nº 979 - 25 de noviembre de 2021
Reseña de la obra ‘El Gatopardo’, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa (1958)
Igor Palomo Lobato. Doble grado ADE + Derecho (Universidad de Deusto – Bilbao)
Soplan vientos de cambio por la Italia de finales del siglo XIX, tal y como se ve en El Gatopardo. La obra de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, sin pretender ser una novela histórica convencional, plasma la gran agitación política y social que la efervescente sociedad italiana atraviesa. De hecho, retrata cómo la unificación italiana se cobra la vida de un régimen en decadencia, que cede su lugar a nuevos estándares de corriente liberal. La contraposición entre ambos sistemas es apreciable en la narración de principio a final, dando pie a multitud de debates.
A lo largo de la historia, Tomasi di Lampedusa emplea la figura de Don Fabrizio –príncipe de Salina e ilustre aristócrata siciliano– como catalizador del transcurso de la novela. El célebre noble observa con preocupación y resignación el devenir de su clase, que cede ante el empuje del nuevo estrato social llamado a liderar el país en ciernes que será Italia: la burguesía. Fabrizio, condenado a vivir en un continuo claroscuro por los tiempos que corren para los de su clase, es consciente de que la aristocracia italiana agoniza. El final de una época se aproxima. Comienza a divisar el fin de un «status», un sistema y el mundo que hasta ese entonces es conocido para él. La nobleza, más pronto que tarde, perderá la posición de poder que históricamente ha tenido, frente al empuje de la revolución garibaldina. Sin embargo, la novela es un pasaje incesante de luces y sombras. En este sentido, el ideario garibaldino también deja mucho que desear. Prueba de ello es el fraude electoral que se lleva a cabo en Donnafugata. Por tanto, sin que se produzcan cambios de calado en el funcionamiento del sistema, toda modificación del mismo está condenada al fracaso. No se existirán beneficios para las masas porque apenas nada variará.
Cambia el jefe, pero no la fábrica, y es que tal y como se afirma en la obra: «si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie». Y, en efecto, la verdadera problemática tratada en El Gatopardo es la ferviente lucha que los hombres y mujeres mantienen por el control de la sociedad. Los aristócratas se resisten a abandonar la posición de privilegio que su linaje les otorga. Por su parte, la burguesía a falta de dicho «status», busca traducir su poder económico en político y participar en la toma de las decisiones que verdaderamente afectan al país.
En resumidas cuentas, en El Gatopardo en absoluto se debate sobre la óptima organización de un Estado. No obstante, se produce una lucha entre élites guiadas por intereses personales, y que tratan de defender su parcela de poder a toda costa. Bajo este contexto, más propio de una guerra de bandas callejeras de Chicago en los años 20, se desarrolla esta brillante novela de Giuseppe Tomasi di Lampedusa. Obra maestra de la literatura contemporánea, que hace las delicias de sus lectores décadas después de su publicación póstuma. ■