nº 971 - 25 de febrero de 2021
«Los despachos de abogados también son empresas y, cuando se alcanza ese convencimiento, su grado de desarrollo crece»
Noemí Juaní Ramon, directora Ejecutiva de Gaona, Palacios y Rozados Abogados, despacho asociado a Roca Junyent
«Una de las claves para realizar una integración con éxito es escoger unos socios que se complementen»
«Las necesidades de las empresas de hoy en día son múltiples, como también lo son sus interlocutores»
Desde septiembre de 2019 Noemí Juaní es la directora ejecutiva de Gaona, Palacios y Rozados Abogados, despacho asociado a Roca Junyent, un cargo de gran responsabilidad ya que es la garante de que los profesionales de esta prestigiosa firma trabajen en equipo y de forma coordinada. Cuenta con una sólida formación académica: es licenciada en Derecho y Filosofía y tiene tres másteres (Compliance; Administración de Empresas y Criminología). Noemí atesora una dilatada trayectoria profesional, por la que ha sido reconocida con distinciones como la Medalla al Mérito de la Abogacía por el Colegio de Abogados de Tarragona. Es directora de la Fundación Instituto de Investigación Aplicada a la Abogacía y ha sido Directora General del Colegio de Abogados de Barcelona. También ha impartido clases en el Máster de Acceso a la Abogacía de la Universidad de Barcelona y ha sido Responsable de Relaciones con la Administración de Justicia en ICAB.
Actualidad Jurídica Aranzadi
La firma Gaona, Palacios y Rozados Abogados ha experimentado un gran crecimiento en los dos últimos dos años, hasta convertirse en una referencia tanto en España como en Andalucía, donde ya es el octavo despacho con mayor facturación. ¿Qué estrategia han seguido?
Fundamentalmente hemos crecido mediante la integración de otros equipos que, complementarios al nuestro, pudieran ampliar el abanico de servicios. Se trata tanto de una perspectiva territorial o de establecimiento físico, como de la ampliación del tipo de asesoramiento a las empresas que va más allá de los aspectos meramente legales y que incluye los servicios fiscales o de gestión laboral; pero también otros como todo lo que tiene que ver con el buen gobierno corporativo. Las necesidades de las empresas de hoy en día son múltiples, como también lo son sus interlocutores y un asesoramiento integral diseñado y pensado desde la misma óptica multiplica las posibilidades de éxito y reduce los riesgos.
Esta evolución coincide con su llegada a la dirección ejecutiva. Algo o mucho habrá tenido que contribuir su equipo a este éxito.
Todos y cada uno de los miembros del equipo han colaborado en ello y me siento orgullosa de haber podido contribuir. La firma tenía claro el objetivo y ya hacía un tiempo que habían tomado la decisión de profesionalizar la gestión interna para que, de esta forma, sus socios pudieran dedicarse con mayor profundidad a otras cuestiones. Los despachos de abogados también son empresas y, cuando se alcanza ese convencimiento, su grado de desarrollo crece porque pierde el lastre de la gestión voluntarista.
También parece claro que ha sido acertada la estrategia de fusiones de Gaona con Palacios de Torres y Rozados Abogados, así como el acuerdo de colaboración con Roca&Junyent. ¿Por qué han funcionado?
Las sinergias siempre producen buenos resultados. Como he dicho antes, una de las claves para realizar una integración con éxito se basa en escoger unos socios que se complementen adecuadamente. Cada uno de los aliados aporta su marca, pero también una manera de entender la abogacía similar y un posicionamiento adicional en algún aspecto que multiplica las posibilidades de aumentar el compromiso con nuestros clientes. Estoy hablando de la especialización, del prestigio, o de la capacidad de apreciar con mayor precisión hacia dónde va el mercado.
Fruto de lo anterior, la firma ha adoptado un claro perfil multidisciplinar en prácticamente todas las áreas del Derecho. ¿Cómo se logra que profesionales de distintos perfiles trabajen de forma coordinada en equipo?
Teniendo claro el objetivo y el segmento hacia el que diriges tus miras; así como fomentando una gran comunicación entre todos los integrantes, haciéndoles partícipes en el desarrollo y ejecución del plan estratégico. Tengo que añadir que la valía personal del equipo con el que tengo la gran suerte de trabajar es excepcional. Son buenas personas que no han perdido las ganas de mejorar y que se tienen entre ellos un profundo respeto. Con estos mimbres, las reuniones de trabajo y coordinación son fáciles, eficaces y resolutivas.
¿En qué medida la coordinación de equipos está encontrando un aliado en las nuevas tecnologías?
Totalmente de acuerdo. En nuestro despacho ya se trabajaba, desde hacía tiempo, con herramientas que permitían trabajar fuera del despacho y que, sobre todo, tenían en la gestión documental su gran valor; pero la facilidad con la que, hoy por hoy, puedes poner en común a las personas, estén donde estén, ha dado un salto exponencial. La ubicación física ya no es un elemento de ninguna ecuación. La inmediatez en el traslado de información y documentación se considera algo obvio. El trabajo simultáneo y compartido un método habitual. Y, después del confinamiento, la comunicación por videoconferencia ha perdido frialdad para convertirse en una gran oportunidad de acercamiento.
Usted tiene también un claro perfil académico. ¿Podría darnos tres tips o consejos para mejorar la formación de los y las profesionales del Derecho?
Diseñar un plan de formación que sea coherente con el plan estratégico establecido y distribuyendo los esfuerzos convenientemente. Personalizarla al máximo tanto en método como contenidos para que se adapte al alumno más que obligar al alumno que se adapte a la formación. Coordinarla con un Plan de carrera interno que ayude a la motivación. ■