reportes. Todo este esfuerzo se centra en transformar los servicios legales operativos, incrementar la eficiencia, reducir costes, ampliar la flexibilidad en la asignación de recursos y mejorar la mitigación de riesgos operativos y legales.
Su aplicación práctica se extiende también a otros ámbitos (como fiscal, financiero, tecnología, etc.) y es común a todas las jurisdicciones, lo que permite que se puedan prestar servicios desde un enfoque multidisciplinar y a nivel internacional.
Como resultado, el operate legal se ha convertido en una práctica disruptiva frente a los servicios legales tradicionales y plenamente consolidada dentro del ejercicio del derecho. Sin duda, el avance de la tecnología, la inteligencia artificial y la creciente necesidad de optimizar y agilizar procesos, permitirán seguir mejorando los servicios de operate legal y seguir incrementando el valor aportado a los clientes a través de ellos. ■