nº 986 - 30 de junio de 2022
Smart Contracts, una realidad aplicable ya en los despachos
Jose Enrique Rodríguez Zarza. Colegiado 68.400 ICAM. Director de Negocio pagoscertificados.com
En un Smart Contracts nunca se van a poder dar distintas interpretaciones, pues se va a configurar como un protocolo susceptible de hacer realidad lo pactado
Debemos abrazar los contratos inteligentes y el Blockchain como tecnología amigable que no supondrá la sustitución de los operadores jurídicos sino más bien una nueva oportunidad profesional
Smart Contracts, Blockchain, Big Data, internet de las cosas, Impresión 3D, Realidad Aumentada, 5G… Inmersos en la era de la Cuarta Revolución Industrial, caracterizada por la innovación tecnológica y la digitalización, han emergido tecnologías disruptivas que marcan un antes y un después en la forma de trabajar de los profesionales del derecho.
El acompañamiento jurídico a estos desarrollos es cada vez más requerido por empresas, start-ups y por el sector público. Es imprescindible que los abogados adquiramos competencias en tecnologías digitales habilitadoras para abordar los nuevos retos prácticos de asesoramiento de clientes y desarrollo normativo que plantea esta nueva realidad.
¿Qué es un Smart Contracts?
Un contrato inteligente es un programa informático que permite que una máquina ejecute automáticamente acuerdos derivados de una relación humana que previamente han establecido las personas implicadas en la misma, asegurando el cumplimiento de dichos acuerdos.
Que el contrato sea autoejecutable significa que ciertas acciones suceden como resultado de que se cumplan una serie de condiciones específicas, las que las partes hayan acordado en dicho contrato. Es decir, cuando se da una condición establecida con anterioridad, el contrato inteligente la detecta y ejecuta automáticamente la cláusula correspondiente.
Para ello, las partes han debido llevar a cabo una negociación y escribir esos pactos como un programa informático (ordenes programadas previamente) en lugar de utilizar un documento impreso con lenguaje legal. El programa define las reglas y consecuencias estrictas del mismo modo que lo haría un documento legal tradicional.
Se trata de automatizar las relaciones contractuales entre personas sin la intervención de un intermediario de confianza y sin conflictos, ya que los Smart Contracts son capaces de ejecutarse y hacerse cumplir por sí mismos.
¿Dónde se almacenan y registran los Smart Contracts?
Las estipulaciones del contrato se transforman en un código que se integra en una Blockchain (cadena de bloques).
El Blockchain es un tipo de base de datos en la cual toda la información está repartida entre distintos contenedores, todos conectados entre sí, aunque administrados cada uno de manera independiente.
Se trata de un sistema de almacenamiento de datos cuya peculiaridad reside en el modo en el que se distribuye su información, que es repartida entre los diferentes dispositivos que conforman la cadena de bloques.
La información de todas las transacciones se encuentra copiada y compartida en millones de libros de todo el mundo, libros entre los que no hay uno más importante que otro. Todos son idénticos y solamente se da por válida una operación si aparece en esos millones de espacios compartidos. No existe una red centralizada.
Es un sistema seguro ideado para mantener la estructura de su información intacta, pero que, en caso de necesidad de modificación, requerirá de la aprobación del cambio por un determinado número de participantes (nodos).
Los Smart Contracts se ejecutan en un sistema no controlado por las partes intervinientes.
¿Por qué son tan seguros los Smart Contracts?
Si una entidad central recibe un ataque, el sistema entero puede fallar. Pero si uno de los millones de nodos sufre un ataque, no pasaría nada. La tecnología Blockchain está considerada como uno de los avances tecnológicos más revolucionarios de nuestros tiempos. Hasta ahora los datos siempre han estado gestionados por entidades gubernamentales o grandes empresas, pero ahora pueden ser los propios usuarios quienes tienen la seguridad de trabajar con transparencia sin la necesidad de intermediarios.
¿Cómo funciona el Blockchain?
Cada bloque contiene metainformación en relación con otro bloque del sistema que existía con anterioridad en un eje temporal concreto. Los bloques que conforman la red Blockchain se identifican mediante un hash único derivado del bloque anterior.
Gracias a este identificador único, se pueden estructurar cronológicamente los bloques. Referenciándose cada bloque al original que lo generó. De esta manera, solo se introducen y replican en la red Blockchain aquellos bloques que contienen un identificador hash válido.
A su vez, la información contenida en los bloques se encuentra cifrada mediante técnicas criptográficas. Estas impiden la alteración y/o modificación de los bloques de la cadena si no existe «consenso» en la red distribuida. Es decir, la información que contiene un bloque solo puede ser repudiada o editada, implicando con ello la modificación de todos los bloques posteriores.
Esta estructura de una red Blockchain hace que la propia red actúe como una base de datos certificada y pública cuyo historial de información es irrefutable al estar consensuado y certificado por todos los bloques de la cadena. Proporcionando así un registro distribuido que apoya y garantiza la integridad y veracidad de la información.
Interpretación de un Smart Contracts
En cuanto al contenido del contrato, en un Smart Contracts nunca se van a poder dar distintas interpretaciones, pues se va a configurar como un protocolo susceptible de hacer realidad lo pactado, al contrario de lo que puede ocurrir con los contratos convencionales.
El uso de los Smart Contracts aporta seguridad a los procesos contractuales y reduce los conflictos vinculados a las relaciones transaccionales.
En ellos, el tradicional redactado del contrato es sustituido por un código informático de tipo condicional, en el que las partes programan diferentes resultados para una variedad de posibilidades «If this, then that».
Cuando se cumple una condición pre-programada, el programa ejecuta la cláusula contractual correspondiente.
Además, por la naturaleza de la operativa Blockchain el contrato pactado será inalterable, inmutable, perdurable en el tiempo.
En los Smart Contracts, los ordenadores juegan un rol activo. No se trata solamente de almacenar electrónicamente documentación o permitir la firma electrónica, como se ha hecho hasta ahora, sino que estos programas realizan análisis y ejecutan alguna de las partes de su lógica interna.
Ventajas del uso de la tecnología Smart Contracts
– Aporta inmediatez y seguridad en las transacciones, optimizando el trabajo de los despachos, con un ahorro de tiempo y costes.
– Permite formalizar y cerrar acuerdos desde cualquier lugar, sin desplazamientos.
– Favorecerá la descongestión de los juzgados ya que la configuración de medidas ejecutivas automatizadas que incorporan los Smart Contracts hará innecesario acudir a la Administración de Justicia para ejecutar lo pactado al ser el propio sistema informático el encargado de hacerlo.
– Favorece la cultura del acuerdo, ya que descentraliza la confianza; ya no será necesario confiar en nadie para realizar pactos.
– Asegurar la ejecución del contrato.
– Mejora de la eficiencia de los procesos de gestión de contratos: se simplifican y automatizan las distintas etapas (creación, envío, seguimiento, archivo) y se evitan errores.
– Mejora el servicio prestado al nuevo cliente de perfil tecnológico que demanda la modernización del servicio letrado.
– Reducción de costes inherentes a la gestión documental: consumo de papel y tinta, mantenimiento de impresoras, mailings y material de oficina, espacio de almacenamiento.
– Respeto por el medio ambiente con una solución sin papel.
¿Cuáles son las principales dudas que plantean los Smart Contracts a los juristas?
El principal inconveniente de los Smart Contracts es la inmutabilidad del contenido. Las estipulaciones del contrato pasan a ser un protocolo informático que se inserta en la Blockchain, por lo que no puede ser modificado, ni tan siquiera en los casos en los que haya un fallo en la programación. Al estar vinculados a determinados valores, un contrato inteligente mal programado dará lugar a pérdidas de dinero u otras situaciones irrecuperables.
La Blockchain es una red accesible a todos y, por lo tanto, pública, por lo que pueden plantearse problemas con la protección de datos, por ejemplo, en asuntos como el derecho al olvido, pues lo introducido en la Blockchain es imborrable.
El lugar de celebración de un contrato también es una fuente de polémica, pues estos no se encuentran físicamente en ningún sitio, puesto que la Blockchain consiste en una red mundial basada en la confianza de sus integrantes. Mientras llega una regulación específica, podemos solucionarlo con una cláusula en la que las partes pacten la jurisdicción y ley aplicables.
Como transición al Blockchain, algunas herramientas españolas ofrecen una solución basada en tecnología Smart Contracts, que permite realizar contratos inteligentes y autoejecutables, pero a través de una plataforma centralizada.
Casos de uso de los Smart Contracts
La tecnología Smart Contracts ya se está utilizando en España para celebrar contratos online entre partes adversas en los que deba mediar un pago, condicionando la eficacia jurídica del contrato y su posibilidad de descarga de la plataforma de firma digital al pago de la cantidad pactada.
Son muy amplios los casos de uso que ofrecen los Smart Contracts:
– Realización de pagos automáticos: Integrándose en la programación del contrato las condiciones fácticas y temporales que desencadenan la realización de un pago. Este proceso es automático, es decir, no hay intermediarios, simplemente el acuerdo se cumple y el dinero se transfiere.
– Adquisiciones automáticas: Sean de consumo o acudiendo por ejemplo a mercados financieros. Configurando el contrato para su ejecución automática cuando se den condiciones específicas.
– Registros de la Propiedad: mediante tecnología Blockchain se puede integrar el conjunto documental de una propiedad y modificar de acuerdo con las leyes de la red Blockchain, la titularidad de la propiedad. También conocido como la tokenización inmobiliaria.
– Propiedad Intelectual: con esta tecnología la atribución de los derechos de IP y derivados queda consensuada y clara en la red Blockchain. Permitiendo automatizar el reconocimiento de la autoría de una obra individual o colectiva y, con ello, el reparto de los derechos económicos derivados de dicha obra.
– Sector Asegurador: automatizándose el proceso de pagos por accidentes y contingencias aseguradas. Se podría utilizar un Smart Contract en un seguro de viajes para compensar automáticamente a un cliente en caso de que su vuelo o reserva haya sufrido un percance por el que se le tenga que indemnizar. La ventaja para el cliente es que no realizará el trámite administrativo correspondiente, al liberarse la indemnización automáticamente. Para la empresa, la ventaja sería un ahorro de tiempo y productividad al no tener que tramitar manualmente la solicitud de indemnización al cliente.
– Productos Financieros: automatizando flujos de trabajo como la aprobación de las condiciones de un crédito o la amortización de plazos.
– Herencias: mediante los testamentos inteligentes insertados en un Smart Contracts se podrían automatizar y agilizar las operaciones necesarias para la partición y adquisición de la herencia por parte de los legítimos herederos.
– Servicios de entrega: para los servicios de envío de paquetería o similares, los Smart Contracts se podrían utilizar para abonar el dinero a la empresa logística una vez se haya entregado el paquete. La ventaja es que este tipo de transacciones serían en tiempo real.
Los Smart Contracts, basados en tecnología Blockchain se pueden aplicar a multitud de negocios jurídicos ofreciendo ventajas respecto a los contratos convencionales como la seguridad, la reducción de costes y la automatización de procesos.
Este mismo concepto se puede llegar a aplicar a tecnologías emergentes que relacionen el entorno físico con el mundo virtual. Cualquier servicio que permita una cierta automatización podría ser organizado a través de un Smart Contracts, consiguiendo disminuir el tiempo, eliminando intermediarios y disminuyendo conflictos.
Los Smart Contracts, una oportunidad para las profesiones jurídicas
Son muchos operadores jurídicos a los que genera miedo, dudas o escepticismo la configuración de contratos inteligentes basados en Blockchain: notarios que temen ser sustituidos por una tecnología que posibilita la no intervención de terceros para la formalización de una transacción y su conservación, registradores que consideran que su labor puede ser asumida por esta herramienta informática fiable que preserva la integridad de la información y no permite su modificación, abogados que piensan que la profesión está abocada a desaparecer por el uso de estas tecnologías…
En mi opinión debemos abrazar los contratos inteligentes y el Blockchain como tecnología amigable que no supondrá la sustitución de los operadores jurídicos, sino más bien una nueva oportunidad profesional y una evolución en el sector legal ya que se trata de una disciplina desconocida que sin duda será fuente de nuevos y diferentes conflictos jurídicos (efectos jurídicos de los Smart Contracts, jurisdicción y competencia de los contratos inteligentes, aplicación de la normativa en materia de protección de datos, tokenización…), que además necesita a un humano que defina la interacción de las partes involucradas y programe al contrato.
El humano también puede actuar en la configuración de los contratos inteligentes como oráculo que alimente los datos de entrada necesarios para su que se ejecuten.
Los clientes (particulares y empresas) deberán contar con el asesoramiento de expertos en tecnología Blockchain a la hora de optar por los Smart Contracts como instrumento para entablar todo tipo de negocios y relaciones jurídicas con terceros.
El principal reto de tecnólogos y juristas es trabajar con el objetivo común de escribir contratos inteligentes, aportando unos sus conocimientos técnicos y otros su experiencia en leyes. No se trata solo de trasladar el lenguaje legal a un mundo computacional, sino de utilizar el ingenio, la creatividad y la experiencia jurídica para elaborar contratos correctamente programados, con validez jurídica y que no tengan fallos de seguridad, ni errores de ejecución, ni comportamientos inesperados que puedan dar lugar a inseguridades entre las partes.
Conclusión
Los juristas debemos saber que el uso de la tecnología Smart Contracts y del Blockchain pueden ayudar a construir un mundo más justo. Hemos de ser conscientes de que tenemos una potente herramienta a nuestro servicio. Tenemos el reto de formarnos y aprender sobre ella, porque solo conociéndola le perderemos el miedo.
Negación, resistencia, adaptación y exploración, según la psicóloga Elisabeth Küber-Ross, estas son las etapas por las que pasa una persona ante un cambio.
¿En qué fase de la curva de cambio te encuentras? Ha llegado el momento de explorar las ventajas que te ya te ofrece la tecnología Blockchain. ■