nº 970 - 28 de enero de 2021
El reto de los Fondos ‘next generation’
Alberto Palomar Olmeda, Profesor Titular (Acred) de Derecho Administrativo. Magistrado de lo contencioso-administrativo (E.V). Abogado. Socio Broseta.
La sociedad en su conjunto ha vuelto la vista al ámbito público y ha señalado a la Administración como el elemento de solución de muchas de las dificultades
La gran cuestión es cómo hacer frente al enorme reto de la ejecución de los Fondos comunitarios para la reconstrucción que, coloquialmente, hemos denominado next generation
La situación que estamos viviendo con motivo de la crisis sanitaria tiene muchas aristas que se han ido viendo con el paso, a veces tan lento, del tiempo en pro de una solución definitiva.
El Derecho Público y el Derecho Administrativo no son ajenos a esta crisis porque, de repente, la sociedad en su conjunto ha vuelto la vista al ámbito público y ha señalado a la Administración como el elemento de solución de muchas de las dificultades. Primero, consideramos que era preciso conseguir el material sanitario, luego, las vacunas, posteriormente, los medicamentos. Un esfuerzo sin precedentes en el que nuestro marco de contratación pública no estaba pensado para luchar en competencia y para vivir una crisis de plazos en los que la necesidad va por delante de los procedimientos y se precisan anticipos, compras a justificar, procedimientos de emergencia y, en general, una serie de actuaciones que, en el Ordenamiento Jurídico administrativo, se reservan para supuestos muy excepcionales y con causa justificada.
De alguna forma podríamos indicar que hemos hecho de la excepción la regla. El objetivo se ha cumplido (cualquiera que sea la valoración que se quiera hacer en este punto), pero lo que es evidente es que cuando la emergencia es la regla o la regla se cambia o acabaremos teniendo un problema real. De hecho, existe mucha preocupación de lo que a posteriori puedan decir los órganos de control sobre la actuación de estos meses y el cumplimiento de los principios que inspiran el funcionamiento administrativo.
Esperanza en la reconstrucción
No obstante lo anterior, la gran cuestión actual es cómo hacer frente al enorme reto de la ejecución de los Fondos comunitarios para la reconstrucción que, coloquialmente, hemos denominado next generation, con la espera de que la reconstrucción que, efectivamente, las nuevas generaciones no sufran en la estructura económica y social los devastadores efectos de una crisis como la que nos ha tocado vivir y que, finalmente, hipotequen de forma definitiva el progreso de las nuevas generaciones.
Estos fondos, según estamos viendo, se integran en los presupuestos de cada país y obligan a la reconstrucción de un aparato de gestión que no se ha visto ante un reto parecido en los últimos años. La maquinaria operativa, al menos en España, no está lo suficientemente engrasada como para asegurar que se cumple el mayor reto de la historia y de la ejecución presupuestaria.
Grandes tareas están pendientes: la formulación de una política ordenada y estable de recursos humanos, la apuesta por el establecimiento de una política de dirección pública profesional, la determinación de los modos de gestión, la valoración de los resultados, la configuración un ámbito nítido de definición y evaluación de las políticas públicas. Se trata, en general, de instrumentos de los que, paulatinamente, se han ido dotando los países de nuestro entorno cultural y que, sin embargo, languidecen en el impulso político en nuestro país.
El panorama desde la perspectiva de gestión era complejo desde hace algún tiempo. La evolución demográfica y la pirámide de población del empleo público se ha ido deteriorando naturalmente sin que la política de personal se haya visto suplida – con carácter general porque aquí hay grandes diferencias según los servicios de los que hablemos– por una política de inversiones tecnológicas que, al menos, de futuro pudiera conformarse, como en el resto de la sociedad, como una alternativa a la gestión tradicional.
Recetas para un reto importante
En este estado de cosas, el legislador de urgencia ha decidido intervenir en la Administración y ha proyectado un conjunto de recetas sobre la reducción de plazos, la simplificación administrativa, la gestión por medio de agencias y, en general, sobre las políticas públicas que tienen por objeto contribuir a que la actuación administrativa sea capaz de cumplir los objetivos que derivan de la gestión de los fondos europeos. El reto es importante ya que, según los datos comunitarios, la ejecución real de los fondos comunitarios en España no ha pasado, hasta ahora, del 40 %. Pasar el citado porcentaje a un porcentaje de éxito es, sin duda, un reto que exige imaginación, cambio de normas y, sobre todo, impulso y organización.
Para conseguir esta organización es necesario volver a creer en lo público, en su entrega, en su vocación de servicio, pero, sobre todo, en la disciplina y en el funcionamiento jerarquizado. Para esto es preciso que la función directiva tome perfiles profesionales y avance en la actuación por objetivos, responsablemente cumplidos, o asumidos como parte del fracaso de una organización.
Las reformas que se acaban de publicar de las grandes leyes administrativas son importantes, pero no son suficientes sin una política de gestión de las políticas públicas que nos situé en un entorno de eficacia y de rigor del que, en gran medida, hemos carecido en estos últimos tiempos. ■