⬅
⬆
➡
⬇
nº 991 - 29 de diciembre de 2022
El nuevo decano presenta sus avales
Tenía 17 años cuando llegué a Madrid, para estudiar derecho. Los días antes de empezar la universidad, descubrí que la soledad no es una experiencia inútil, sino un reciclaje del corazón para volver a colocar en su sitio las cosas que realmente son importantes. Con ese aprendizaje, y el inquebrantable propósito de cumplir honestamente el compromiso con el esfuerzo que estaban realizando mis padres, que me otorgaron las posibilidades que ellos no tuvieron con el insuperable esfuerzo de una generación que nos lo ha dado todo, me licencié en ICADE, realicé el Curso de Práctica Jurídica de Empresa y cursé la primera edición de su Máster en Asesoría Jurídica de Empresas. Veinticuatro horas después de obtener el certificado, presenté mi solicitud de colegiación al ICAM y en cuanto atesoré los cursos y antigüedad necesarias me di de alta en el turno de oficio, al que sigo prestando mis servicios en civil y penal, menores, violencia de género, Audiencia Nacional, Tribunal Supremo y Tribunal Constitucional, siempre ligado al mundo asociativo de la Abogacía, perteneciendo a ALTODO, ANAVA, APACSA y AEDC, entre otras.
En el año 1997, mi curiosidad por aprender y comprender lo más ignorado y desatendido de la ley, me llevó a una asociación de amas de casa y consumidores. Y de ahí a ganar la beca de asesor jurídico del Consejo de Consumidores y Usuarios del Ministerio de Sanidad y Consumo. No esperaba nada especial, pues por aquel entonces, ser un abogado desconocido de 22 años y alegar en demandas y juicios conceptos «espectaculares» que definían la función social del derecho de consumo, era como informar en idioma swahili o bantú; Igual que, cuando en 1999, recién cumplidos los 25, me recorrí nuestra geografía formando a compañeros de la Abogacía en la defensa de la violencia de género y tratando de promover una ley, que en aquella época no existía. La emoción, la ilusión de servir a los demás, y las ganas de hacerlo bien, me posibilitaron superar aquellos primeros años llenos de aprietos y dificultades, y emprender el reto de crear mi propio despacho liderando algunas de las acciones más relevantes de Europa, en defensa de los intereses generales de los consumidores.
He representado al Reino de España en el Grupo Europeo Consultivo de Consumidores de la UE. He sido Árbitro de la Junta Nacional de Arbitraje de Consumo. Consejero del Consejo General del Sistema Arbitral de Consumo. Representante de la Comisión Europea en el Diálogo de Consumo UE-Japón. Miembro de distintas Comisiones especializadas del Consejo Nacional de Consumidores y Usuarios. Consejero del Consejo Asesor de Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información. He tenido la oportunidad de colaborar con la Fiscalía Anticorrupción y la Comisión Europea en la preparación de la incorporación a la UE de algunos países de la Europa del Este. He sido Presidente de la Asociación Española de Derecho del Consumo. Y colaborador honorífico de la Universidad Complutense a través del Departamento de Constitucional de la Facultad de Ciencias de la Información, donde realicé mi suficiencia investigadora en cursos de doctorado. He tenido la oportunidad de impartir conferencias y participar en Congresos en todas las latitudes: desde Japón a Centroamérica. Y también de recibir formación en liderazgo social en Roma durante un año, gracias a la Comisión Europea y a la Europa en la que creo. La vida me ha concedido el privilegio de poder publicar más de una treintena de obras jurídica con la ilusión de contribuir a una sociedad mejor, que es la que deseo dejar a mis tres hijos.
En 2018 fui nombrado Diputado 3º del ICAM en la candidatura encabezada por José María Alonso, de cuya veteranía y templanza en los momentos difíciles, aprendí que, es mejor líder aquel quien más escucha, y que la experiencia no sólo consiste en el número de cosas que se han visto, sino el número de cosas que se han reflexionado. ■