nº 980 - 23 de diciembre de 2021
«Nuestra función es ayudar a que la actuación jurídica de la Generalitat sea lo más técnica y objetiva posible»
Xavier Urios Aparisi. Director general de Asuntos Contenciosos de la Generalitat de Catalunya
«Nuestro departamento, y la Generalitat en general, ya hizo hace tiempo una apuesta importante por las nuevas tecnologías»
«Buscamos fórmulas que garanticen un reparto equitativo de la carga de trabajo y una adecuada prestación de los servicios jurídicos»
Abogado de la Generalitat, profesor asociado de la Universidad de Barcelona, vicepresidente segundo del Consejo Superior de Abogados y Letrados de Comunidades Autónomas, Xavier Urios Aparisi es el director general de Asuntos Contenciosos de la Generalitat de Catalunya. AJA ha querido conversar con este autor de diferentes publicaciones y trabajos en el ámbito del Derecho Administrativo.
¿Cuáles son los rasgos diferenciales de la estructura de los servicios jurídicos de la Generalitat?
Los servicios jurídicos de la Generalitat se configuran alrededor del Gabinete Jurídico, integrado por abogados de la Generalitat, que tienen atribuida en exclusiva el asesoramiento al Gobierno de la Generalitat y la representación y defensa ante los Tribunales, incluido el Tribunal Constitucional.
En cuanto a la Dirección de la que usted es responsable, tiene encomendada «la dirección de los asuntos contenciosos sometidos a todos los tribunales de cualquier orden jurisdiccional, con excepción del Tribunal Constitucional». ¿Puede detallar el alcance de estas competencias?
La litigiosidad ante los Tribunales de cualquier orden jurisdiccional la tiene encomendada esta Dirección General, lo que supone que la representación y defensa se ejerce por los abogados de la Generalitat que integran la misma, de acuerdo con una distribución especializada por materias y órdenes jurisdiccionales, conciliando el carácter generalista que deriva de la superación de una oposición libre con un temario muy extenso y superación de casos prácticos, con el conocimiento concreto de la materia que se lleva.
¿Qué tipología de casos es la más habitual en su departamento?
La tipología es muy variada, al comprender toda la litigiosidad planteada ante la Generalitat. Estamos hablando de alrededor de 9.000 casos nuevos anuales, que comprenden todo tipo de materias, si bien por volumen se pueden destacar los pleitos en materia de personal o tributario, como materia recurrente; sin perjuicio de la relevancia de la materia penal, sancionadores, responsabilidad patrimonial, o los pleitos que afectan de manera directa a decisiones del Gobierno. Al efecto de garantizar una adecuada prestación del servicio, cada grupo especializado de materia está integrado por un número de abogados acorde al volumen de asuntos, sin perjuicio del establecimiento de fórmulas flexibles de distribución del trabajo, con una doble finalidad: no cerrar la especialización del abogado y, al mismo tiempo, buscar un reparto equilibrado del mismo, pues ni el incremento de la litigiosidad, ni la tipología de casos es necesariamente siempre la misma, al depender de muchos factores. Por ello, buscamos siempre fórmulas que garanticen un reparto equitativo de la carga de trabajo y una adecuada prestación de los servicios jurídicos y, al mismo tiempo, beneficien al abogado en concreto, al no estar cerrado a una concreta especialización.
Tras la última reestructuración del Govern, la Dirección ha asumido la representación de todos los funcionarios públicos, incluidos los mossos. ¿Cómo les ha afectado esta encomienda?
No ha afectado en nuestro trabajo diario, pues este es siempre el mismo, garantizar la mejor representación y defensa jurídica, que incluye a los empleados públicos en el desempeño de sus funciones, bajo los criterios de autonomía de criterio del abogado, conciliada con una necesaria coherencia y coordinación en las actuaciones procesales.
¿Podría explicar la estructura de su departamento?
El Gabinete Jurídico está integrado en el Departamento de la Presidencia, el cual tiene asumidas competencias en materia de función pública, administración local, deporte, relaciones institucionales, medios de comunicación… si mencionamos algunas de las más importantes, al margen de la asistencia al presidente y las funciones que corresponden igualmente a la secretaria del Gobierno.
En cuanto al Gabinete Jurídico, se ha de tener en cuenta que, al margen de los servicios centrales, todos los departamentos de la Generalitat cuentan con asesorías jurídicas al frente de las cuales se encuentran abogados de la Generalitat, los cuales dependen orgánicamente también de Presidencia, y tienen una doble dependencia funcional, del secretario general del Departamento correspondiente y del director del Gabinete Jurídico.
Esta estructura, semejante a la de la Intervención General, es la que garantiza la autonomía de criterio del abogado de la Generalitat cuando está asesorando en un ámbito departamental, la coordinación y, al mismo tiempo, que el control jurídico sea estricto y técnico. De una manera gráfica, quien te nombra y cesa es el Departamento de la Presidencia, no lo es ningún órgano del Departamento en el que estás asesorando.
¿De qué manera se beneficia su departamento de la tecnología y dónde quieren posicionarse?
Nuestro departamento y la Generalitat en general ya hizo hace tiempo una apuesta importante por las nuevas tecnologías y, por ejemplo, cuando se declaró el primer estado de alarma, al día siguiente todos los abogados de la Generalitat podían continuar trabajando desde casa, al tener acceso online a todos los expedientes del contencioso.
En cuanto a posicionarnos, de la misma manera en que las nuevas tecnologías constituyen un instrumento de eficiencia en la gestión, cada vez es más importante la gestión de la información que se genera en todos los pleitos en los que trabajamos, y posiblemente el reto de futuro es la incorporación de la inteligencia artificial al desarrollo de nuestras funciones.
Ante el aumento imparable de la Administración electrónica y el riesgo que supone la generalización del uso de las TIC en los procedimientos administrativos, ¿van a aumentar la inversión en ciberseguridad para proteger los sistemas de la Administración y realizar los análisis de riesgo?
La ciberseguridad es una necesidad evidente a fecha de hoy. No hace falta sino consultar las noticias para ver los continuos ataques de privacidad que se producen y, en nuestro caso, nuestros ficheros de datos contienen datos especialmente sensibles, que han de ser objeto de la adecuada protección. A estos efectos, la ciberseguridad de la Generalitat se tiene encomendada a la Agencia de Ciberseguridad de Cataluña y, por lo que tengo entendido, hacen un gran trabajo y están altamente cualificados.
¿Cuáles son los retos que se marca su Dirección para el año 2022?
La mejora continua, con dos objetivos fundamentales: por un lado, hemos de mantener la calidad de nuestro trabajo, que haga que los Jueces y Tribunales, cuando vean un escrito nuestro, identifiquen un buen trabajo técnico; por otro lado, que la gente de la DGAC se sienta valorada y, dentro de la precariedad que supone el volumen de trabajo que asumimos, que esté a gusto trabajando y pueda conciliar su vida personal y familiar.
¿Van a contar con una partida de los fondos «Next Generation»?
Entiendo que de manera directa no, pues nuestras funciones no entrarían directamente en las líneas a las que van dirigidos los mismos. Sin perjuicio que pueda haber proyectos que, de manera indirecta, nos beneficien. En cualquier caso, podríamos decir que no es competencia de nuestro negociado.
¿Cree en lo que hace?
Mucho. Para mí es un privilegio ocupar esta dirección general, aconsejar en todos aquellos aspectos relacionados con cuestiones administrativas relacionadas con pleitos que tenemos ante los Tribunales, opinar sin miedo a equivocarte, pues si ocupas un puesto de responsabilidad es para mojarte a la hora de aconsejar, y recibir la recompensa de ver que no te has equivocado y, si lo has hecho, aprender del error. Ayudar a que la actuación jurídica de la Generalitat sea lo más técnica y objetiva posible, pues tu función comienza y acaba con el asesoramiento técnico, pues no te corresponde tomar decisiones políticas. En esto me considero, como jurista, un afortunado, al margen de tener la suerte de contar con la confianza del director del Gabinete Jurídico. ■