nº 978 - 21 de octubre de 2021
«En 2020 sorprendentemente el número de registros en casi todas las modalidades de propiedad industrial se ha visto incrementado»
Ignacio Diez de Rivera Elzaburu. Presidente de ELZABURU
Ignacio Diez de Rivera Elzaburu preside ELZABURU, firma fundada en 1865, en la que recaló en 1993 siguiendo una tradición familiar de cinco generaciones. Economista de formación por la Universidad de Navarra, inicio su andadura profesional como responsable de la apertura del despacho en Alicante, sede de la Oficina de Marcas y Diseños de la Unión Europea (EUIPO), y fue protagonista histórico del registro nº1 de marca de la UE en 1996. Tras estudiar Derecho, inició su etapa de abogado ejerciente ante los tribunales, en el ámbito civil y penal, dedicándose especialmente a la lucha contra la piratería. En los últimos años ha sido el principal impulsor de la transformación digital de la Firma. Es miembro del Board de la ECTA, miembro de su «Law Committee» y Miembro de la Junta Directiva del COAPI (Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Industrial). Es además Magister Lvcentinvs, Máster en Propiedad Industrial e Intelectual de la Universidad de Alicante), Agente Europeo de Marcas y Diseños ante la EUIPO.
Llevamos años inmersos en un proceso de transformación digital de la Firma, pero queremos ir un paso más allá en la modernización integral de nuestra estrategia y de nuestra gestión
Mabel Klimt cuenta con una sólida experiencia en el área de Media & Entertainment y un gran dinamismo y entusiasmo contagioso, lo que nos ilusiona a todos
Recientemente hemos tenido que defender un conflicto entre socios británicos y españoles de dos conocidos despachos que utilizaban la marca de manera muy similar
El pasado mes de junio usted fue elegido presidente de Elzaburu y Mabel Klimt socia directora. ¿Cuáles van a ser las señas de identidad de la nueva cúpula directiva de la firma?
Elzaburu combina una centenaria tradición de especialización y liderazgo en el sector de la propiedad industrial, con una decidida apuesta por las nuevas tecnologías y el derecho de la innovación. Tras el fallecimiento de Alberto de Elzaburu y Antonio Tavira en 2020, personas muy queridas y respetadas por la profesión, hemos emprendido una nueva e ilusionante etapa con la renovación de la dirección, y dando un impulso decisivo en la profesionalización de la Firma. Mabel Klimt ha sido elegida por unanimidad entre los socios, como nueva socia directora. Una mujer que cuenta con una sólida experiencia en el área de Media & Entertainment, y con un gran dinamismo y entusiasmo contagioso, lo que nos ilusiona a todos. Llevamos años inmersos en un proceso de transformación digital de la Firma, pero queremos ir un paso más allá en la modernización integral de nuestra estrategia y de nuestra gestión, motivando e impulsando a un extraordinario equipo de personas. A la vez, queremos poner al cliente y a sus nuevas necesidades en el centro de nuestra propuesta de valor, simplificándole la gestión de sus derechos inmateriales (patentes, marcas, diseños, etc), y aportándole valor añadido en nuestro asesoramiento estratégico y legal. Para ello contamos con un equipo de gran experiencia y prestigio profesional, que sinceramente creo que no tiene parangón en España en el campo de la IP y del que personalmente me siento muy orgulloso.
Parece que por fin se vislumbra el fin de la pandemia, que va a traer consigo nuevos retos para las firmas de abogados. ¿Cómo van a abordar la época post Covid?
La pandemia nos ha enseñado cosas buenas y cosas malas. La gente y particularmente nuestro equipo ha mostrado un comportamiento ejemplar durante este largo periodo, adaptándose con un gran sacrificio desde el primer minuto al teletrabajo, y a los nuevos modos de interacción con compañeros y clientes. Sin embargo, con el paso de los meses el teletrabajo también ha mostrado su parte deshumanizadora y aislante. Tenemos que aprovechar las ventajas de la simplificación y el teletrabajo con un permanente contacto personal y multidisciplinar en nuestros equipos, especialmente con los más jóvenes. Tenemos planificado un cambio a unas oficinas más modernas y colaborativas, y cuando las restricciones sanitarias terminen, retomar la normalidad de la presencialidad combinado un plan más flexible de teletrabajo.
La pandemia ha influido en todos los ámbitos de la vida, entre ellos en los hábitos consumo. ¿Ha traído esto consigo un incremento por ejemplo en los comportamientos contra la propiedad industrial e intelectual?
Contrariamente a lo que pudiera pensarse, en tiempos de crisis, siempre se ha puesto de manifiesto que la creatividad y la innovación surgen naturalmente, casi como un mecanismo de adaptación y supervivencia humano. Durante 2020 sorprendentemente el número de registros en casi todas las modalidades de propiedad industrial se ha visto incrementado, por ejemplo, en la OEPM, el número de marcas solicitadas creció hasta 51.120 marcas (+ 0,8%), 12.267 nombres comerciales (+5,6%), 1483 patentes (+9,2%) y 3.419 modelos de utilidad (+24,9%). Solo los diseños industriales descendieron a un total de 12.224 (–22,5%). Eso sí, los hábitos de consumo claramente se han decantado hacia el comercio electrónico y el mundo digital. Debemos tomar nota de sus implicaciones.
Precisamente Elzaburu está especializada en asesoramiento sobre propiedad industrial e intelectual y tecnologías de la información. ¿En qué medida ha influido la crisis sanitaria en los activos inmateriales?
Es indudable que cada vez vivimos en un mundo donde la economía basa más sus expectativas en activos intangibles, en datos que han sido definidos como «el petróleo del siglo XXI» y que convierten la información en valor. Los modelos de negocio digitales han escalado en un espacio de tiempo brevísimo los rankings de empresas más valoradas, su cotización en los mercados bursátiles y en las grandes operaciones de compraventa con precios jamás imaginados, si nos atenemos a los modelos tradicionales de valoración de empresas industriales o de servicios. Aquí la propiedad industrial e intelectual, sector muy muy dinámico y estratégico, juega un papel fundamental para poner en valor, no solamente la protección y defensa de la actividad registral, sino la puesta en valor de otros activos inmateriales y figuras jurídicas como el secreto empresarial, las bases de datos, y la protección de datos personales, los modelos de negocio mediante la competencia desleal y el derecho de la publicidad, el desarrollo y la protección de la inteligencia artificial, o el campo de las nuevas creaciones digitales, etc.
¿Les ha tocado defender los intereses de algún despacho de abogados que ha visto vulnerados este tipo de bienes, por ejemplo, su marca?
Recientemente hemos tenido que defender un conflicto entre socios británicos y españoles de dos conocidos despachos que utilizaban la marca de manera muy similar: Finalmente y tras un montón de pleitos en curso y una dura negociación final conseguimos que las partes firmaran un acuerdo que ponía fin a sus conflictos. La experiencia nos demostró que los conflictos en el seno de los despachos no son recomendables y las negociaciones son especialmente difíciles.
¿Cómo están abordando la transformación digital del despacho?
En los últimos años hemos puesto el foco en la transformación digital, abordando una simplificación de la gestión de expedientes, automatizando procesos y evolucionando hacia un entorno digital, hacia la nube, la movilidad y la colaboración. Hemos desarrollado además una intuitiva plataforma para nuestros clientes denominada ELZACloud, contamos con un sistema de detección de piratería en el entorno digital, hemos implementado sistemas de analítica de negocio y de gestión del conocimiento, todas ellas iniciativas que creemos aportan un gran valor a nuestros clientes, y además estamos en continua evolución. Esto es un proceso que no tiene retorno y para el que además hay que estar muy convencido. ■