Moda y propiedad industrial: las marcas como activos estratégicos del sector
Eva Mateos
Abogada del departamento de marcas. H&A Abogados
La moda española refuerza la marca país y consolida a España como referente internacional del sector
En la industria de la moda, las marcas no son meros identificadores comerciales: son activos estratégicos protegidos por el derecho de la propiedad industrial e intelectual
La industria textil y de la moda ocupa un lugar destacado entre los sectores económicos españoles. En datos del 2024, su aportación al PIB igualó su máximo histórico al alcanzar un peso del 2,9 %, según el Informe Económico de la Moda 2024 del Observatorio del Textil y la Moda.
Asimismo, este sector genera un 8,2 % del total de exportaciones españolas, observándose, a principios de 2025, un crecimiento notable, con un 10,3 % de alza, consolidando su recuperación postpandemia.
Por su parte, en 2024, el empleo del comercio textil permaneció estable y supuso el 4,16 % del empleo nacional.
La industria de la moda, además de ser un sector estratégico para la economía española por su relevante aportación económica, es una fuente de creatividad constante y un símbolo internacional de la imagen del país.
Este sector, caracterizado por su enorme dinamismo, está formado por empresas de confección, calzado, cosmética, perfumería, joyería, bisutería, industrias auxiliares y servicios para la moda, posee una estructura compleja que abarca desde los grandes retailers hasta los comercializadores, pasando por una infinidad de autónomos y micro-empresas, que atiende a distintos estratos del mercado a los que se dirige, desde el lujo hasta el low cost.
La moda es posiblemente uno de los sectores que mejor representa la evolución hacia la internacionalización de la marca. De ser fabricantes de productos de calidad, pero indiferenciados, que muchas veces eran comercializados con marcas de otros países, las marcas de moda españolas han pasado a ser una potencia en el sector, reconocida en todo el mundo.
El caso más destacado es ZARA, presente sin interrupción en el Top 100 del ranking Best Global Brands desde 2005, cuando ingresó en el puesto 77, situándose actualmente en el lugar 41.
En efecto, la competitividad y excelencia de las marcas de moda españolas ha posicionado a España como referente mundial del sector, impulsando la internacionalización del sector y el de otras muchas empresas y reforzando su marca país.
El Atlas de la Moda, creado en 2018 por el Foro de Marcas Renombradas, ICEX y Modaes.es, destaca la proyección internacional de las marcas de moda líderes españolas, muchas de las cuales están presentes en más de cien países, como Inditex, Puig, Desigual, Mango, Pronovias, Joma, Mayoral, El Corte Inglés… otras próximas al centenar (Gioseppo, Rosa Clará, Mirto, Uno de Cincuenta, Sesderma, Grupo Cortefiel …) y otras con una presencia más selectiva (Loewe, Balenciaga …)
Otro aspecto fundamental es que las compañías españolas controlan sus propias cadenas de valor globales, participando desde la fase inicial (I+D, branding, diseño) hasta la final (logística de venta, marketing, servicio al cliente y otra vez marca).
Es decir, en la industria de la moda, donde el valor se construye tanto sobre la creatividad como sobre la reputación, las marcas no son meros identificadores comerciales: son activos estratégicos protegidos por el derecho de la propiedad industrial e intelectual.
Importancia de las marcas en moda
Las marcas en el contexto de la moda tienen funciones múltiples:
– Distintividad: permiten al consumidor identificar productos concretos de un fabricante o creativo frente a la competencia, incluso cuando estilos, materiales o corte sean similares.
– Valor intangible: la marca acumula reputación, reconocimiento, fidelidad, y por tanto constituye un activo intangible esencial para el negocio –para licencias, colaboraciones y negociaciones comerciales–.
– Instrumento de diferenciación: en mercados saturados, la marca comunica más que lo puramente visual: historia, valores, sostenibilidad, calidad, etc.
Por ello, para diseñadores, marcas emergentes o grandes empresas, la protección legal de la marca es tan importante como la de los diseños o las colecciones, protegidos mediante diseños industriales, que complementan aquella, y en los que la moda también tiene un peso fundamental, como lo acredita que la clase mejor posicionada en las 13.965 solicitudes depositada en 2024 ante la OEPM, sea la de los artículos de vestir y mercería y que Desigual, S.L.U sea el mayor solicitante los últimos seis años.
Fundamentos legales de protección de marcas en moda: registro de marca
La relevancia del sector de la moda en España y la necesidad del empresario de registrar sus marcas –que confieren un derecho exclusivo e impiden su uso por terceros para identificar productos idénticos o similares– se evidencia en el número de solicitudes de signos distintivos presentadas en 2023 y 2024, en las clases vinculadas a la moda, principalmente clase 25 (vestidos, calzados o sombrerería) y, de forma agregada, clases 3 (perfumería y cosmética), 14 (joyería, bisutería, relojería) y 18 (productos de cuero e imitaciones), según la base de estadísticas de la OEPM (OEPMESTAD).
Según la publicación La OEPM en cifras, la clase 25 se sitúa entre las diez primeras clases de Niza que concentran un mayor número de solicitudes de marca, tanto en 2024 (4.715 de 51.264) como en 2023 (4.655 de 48.773), detrás de las clases 35 (relacionada con la publicidad, servicios de venta) y 41. En concreto, en ambos años, la clase 25 es la tercera en el ranking con mayor número de marcas, y, significativamente, la primera en cuanto a número en clases de productos.
También, en nombres comerciales, la clase 25 se mantiene entre las cinco clases con mayor número de solicitudes (1.064 de 15.419), incluso, a pesar del descenso (15,8 %) respecto a 2023 (1.264 de 15124), en el que tenía el cuarto puesto en dicho ranking.
Es decir, el mayor número de signos distintivos de productos se piden en relación con las prendas de vestir y calzados.
Otro dato significativo es que, entre los 50 mayores solicitantes de marcas nacionales en 2024, figura en el número 21 Inditex, S.A. con 19 marcas.
Al tratarse de un negocio internacional (desfiles, producción, venta…) la moda exige:
– Registro territorial estratégico: todo empresario debe prever en qué territorios operará su marca, ya que ello determinará el alcance de su protección legal y el registro necesario ante cada Oficina de Marcas competente, conforme a lo siguiente:
• Marca nacional que se presentará ante las Oficina de Marcas de los países seleccionados.
• Marca de la Unión Europea presentada ante la EUIPO (Alicante), cuando la protección coincide con los estados miembros de la Unión (mercado con 450 millones de consumidores)
• Marca internacional del Sistema de Madrid, presentada ante la OMPI, acuerdo que ofrece una forma económicamente ventajosa de protección hasta en 131 países como Estados Unidos, Brasil, Rusia, China, México, Japón, India…
– Vigilancia activa de registros similares frente a imitaciones, uso no autorizado del logo, nombre o diseño. Las agencias de Propiedad Industrial cuentan con sistemas de vigilancia mundial, para detectar y actuar ante posibles infracciones.
Por último, comentar que el registro de la marca no sólo confiere a su titular un derecho exclusivo de uso en el tráfico económico, sino también un conjunto de facultades, tales como:
– Instar la nulidad de signos posteriores confundibles ante la OEPM.
– Solicitar la caducidad de marcas que incurran en las causas legalmente previstas –en particular, falta de uso efectivo, vulgarización o carácter engañoso, solicitudes de mala fe–.
– Transmitir la marca u otorgar licencias a terceros, con la consiguiente explotación económica vía cánones u otros rendimientos.
– Ejercitar acciones civiles frente a la infracción marcaria y frente a actos de competencia desleal (p. ej., uso indebido en publicidad o imitaciones susceptibles de inducir a error).
– Solicitar la intervención aduanera para controlar y retirar falsificaciones en frontera, tanto a nivel nacional como en el marco de la UE y (vi) el ejercicio de las acciones penales según los artículos 273 a 277 del Código Penal contra la reproducción/imitación de signos distintivos con fines industriales o comerciales.
Es decir, la marca transforma la moda en un valor duradero al elevar una propuesta estética pasajera a una experiencia con identidad propia. ■