nº 984 - 28 de abril de 2022
«Mahou San Miguel lleva en su ADN, desde su fundación, la exigencia de las cosas bien hechas»
Beatriz Martínez Falero. Directora de la asesoría jurídica y secretaria del consejo de Mahou San Miguel
Nuestro lema es no emplear tiempo en cosas que puedan hacer una herramienta tecnológica, queremos dedicarnos a la atención a nuestros clientes y a generar valor añadido
Como abogados internos, tenemos la oportunidad de desarrollar un rol híbrido que nos permite participar tanto en decisiones jurídicas como de negocio
Beatriz Martínez Falero, Licenciada en derecho por la Universidad Autónoma y Master en Derecho Fiscal por el CETE, inició su carrera profesional en Enagás, como responsable de Impuestos Nacionales y Locales en la Dirección Financiera. De materias financieras y fiscales dio el paso a la Asesoría Juridica de Enagás donde tuvo oportunidad de participar activamente en la liberalización del sector gasista, proyectos de construcción de conexiones internacionales por gasoductos y la propia salida a bolsa de la compañía. Desde 2008 ocupa el cargo de Directora de Asesoría Jurídica de Mahou San Miguel y Secretaria de su Consejo de Administración. Desde este cargo ha desarrollado la Asesoría Jurídica, que cuenta con profesionales de primer nivel, muy enfocados en el acompañamiento del negocio y el cliente.
Igualmente, ha participado en los principales proyectos internacionales de la Compañía con adquisiciones de empresas en India, Estados Unidos y Sudamérica y en el establecimiento de estrategias internacionales con otros operadores del sector. En paralelo, dedica una gran parte de su tiempo al Gobierno Corporativo de la Compañía, dando apoyo al Consejo y a los Accionistas en la gestión de los órganos de gobierno, su modernización y en la consecución de los fines sociales. Es Presidenta del Comité Ético de Mahou San Miguel y sus filiales, puesto desde el que impulsa los principios y valores éticos, la excelencia y la transparencia en la actividad de la Compañía y de todas las personas que la forman.
¿Qué define o diferencia a la asesoría jurídica de Mahou San Miguel?
Si tuviera que decirlo en pocas palabras, la Asesoría Jurídica de Mahou San Miguel se define por su enfoque al cliente interno y externo, en definitiva, al negocio, además de por su apuesta hacia la modernización y eficiencia, que pasa por la utilización de tecnologías aplicadas al derecho y a los procesos legales y contractuales.
Hablamos de una marca con una gran proyección y prestigio internacional. ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan desde el punto de vista jurídico?
El gran reto de la Asesoría Jurídica es dar la adecuada respuesta a los retos de la Compañía. Desde este punto de vista hemos tenido que afrontar entre otros los retos de dar el adecuado soporte legal a un negocio cada vez más competitivo, más digital y con altos requerimientos de sostenibilidad. Así trabajamos día a día, con foco en conseguir los contratos más ágiles y seguros y así asegurar el cumplimiento de normativas complejas como el derecho de defensa de la competencia, la normativa de protección de datos, la responsabilidad penal de la Compañía y la sostenibilidad, que presenta para nosotros retos importantes desde el punto de vista medioambiental y de relaciones con nuestro entorno; el reto de la digitalización y nuevas formas de llegada al mercado, y la transformación cultural y nuevo estilo de liderazgo, proyecto prioritario hoy dentro de la Compañía, enfocado en convertir a todos nuestros profesionales, incluidos los Abogados, en los profesionales del futuro que necesita la Compañía para competir y garantizar un crecimiento rentable.
En los últimos años el abogado de empresa ha pasado de ser un mero asesor jurídico a convertirse en un aliado estratégico de la dirección por su capacidad de conectar los equipos administrativos, los empleados y el área de Recursos Humanos. ¿Cómo desempeñan esta función de business partner desde su Departamento?
En Asesoría Jurídica llevamos ya varios años con un modelo de integración del equipo jurídico en el negocio y asumiendo un papel y una responsabilidad en el mismo y, desde esa integración, aportando el conocimiento y el soporte necesario, en la misma medida que el conocimiento financiero, estratégico o comercial.
La máxima expresión de este modelo es la presencia de la Dirección de la Asesoría Jurídica como un miembro más del Comité Ejecutivo de la Compañía.
Nuestros clientes internos (departamentos comerciales, industriales, financieros, de marketing, etc.) quieren verse acompañados por un asesor jurídico con el que se familiarizan, al que incorporan a sus comités y al que no tienen que explicar los temas desde el principio ya que conoce el departamento, su negocio, a su equipo e incluso ha participado en la elaboración de sus planes anuales.
Esta manera de entender la profesión permite al abogado in-house convertirse en un Business Partner, que se integra en los equipos de negocio, incluso en su misma ubicación, y les proporciona un asesoramiento integral en la consecución de todos sus objetivos, coordinándose con otros asesores, internos y externos, y garantizando que el equipo al que asesora obtenga un soporte jurídico eficaz, ágil, especializado y con un alto nivel de calidad y velocidad.
Como resumen, como abogados internos, tenemos la oportunidad de desarrollar un rol híbrido que nos permite participar tanto en decisiones jurídicas como de negocio. Esta condición nos permite alcanzar un completo entendimiento del negocio, del riesgo jurídico, así como realizar su aplicación en la visión a medio y largo plazo de la Compañía.
Las empresas han tenido y tienen que hacer un gran esfuerzo para adaptarse al nuevo marco normativo en materia de compliance, a lo que ahora se ha sumado el cumplimiento de los criterios ESG. ¿Cómo puede ayudar una asesoría jurídica a minimizar los riesgos medioambientales, sociales y de gobernanza?
Este es uno de los temas que más me gustan de mis funciones y de los que más orgullosos nos sentimos. Mucho antes de que irrumpieran en el mundo jurídico y empresarial los programas de Compliance, Mahou San Miguel ya llevaba en su ADN, desde su fundación, la exigencia de las cosas bien hechas. Como dijo hace muchos años Brígida Solana, esposa de Casimiro Mahou y fundadora, junto a sus hijos, de nuestra Compañía, hay que gestionar el negocio "sin atajos".
El nivel de exigencia ética, de excelencia en el cuidado del medioambiente, de colaboración con la sociedad y del orden y la transparencia en el Gobierno de la Compañía, ha estado ahí siempre. Por tanto, adaptar nuestra esencia a las exigencias actuales de sostenibilidad y cumplimiento ha sido fácil.
El trabajo conjunto es estos temas de la Asesoría Jurídica, la Dirección de Auditoría y Control Interno y la Dirección de Sostenibilidad, junto con el apoyo de la Dirección General, nuestros accionistas y órganos de gobierno ha sido clave. A ello ha contribuido el papel del Comité Etico que, de manera permanente, difunde y controla el cumplimiento, no solo de la normativa penal que puede implicar responsabilidad para la Compañía, sino de todo tipo de normativa y, principalmente, de la difusión de los principios y las políticas generales, que deben presidir siempre la actuación de la Compañía y de sus profesionales.
Usted es una defensora del uso e impulso de las nuevas tecnologías como fórmula para conseguir una asesoría jurídica moderna y eficaz, que les permita centrarse en los temas relevantes al eliminar las tareas repetitivas que generan menor valor añadido. ¿En qué punto se encuentra su proceso de transformación digital?
Efectivamente, soy una defensora total del uso de las nuevas tecnologías. Solo así se puede ganar en eficiencia y ser capaces de medir resultados y de detectar áreas de mejora. Nuestro lema es no emplear tiempo en cosas que puedan hacer una herramienta tecnológica, queremos dedicarnos a la atención a nuestros clientes y a generar valor añadido.
Actualmente tenemos herramientas digitales aplicadas a las siguientes funciones ;. Expedientes virtuales (de uso compartido con asesores externos. (Fusión-Thomson Reuter), Herramienta de gestión de órganos de Gobierno (Gobertia), Herramienta de Compliance (Archer), Canal Ético Digital (EQS), Base de datos de información corporativa global (Thomson Reuters), Herramienta de gestión integral de contratación (Contract-pod), Herramienta de gestión de Promociones (SIA), Firma Digital (SIA).
Y en este tema el futuro está aún por llegar. Estamos abiertos a nuevas herramientas que nos ayuden y mejoren nuestra gestión.
Unido a lo anterior, la mejor aliada de la transformación, no solo la digital, es la formación de los equipos. ¿Qué valor le dan a la formación y cómo la están implementando?
Toda la Compañía está inmersa en un proceso de formación que nos llevará a una auténtica transformación cultural y a un estilo de liderazgo basado en la eficiencia, la agilidad, la accountability, la autenticidad con valentía y el foco en cliente. Contamos con programas internos, como Ser MSM, enfocados en transformarnos como equipo. Y, como es lógico, lo combinamos con la formación jurídica ad hoc que nos ayuda a mantenernos actualizados en las últimas novedades legislativas y tendencias del mundo jurídico, formación en la que nuestros asesores externos y escuelas de negocio, con las que colaboramos, juegan un papel fundamental. ■