nº 971 - 25 de febrero de 2021
Reseña de los relatos ‘El indulto’ (1893) y ‘El encaje roto’ (1897), de Emilia Pardo Bazán
Irene Osuna Díez. Estudiante de 5º curso del doble grado Relaciones Internaciones + Derecho (Universidad de Deusto – Bilbao)
Emilia Pardo Bazán fue una mujer española que dedicó su vida a escribir, entre otras cosas, obras basadas en problemas del día a día de las mujeres de principios del siglo XX, con un enfoque feminista muy avanzado para la época.
Entre sus obras destaca El Encaje roto, donde se relata la historia de una joven, Micaela, que decide no casarse con su novio al ver que la bondad y dulzura que siempre le había demostrado encubría a un «monstruo lleno de ira y odio». La mujer relata cómo prefirió ser objeto de cotilleo durante meses a contar la verdadera razón de su negativa al matrimonio. La protagonista parece avergonzada y califica de «tonta» su decisión, evidenciando el papel de la mujer en las relaciones afectivas, ya que se las espera dóciles, sumisas y mejor casadas que solteras. Se descarta la posibilidad de que una mujer sea libre para tomar sus propias decisiones, incluso cuando exista una razón como el no querer pasar tu vida con un hombre agresivo y potencial maltratador.
Por el contrario, El Indulto narra la historia de un hombre que se encuentra en la cárcel debido al robo y asesinato de su suegra. La historia se centra en Antonia, la hija de la víctima, y en cómo después de la tragedia malvive abatida. El marido finalmente sale de prisión gracias a un indulto. La obra relata cómo las mujeres del barrio apoyan a Antonia y la protegen de su marido. Sin embargo, la ley no se encuentra de su lado, ya que Antonia debía vivir con su marido, una vez saliera de la cárcel, a pesar de haber sido el autor del asesinato su madre. Hay una clara crítica a la falta de garantías y protección de la mujer, la demostración de un patriarcado arraigado en las instituciones públicas. No obstante, la sociedad, o al menos el colectivo femenino, condena esta injusticia social y jurídica e intenta suplir el desamparo con verdaderos gestos de sororidad. El relato refleja la discrepancia entre la conciencia social y la justicia, que parece desinteresada por la violencia doméstica y que condena a la mujer a una sumisión inevitable. ■