nº 988 - 6 de octubre de 2022
«Por las mañanas, el primer paso es siempre reenviar las Alertas especializadas de Aranzadi para estar al día con la última legislación y jurisprudencia del BOE»
Daina Grinbergs Liepa. Bibliotecaria en Baker & McKenzie
«Cada vez somos más virtuales y más globales, y estamos más interconectados y centralizados, con apoyo de servicios externos»
«El libro y texto electrónicos han sido de valor inestimable durante los tiempos del Covid y sin duda señalamos el camino hacia el futuro»
«Nuestra misión es filtrar y unificar para que los abogados no se sobrecarguen de información y, al mismo tiempo, tenerlos al tanto de las novedades específicas y contextuales»
Daina Grinbergs se licenció en la Universidad de Illinois en Champaign-Urbana, centro en el además sacó el título de posgrado de MLS (Master in Library Science o Biblioteconomía). Esta universidad ofrecía un programa de estudios en el extranjero (de un año de duración) de lengua, literatura y cultura españolas, que Daina Grinbergs emprendió, terminando por enamorarse de Barcelona y de Catalunya, incluso quedándose a vivir en la Ciudad Condal. Antes de entrar en la biblioteca de Baker & McKenzie, trabajó varios años de bibliotecaria en el Instituto de Estudios Norteamericanos, que en aquella época funcionaba como un centro cultural binacional, subvencionado en parte por la United States Information Agency, donde atendió un amplio surtido de consultas de estudiantes y del público en general sobre los Estados Unidos y su cultura, y de peticiones concretas que procedían de entidades como el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat. Al entrar en Baker & McKenzie aportó esta experiencia al mundo especializado de la documentación legal, donde entró en contacto con las fuentes del mundo jurídico.
¿Qué balance hace de estas dos décadas largas como bibliotecaria de Baker & MacKenzie?
He visto y vivido la época de la introducción de la informática en el mundo de la documentación, pasando por todas las fases de la evolución de los ordenadores, las bases de datos, Internet, megadata, libros electrónicos, nubes… aunque no han cambiado las cuestiones básicas, como organizar, almacenar, localizar y facilitar información y evaluarla. No obstante, la tecnología ha modificado mucho el comportamiento y expectativas de los usuarios, que no siempre entienden las limitaciones generadas o inherentes a cualquier búsqueda general, en Google o de free text; limitaciones de vocabulario, limitaciones de enfoque, evaluación de la fuente, arquitectura del conocimiento, etc. La cantidad de información disponible exacerba a veces estos impedimentos.
¿Cómo es para usted un día de trabajo?
Por las mañanas, el primer paso es siempre reenviar las Alertas especializadas de Aranzadi para estar al día con la última legislación y jurisprudencia del BOE o el Consejo de Ministros. Después revisamos las noticias de la prensa nacional que nos remite el servicio de MYNEWS según especialidades o sectores, las reunimos, editamos y revisamos con citaciones y enlaces a otras fuentes, a webs jurídicas nacionales y europeas. Nuestra misión es filtrar y unificar para que los abogados no se sobrecarguen de información y, al mismo tiempo, tenerlos al tanto de las novedades específicas y contextuales, y crear una pequeña base de datos interna. Combinamos esta tarea con el préstamo de consultas y bibliografía, y desarrollo del fondo.
¿Supone la gestión del aérea documental una de las piedras angulares de sus tareas?
Las bibliotecas de Baker & McKenzie son parte integral de la estructura del departamento global de Knowledge Management de la firma y la gestión documental, aunque su intervención directa en KM depende del despacho y el tamaño del mismo.
¿Cómo se conecta un departamento tan específico como el suyo con la estructura empresarial de un gran despacho?
Cada vez somos más virtuales y más globales, y estamos más interconectados y centralizados, con apoyo de servicios externos.
¿En qué favorece el trabajo de la plantilla de Baker & McKenzie el hecho de disponer de herramientas como Thomson Reuters Proview?
El libro y texto electrónicos han sido de valor inestimable durante los tiempos del Covid y sin duda señalamos el camino hacia el futuro. El deseo del bufete es ser cada vez más virtual y electrónico, aunque yo personalmente apoyo el punto de vista de que el libro digital no es un sustituto, sino un complemento. Creo que el próximo paso podría ser el de los Conductive Print Books, libros impresos con páginas que permiten unificar el conjunto con otras fuentes electrónicas, porque no se trata de cambiar un formato físico por otro igual en versión digital, sino utilizar la tecnología disponible para aumentar la integración. ■