nº 991 - 29 de diciembre de 2022
«Los abogados deben ver en la digitalización un aliado y no un enemigo; la Inteligencia Artificial no nos va a sustituir»
Alicia Muñoz Lombardía. Vicesecretaria del Consejo de Santander España
«Nuestro rol en las empresas ha cambiado, los equipos legales debemos estar cada vez más cerca del negocio, liderar el proceso de transformación y participar de la visión y el plan de negocio del banco»
«Los abogados tenemos una clara responsabilidad y debemos contribuir al progreso y utilizar la regulación como aliada para identificar oportunidades»
Alicia Muñoz Lombardía es vicesecretaria del consejo de Santander España y responsable de gobierno, regulación y privacidad. Ha desarrollado toda su carrera profesional en Grupo Santander en diversos puestos directivos vinculados al asesoramiento legal y cumplimiento, con interlocución con el consejo de Santander España, equipo directivo así como reguladores, supervisores y administraciones públicas. Además, ha sido consejera y secretaria de varias sociedades y, actualmente pertenece a los consejos de administración de Santander Seguros, Santander Legal y Cumplimiento y es consejera independiente de Canal de Isabel II, así como secretaria del Consejo de Administración de Redsys Servicios de Procesamiento. Conferenciante habitual, desarrolla su labor docente en varios programas de postgrado y master relacionados con gobierno corporativo. Ha recibido varios reconocimientos como el InspiralLaw 2019 y 2020.
La transformación digital es clave para las empresas con independencia de su actividad o dimensión. Como responsable última de este proceso en la Secretaría General de Santander España ¿cuáles son, a su juicio, los principales retos?
Efectivamente, la transformación digital de las organizaciones y de sus departamentos es fundamental y la Secretaría General de Santander España no es ninguna excepción. El confinamiento derivado de la pandemia aceleró el cambio y es fundamental adaptarnos al nuevo entorno económico y social. Nuestros clientes demandan soluciones sencillas y ágiles con modelos de relación basados en la confianza y la transparencia. El proceso de transformación digital nos debe acercar al cliente adaptándonos a sus nuevos comportamientos y necesidades.
La automatización de los procesos, la gestión digital de la documentación y el análisis del dato son, en síntesis, tres ejes principales en los que estamos pivotando la transformación del área. Sin embargo, el primer paso para acometer este desafío con éxito es que las personas abracen el cambio y lo asuman como propio para lo cual, es fundamental implantar una nueva cultura. Para nosotros es fundamental trabajar en un entorno de trabajo colaborativo, con modelos organizativos ágiles y equipos multidisciplinares que fomenten el desarrollo de la inteligencia colectiva y la generación acelerada de las soluciones más eficientes.
Imaginamos que cualquier cambio en la forma de trabajar de los abogados supone un esfuerzo y cuesta alterar la dinámica de años ¿qué palancas están activando este cambio?
Nuestro rol en las empresas ha cambiado, los equipos legales debemos estar cada vez más cerca del negocio, liderar el proceso de transformación y participar de la visión y el plan de negocio del banco. Llevamos años impulsando acciones formativas orientadas a descubrir y a aprender sobre las nuevas capacidades tecnológicas y cada vez son más los letrados que proponen iniciativas de transformación digital.
En las asesorías ya no hay solo licenciados en derecho sino otras titulaciones de manera que se conforman equipos multidisciplinares y muy diversos para atender todas las necesidades y disponer de conocimiento experto y técnico y power skills o habilidades blandas para prestar el mejor servicio.
Desde hace años nos hemos convertido en un área comprometida con la transformación y que abraza el cambio con proyectos innovadores como es la digitalización de los modelos contractuales basados en cláusulas reutilizables, o la implantación de un proceso ágil de firma digital para la documentación de los órganos de gobierno o la lectura y descarga automática de todas las notificaciones judiciales y administrativas incluidas en las sedes electrónicas.
Cambiar es siempre difícil y costoso, pero es clave para lograr que las nuevas aplicaciones se usen y se usen bien y para ello, los usuarios deben estar involucrados en todo el proceso, co-creando con Tecnología y Negocio. Los abogados deben ver en la digitalización un aliado y no un enemigo; la Inteligencia Artificial, al contrario, nos permitirá trabajar mejor, automatizando tareas rutinarias lo que nos permitirá dedicar más tiempo al asesoramiento técnico que aporte valor al negocio.
Para ello, es fundamental estar al día en las nuevas tecnologías, entender cómo funcionan y qué nos pueden ofrecer y crear redes para lo cual, la directora de transformación mantiene un diálogo tanto con los equipos de Secretaría General de Santander España como con los equipos de Tecnología y Operaciones, así como con Negocio, para cocrear las soluciones.
En cuanto a los aspectos ESG, observo que los abogados estáis adquiriendo un rol relevante y no solo en materia de gobernanza, sino también en las dimensiones social y ambiental y, de hecho, usted ha obtenido el certificado International Sustainable Finance ¿Cuál es el compromiso de su entidad con los ODS? ¿En qué ámbitos centran sus mayores esfuerzos? ¿Qué aporta la Secretaría General de Santander España?
La actividad bancaria nos permite contribuir a varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas y apoyar el Acuerdo de París para combatir el cambio climático y adaptarnos a sus efectos. Concretamente son once ODS (1, 4, 5, 7, 8, 10, 11, 12, 13, 16 y 17) con los que contribuimos de forma muy destacada a través de nuestra actividad y nuestros programas sociales: nuestra estrategia de inclusión y empoderamiento financiero; nuestro compromiso histórico con la educación, el emprendimiento y la empleabilidad a través del proyecto de Santander Universidades; nuestro equipo de profesionales preparados y comprometidos que trabajan para construir un banco diverso e inclusivo; nuestro compromiso de inversión social en las comunidades en las que estamos presentes; y –por último– nuestro apoyo a la transición a una economía verde.
Sobre este último aspecto, del que ahora se habla tanto, combatir el cambio climático es un objetivo clave para Santander como financiador y catalizador de fondos hacia la economía. La regulación, tanto directivas comunitarias y normas con rango de ley, como recomendaciones de organismos internacionales y asociaciones a las que estamos adheridos, son la guía fundamental en nuestra hoja de ruta de finanzas sostenibles. Además, el escrutinio supervisor en esta materia se ha intensificado y, por tanto, hay que alinearse con las expectativas de las guías de supervisores y reguladores y las demandas del resto de los grupos de interés.
Finalmente, una gobernanza robusta es fundamental para la adecuada toma de decisiones ya que el gobierno corporativo actúa como amalgama de los aspectos sociales y ambientales, fijando objetivos y métricas concretas, así como marcos y políticas aprobados por los órganos de gobierno de la entidad. Además, las sucesivas crisis (covid, Ucrania, inflación) han puesto de manifiesto la importancia una adecuada planificación y anticipación frente a posibles eventos.
Los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son ya, a día de hoy, una exigencia del mercado. ¿En la actualidad, qué tiene más peso en su implementación, el compromiso de las empresas a contribuir a crear un mundo mejor o simplemente que constituyen una oportunidad de diferenciación?
En los últimos años hemos visto que las empresas cada vez son más conscientes de que, para la creación de valor sostenible y maximizar el valor económico de la empresa, el alineamiento de su estrategia y modelo de negocio con la Agenda 2030 y los ODS deben ser una prioridad. El compromiso con los aspectos sociales y ambientales, hace algunos años, podrían ser un elemento más de diferenciación de una empresa y contribuían a mejorar su reputación, pero ahora constituyen un principio estratégico y deben estar incorporados en el plan de negocio y asumidos por todas las áreas de la organización y, particularmente, por Secretaría General.
En los últimos años se ha acuñado el llamado capitalismo de los grupos de interés o Stakeholders capitalism en virtud del cual el propósito de la compañía no debe ser únicamente maximizar las ganancias y el retorno para los accionistas, sino también crear valor para los stakeholders, ya que, empleados, clientes y la sociedad en general están demandando un compromiso de la compañía y, por tanto, de sus consejos de administración con los aspectos ESG.
Se habla mucho de diversidad en las organizaciones y recientemente el Parlamento Europeo ha aprobado la directiva sobre equilibrio de género en los consejos de administración de las empresas. ¿Hablamos de igualdad o equidad o realmente las compañías perciben la diversidad como activo?
La igualdad es un principio consagrado en la Constitución Española, pero, además, diversos informes han demostrado que la diversidad de género en los consejos contribuye a una mejor toma de decisiones, promueve la innovación, atrae talento de calidad, tiene un claro impacto positivo en la sostenibilidad a largo plazo de la empresa y su compromiso con la transición hacia una economía baja en carbono y, asimismo, se ha demostrado que las empresas que cuentan con consejeras presentan una mayor retorno de las inversiones.
En relación la cuestión anterior, ¿coincide con quienes afirman que la sociedad en general y las empresas en particular han perdido décadas de desarrollo al haber desaprovechado al menos el 50 % del talento?
La historia nos tiene que servir para extraer aprendizajes y avanzar como sociedad, pero dedicar esfuerzos a lamentarnos por lo que pudo haber pasado, resta energías para cambiar las cosas. Yo siempre miro al futuro y estoy convencida de que estamos en una época histórica apasionante en la que, pese a la complejidad del entorno geopolítico y económico, por primera vez, mujeres y hombres, hombres y mujeres, profesionales de distintos entornos culturales, raza o nacionalidades, podemos crear alianzas, generar redes y trabajar juntos para superar la crisis y construir una sociedad más próspera, con unas bases y un tejido productivo más sólidos que promuevan un crecimiento sostenible que permita hacer frente a las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las necesidades de las generaciones futuras.
Es indudable la riqueza que proporciona diversidad en sentido amplio y, por ejemplo, las sociedades occidentales tenemos mucho que aprender de la forma de gestionar las crisis por parte de aquellos continentes como África, que están más acostumbrados a manejarse en la incertidumbre o aprender de la visión largoplacista de los orientales y no pretender obtener resultados inmediatos.
Los abogados tenemos una clara responsabilidad y debemos contribuir al progreso y utilizar la regulación como aliada para identificar oportunidades. La complejidad de la normativa y la especialización implica que, ahora más que nunca, debamos formarnos continuamente y compartir iniciativas y mejores prácticas entre las distintas jurisdicciones, como hacemos entre los compañeros del Grupo Santander que trabajan en las asesorías jurídicas de los países en los que estamos presentes y, por supuesto, a través de publicaciones como Actualidad Jurídica Aranzadi. ■