nº 981 - 27 de enero de 2022
La propiedad industrial en la industria juguetera
Tania Flores. Socia-Directora Oficina de Bilbao. Ingeniera de Organización Industrial
Pero ¿son los fabricantes de juguetes conscientes de la importancia de la propiedad industrial y dedican suficiente tiempo a planificarla?
Desarrollar una estrategia en las primeras etapas del proceso y considerar todas las posibles vías de protección, es esencial para alcanzar los objetivos del fabricante de juguetes para superar a la competencia durante la época navideña.
La Navidad es la época del año más importante para el sector de los juguetes. Según la empresa de investigación de mercados The NPD Group, las ventas de juguetes en este 2021, han subido en España un 23 % en las ocho primeras semanas de la campaña de Navidad respecto al mismo periodo del año pasado.
España es el tercer fabricante de juguetes dentro de la Unión Europea. Sin duda, el juguete español es reconocido y apreciado en el mercado nacional e internacional. En multitud de páginas webs y blogs encontramos estos días listas de juguetes de origen español: «los diez juguetes más solicitados», «mejores juguetes del 2021», «los diez juguetes más populares», etc.
Pero ¿son los fabricantes de juguetes conscientes de la importancia de la propiedad industrial y dedican suficiente tiempo a planificarla?
La industria del juguete funciona en ciclos, el cronograma para el lanzamiento de un nuevo producto gira en torno a la campaña de Navidad.
Blindaje ante posibles infractores e imitadores
Desarrollar una estrategia en las primeras etapas del proceso y considerar todas las posibles vías de protección, es esencial para alcanzar los objetivos del fabricante de juguetes para superar a la competencia durante la época navideña. Crear un solo juguete implica muchos pasos y a muchas personas, detectar y aprovechar todas las posibles vías de protección permitirá al fabricante estar bien blindando ante posibles infractores e imitadores.
En consecuencia, si el fabricante de juguetes quiere asegurar la protección de la propiedad industrial para un nuevo producto que saldrá al mercado en la próxima campaña navideña a fin de protegerlo frente a posibles infractores, existen varias herramientas para asegurar su activo de propiedad industrial que se puede hacer cumplir en un periodo corto de tiempo.
El sector juguetero debe pararse a pensar y elegir de forma inteligente cuál de las vías de protección que ofrece la propiedad industrial e intelectual es la más efectiva en cada caso para blindarse de forma rápida y menos costosa frente a los imitadores.
Patentes
La innovación en el campo de los juguetes generalmente está ligada a pequeñas mejoras para adaptarlo a los nuevos tiempos e impulsar la demanda de los consumidores. Aunque estas mejoras pueden parecer, a priori, mínimas, pueden y deben protegerse mediante una patente de invención o un modelo de utilidad.
Tanto en el caso de las patentes como en los modelos de utilidad, los requisitos para obtener protección es que sean nuevas, impliquen actividad inventiva y tengan aplicación industrial. En el caso concreto de los modelos de utilidad, el requisito de actividad inventiva es algo inferior, se aplica de manera menos estricta.
Si las modificaciones o cambios que se realizan en el juguete son menores, sin duda, el registro a través del modelo de utilidad será la mejor vía de protección, ya que se consigue una protección, barata, sencilla y rápida (el plazo medio de concesión de los modelos de utilidad españoles es de alrededor de seis meses).
No obstante, en otras ocasiones, las nuevas versiones de un juguete clásico para adaptarlo a las nuevas generaciones pueden implicar desarrollos nuevos e inventivos tan relevante que den como fruto la solicitud de una patente.
Diseños
Con los diseños industriales el fabricante de juguetes protege la apariencia de la totalidad o de una parte de un producto, esto es, formas, contornos, colores, texturas, ornamentación, etc.
Mientras que con las patentes y los modelos de utilidad se protegen aspectos técnicos del juguete, con los diseños se protege la apariencia externa del producto.
Cuando en el mercado se ofrecen juguetes que tienen la misma finalidad, una calidad parecida y un precio similar, el diseño se convierte en una de las armas principales para influir en la decisión final de compra del consumidor, ya que, ante productos prácticamente iguales, el consumidor opta por el que le resulta más atractivo.
En el diseño de un juguete puede tener la misma relevancia el juego en sí mismo, como su presentación.
Elegir el registro del diseño a través de la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea como vía de protección del juguete, es una opción rápida y económica, ya que en menos de seis meses tendremos el diseño protegido y registrado para todos los países miembros de la Unión Europea.
Marcas
La marca es un signo que permite diferenciar los productos o servicios de una empresa de los de otra. Las marcas juegan un papel fundamental en la estrategia de la propiedad industrial de las empresas jugueteras. El consumidor puede identificar el juguete por su logo, eslogan o nombre.
Las marcas pueden consistir, en una palabra, letras, cifras, dibujos, colores, símbolos, sonidos, características tridimensionales, como la forma y el embalaje de los productos, etc.
En la mayoría de los países del mundo se sigue el sistema «first to file», en virtud del cual se otorga protección al primero que solicita el registro de la marca, independientemente de si esa misma marca se está utilizando con anterioridad en el comercio. Por ello, es realmente importante proceder a la solicitud de registro de la nueva marca del juguete con anterioridad a su introducción en el mercado.
Elegir el registro de la marca de la Unión Europea para intentar obtener protección en todos los países de la Unión Europea es una vía rápida y económica (el plazo medio de concesión de una marca de la Unión Europea es de unos ocho meses).
Derecho de autor
Existen aspectos del juguete que pueden ser registrados por derechos de autor como, por ejemplo, las reglas de juego. Los derechos de autor nacen con la creación de la obra y, aunque no es necesario su registro, sí es muy recomendable ya que permiten obtener una fecha de creación fehaciente y acreditar la autoría de la obra.
Una idea es un secreto mientras esté en la mente su creador, pero una vez que se divulga al público ya dejará de ser suyo, a menos que se hayan tomado las medidas adecuadas para su protección. ■