nº 985 - 26 de mayo de 2022
«En 2009 no teníamos a abogados dispuestos a defender al consumidor con conocimiento exhaustivo y en condiciones de hablar de ‘tú a tú’ a la banca»
Patricia Suárez Ramírez. Presidenta de ASUFIN
Fundadora y presidenta de ASUFIN, la Asociación de Usuarios Financieros, desde 2009, Patricia Suárez emprendió esta aventura por ser ella misma una afectada por un producto financiero. Hoy representa a los consumidores en el Comité Consultivo de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) y es asimismo miembro del Comité de Protección a Inversores de la Autoridad Europea de Valores y Mercado (ESMA).
Durante décadas, el consumidor financiero no ha estado suficientemente bien representado en la elaboración del corpus legislativo
En ASUFIN entendimos que un papel muy importante que teníamos que representar, como voz de los consumidores financieros, era contribuir a que nuestros derechos se vieran reflejados en normas de obligado cumplimiento
Preside ASUFIN desde 2009. ¿Qué valoración hace de esta trayectoria y qué espera en el futuro?
Diría que, como todo en la vida, podemos hacer un balance de cosas positivas y negativas, o mejor dicho, en proceso de mejora. Evidentemente, hemos dado pasos de gigante en protección del consumidor financiero. Cuando empezábamos en 2009 a ver las consecuencias de la crisis financiera, ni siquiera teníamos a abogados que estuvieran dispuestos a defender al consumidor con conocimiento exhaustivo y en condiciones de hablar «de tú a tú» a la banca. Eso ya no es así ahora. Abogados y me atrevería a decir, magistrados también, han ido acumulando un conocimiento que antes no se tenía del derecho bancario y la necesaria protección al consumidor. Y los consumidores, por nuestra parte, hemos sido conscientes de que hay que defender nuestros derechos. En el debe, anotaría que tenemos que seguir mejorando los métodos de resolución de conflictos porque no podemos seguir resolviendo todo en los tribunales.
Especialista en procedimientos por IRPH, Revolving, Swaps, Hipoteca Multidivisa, Preferentes, Estructurados ¿impulsa el lobby normativo con el propósito de influir para que la legislación proteja al consumidor?
Por supuesto. Pero hay que explicar bien lo que supone esto: durante décadas, el consumidor financiero no ha estado suficientemente bien representado en la elaboración del corpus legislativo y ello se debe en buena parte al esfuerzo que supone hacer lobby. Se necesita un equipo especializado, solvente, que pueda interpretar el impacto que supone cualquier modificación normativa. Además, el trabajo comienza en Europa y luego se traslada a España, con la transposición de las directivas y reglamentos europeos. En ASUFIN entendimos claramente que un papel muy importante que teníamos que representar, como voz de los consumidores financieros, era contribuir a que nuestros derechos se vieran reflejados en normas de obligado cumplimiento.
¿Son los productos financieros el ‘talón de Aquiles’ de los consumidores?
Nuestras decisiones financieras tienen un impacto relevante en nuestra economía, por lo que la contratación de un producto financiero es un acto de consumo con consecuencias que deben tomarse en serio. Pensemos en la hipoteca, por ejemplo, la compra o inversión más relevante que muchos consumidores abordan en su vida. Las implicaciones son enormes porque se extienden durante buena parte de la vida laboral de la mayoría de los ciudadanos: 20, 30, e incluso 40 años. Desde luego no puede equipararse a la compra de cualquier artículo de consumo. Por esa razón, desde ASUFIN también ponemos muchísimo énfasis y créame que ocupa buena parte de nuestras energías, en la labor de educación financiera. Pero considerada no solo como herramientas que ponemos a disposición de perfeccionar el conocimiento de los consumidores, sino también como un mensaje para la otra parte, industria, reguladores y, en general, organismos que velan por los intereses públicos. Y el mensaje es el siguiente: los consumidores cada vez estarán mejor formados para paliar el desequilibrio informativo, por lo que exigimos transparencia en la información, cero abusos.
¿Cuándo y cómo se podrá frenar el colapso en los juzgados por estas prácticas abusivas?
Cuando se les dote, realmente, de medios técnicos y humanos. Pero sobre todo cuando se establezcan mecanismos que disuadan a la banca a seguir litigando. Mientras no entendamos que una entidad financiera o compañía que ejerce una mala praxis se enfrente a sus clientes en tribunales y devuelva el dinero años después, a veces incluso sin tener que asumir las costas del procedimiento o obteniendo una importante reducción, estaremos perpetuando el problema. ¿Cómo se disuade? Con sanciones económicas y con decisiones vinculantes que obliguen a la entidad a devolver el dinero a todos sus clientes, hayan reclamado o no. No es una medida novedosa. E n países de nuestro entorno, como Inglaterra, el regulador sanciona y obliga a resarcir a los clientes sin necesidad de ir a los tribunales.
Con carácter general, ¿cómo valora las resoluciones de los tribunales en materia de defensa de los derechos de los afectados por productos financieros?
Los tribunales han ido evolucionando, conociendo cada vez mejor la problemática de los productos financieros y dando la razón a los clientes en más del 95 % de los casos. Sin embargo, en los pasados años hemos vivido grandes vaivenes jurisprudenciales, que se han tenido que corregir con cuestiones prejudiciales al TJUE, como la retroactividad de la cláusula suelo. Esta situación ha generado una gran inseguridad jurídica que no es buena para ninguna de las partes y una gran insatisfacción también por parte de muchos magistrados de instancia, que observan cómo el Tribunal Supremo muchas veces hace política económica perjudicando los intereses de los consumidores. ■