nº 983 - 31 de marzo de 2022
Legal Project Management: innovación y excelencia operativa
Fabio López. Legal Project Manager. CMS
Para los despachos especializados en derecho de los negocios, el desafío es aún mayor
El Legal Project Management implica profesionalizar la gestión, aplicar metodologías, técnicas y habilidades propias de la gestión de proyectos para optimizar nuestros servicios y ser más competitivos
La relación entre un abogado y su cliente, así como el éxito de la misma, siempre se ha fundamentado en la confianza y saber aportar soluciones eficaces. En la actualidad, retos como la transformación digital de nuestra profesión o la competitividad del mercado provocan que las firmas legales tengamos que ser cada vez más proactivas y creativas en las propuestas de asesoramiento y en el servicio que damos para ganarnos esa confianza de nuestros clientes.
Para los despachos especializados en derecho de los negocios, el desafío es aún mayor. Nuestros principales clientes, las asesorías jurídicas corporativas, demandan cada vez propuestas de mayor valor y que aportemos una mayor visión de negocio. A medida que las asesorías jurídicas de nuestros clientes van evolucionando para tener una estrategia alineada con sus unidades de negocio, los despachos debemos adaptar nuestra forma de trabajar para convertirnos en sus mejores aliados y hablarles en su mismo idioma.
Tradicionalmente, los abogados hemos puesto el foco en la excelencia jurídico-técnica, que sin duda es una cuestión esencial y prioritaria, pero existen otros aspectos como la gestión financiera, la tecnología, la eficiencia operativa o la responsabilidad que van cobrando mayor relevancia y que se convierten en una pieza clave para la experiencia de cliente.
Profesionalizar la gestión
El Legal Project Management implica profesionalizar la gestión, aplicar metodologías, técnicas y habilidades propias de la gestión de proyectos para optimizar nuestros servicios y ser más competitivos. Tratar los asuntos como si fueran proyectos resulta una manera muy eficaz de cambiar de perspectiva y hacer un análisis exhaustivo de las necesidades de nuestros clientes, tomar un enfoque más proactivo y proponer soluciones innovadoras y creativas.
El primer paso para alcanzar la eficiencia es poder medir el desempeño. Mapear procesos e introducir indicadores objetivos nos permite mejorar nuestras operativas y desarrollar sofisticados sistemas de reporting basados en datos para acompañar a nuestros clientes en el día a día, evaluando todos los riesgos y planificando las estrategias globales. De esta forma, reinventamos la relación entre el abogado y el cliente, yendo hacia estructuras más transparentes centradas en el cliente.
La profesionalización de la gestión dentro de los despachos implica una asignación más eficiente del trabajo entre abogados y profesionales de soporte, lo que ha demostrado ser una excelente herramienta de retención del talento. Al descargar a los abogados de todas las tareas de gestión, pueden centrarse en su desarrollo profesional y en el asesoramiento a nuestros clientes, lo que a su vez redunda en una importante mejora en la calidad del servicio y en el engagement de nuestros profesionales.
Otra consecuencia de esa asignación eficiente es una notable reducción de costes, lo que implica una mejora de la competitividad y ofrecer modelos innovadores para la facturación que se ajusten a las necesidades de nuestros clientes. El Legal Project Management implica distintas metodologías de pricing y presupuestación que permiten hacer ofertas ajustadas a las exigencias del mercado y fundamentadas en propuestas detalladas que desarrollen nuestros servicios.
Una auténtica revolución en el sector legal
Sin lugar a duda, la transformación digital es el gran reto que afronta el sector legal. Adaptar las estructuras resulta determinante para garantizar el éxito en la implantación de soluciones tecnológicas. Nuestro país es puntero en el sector Legaltech y eso añade un plus de exigencia a los despachos, que deben generar cultura de cambio y saber incorporar esas soluciones tecnológicas a sus propuestas de servicio. Ni que decir tiene de la mejora que implica la tecnología en cuanto a la automatización de procesos, maximizando el control de los asuntos y optimizando los recursos.
Hay quienes identifican estas nuevas formas de trabajar con los servicios de commodity o los prestados por los ALSP, pero todas las áreas de práctica y servicios que damos desde las firmas legales se pueden ver beneficiados por el Legal Project Management. Esta figura de origen anglosajón aún es bastante desconocida en el mercado nacional, pero cada vez somos más despachos los que optamos por aplicar este nuevo enfoque estratégico y organizativo que puede suponer una auténtica revolución en el sector legal. ■