nº 970 - 28 de enero de 2021
‘Anonymous’
La apertura de canales de denuncias será obligatoria en mayo de 2021, ¿sabes cuál es el mejor modo de ponerlo en marcha?
(izq.) Ana Blanco Vázquez de Prada, Abogada
(der.) Margarita Santana Lorenzo, Abogada, socia directora de Santana Lorenzo Abogados
Una cultura de cumplimiento eficaz exige la sanción de aquellos que no comunicaron cualquier tipo de incumplimiento
Denunciar no es una opción, es una obligación
Hubo un tiempo en que las empresas eran dictatoriales, y en caso de irregularidades lo mejor era mirar hacia otro lado y guardar silencio, si pretendías hacer carrera tú mismo te ponías la mordaza porque denunciar era un «deporte de riesgo», el denunciante «chivato» creaba desconfianza entre los compañeros y no digamos si dicha irregularidad había sido cometida por un superior.
Hoy en día las cosas han cambiado, las empresas buscan la excelencia a través del cumplimiento y el valor diferencial radica en la información, la cultura organizacional está presidida por el factor humano, la lealtad y la identificación del trabajador con los objetivos de la empresa favorece el conocimiento desde dentro y la comunicación ascendente. Porque son los trabajadores quienes conocen de primera mano los fallos del sistema, son ellos los que se encuentran más cercanos a la fuente del problema y la comunicación de abajo a arriba permite al empresario tener «mil ojos», dirigir el «submarino» sin asomarse al periscopio, detectando de forma temprana cualquier marejadilla legal, ética o normativa que pueda poner en peligro económico y reputacional la compañía antes de que se convierta en tsunami.
Por eso la Directiva Europea 2019/1937, obligatoria a partir de mayo de 2021 para toda aquella empresa que quiera ser competitiva en un mundo globalizado, ha irrumpido en nuestro tejido empresarial marcando el paso a los derechos del denunciante como fuente de valor corporativo:
– Garantizando la confidencialidad y el anonimato de quienes utilicen el canal de denuncias.
– Prohibiendo las represalias directas o indirectas sobre el denunciante, sus familiares o sus equipos.
– Fomentando la efectiva investigación de las denuncias presentadas y la solución eficaz del problema evidenciado.
– Estimulando la comunicación bidireccional, manteniendo informado al denunciante en todas las fases del proceso para crear confianza y evitar la frustración del que colabora para nada.
– Eliminando barreras contractuales de secretos empresariales, que conviertan al denunciante de buena fe en denunciado y mártir del proceso.
– Facilitando cualquier vía de comunicación, es indiferente que la denuncia se realice presencialmente, por escrito, de forma verbal mediante canales telefónicos, sistemas de mensajería o vía digital, lo importante es que la información llegue a la persona correcta.
A partir de mayo ‘Anonymous’ llegará a las empresas «hay que ponerse las pilas»
Si uno busca en Internet corre el peligro de ahogarse en ríos de datos acerca de las bondades de los canales de denuncias, cuál elegir o como implantarlo pero, siempre desde el punto de vista de la empresa que al final es la que lo elige y asume el costo, nadie se ha preocupado de seducir a los futuros denunciantes que son los verdaderos usuarios finales que, con independencia de la opinión de la empresa, deben sentirse cómodos y confiar en la herramienta. Ese, ni más ni menos, es y será el quid de la efectividad del canal de denuncias.
Por mucho que se empeñen las directivas europeas, por mucho que los empresarios intenten embutir en sus contratos la obligación de denunciar para «cumplir» con la norma aunque no cumplan, que proclamen su «tolerancia cero a conductas prohibidas» como una letanía, si los trabajadores se sienten amenazados por las denuncias de sus propios compañeros o represaliados por la corporación no lo utilizarán, y el canal no será efectivo, porque los chivatos y los soplones nunca han tenido buena prensa en las empresas.
Convertir el canal de denuncias en un canal de cumplimiento
Llegados a este punto, los lectores se preguntarán cómo realizar una implantación exitosa del canal de denuncias generando confianza en nuestros empleados. Pues muy sencillo, convirtiendo el «canal de denuncias» en un «canal de cumplimiento», utilizando el impulso de la cultura colaborativa hoy en día tan de mod: tú me das información y yo a cambio te protejo y te premio, no estás denunciando sino ayudando a tu equipo a cumplir un objetivo común de prevención de riesgo legal y reputacional, no estás atacando a un compañero, sino fomentando la igualdad porque en muchas empresas el silencio no es oro, el silencio son ventajas y prebendas «para unos sí y otros no».
Fomentar la cultura de cumplimiento debe indisolublemente ir unido a la obligación de denunciar y esto nos lleva a otra proclama: «denunciar no es una opción, es una obligación». Porque no sólo se debe proteger y evitar cualquier tipo de represalia al denunciante, una cultura de cumplimiento eficaz exige la sanción de aquellos que no comunicaron cualquier tipo de incumplimiento o irregularidad con la misma contundencia con la que se disciplina al autor material.
‘Anonymous’ llega a las empresas, dale la bienvenida y, para más información: