nº 992 - 26 de enero de 2023
Cómo implementar una cultura de innovación en un despacho de abogados
Fernando J. Biurrun. Consultor Social Media. Fundador Lawandtrends.com
La innovación implica un cambio de mentalidad y de cultura que desde la propia dirección del despacho se tiene que transmitir y motivar
Es importante gestionar el conocimiento adquirido, el análisis de los procesos para su mejora continua y poder centralizar todo ese conocimiento y experiencia para que revierta en la propia organización
Muchas veces asociamos el ser más o menos tecnológicos a la idea de tener la mejor tecnología en el despacho, en la organización. Pero tan importante como contar con los mejores medios tecnológicos es tener una organización, no solo capaz de adaptarse a la tecnología, sino también capaz de aportar ideas y soluciones innovadoras.
Son muchos los despachos que en su día implantaron soluciones que no llegaron a utilizarse por el rechazo de su organización a la innovación.
La innovación implica un cambio de mentalidad y de cultura que desde la propia dirección del despacho se tiene que transmitir y motivar. La cultura de la innovación requiere de una serie de elementos como son:
Dirección implicada en la innovación
El cambio en la organización requiere de un liderazgo y este se debe ejercer desde la dirección. Deberá designar los equipos responsables, será quien asigne y apruebe los presupuestos y los recursos necesarios y hacer el seguimiento de los proyectos.
Una dirección motivadora que transmita los valores y cultura de la innovación impulsará el cambio de mentalidad y será ejemplo en la organización.
Identificar motores de innovación en la organización
Según el tamaño de la organización no basta con una dirección implicada, se requieren de elementos motivadores del cambio. Identificar los motores de cambio es fundamental para impulsar un cambio de mentalidad y de cultura.
Programar y priorizar la innovación
Los planes de innovación deben de estar programados, innovar por innovar no es innovación y, además, puede generar caos, desconfianza y descontrol. Hay que fijar objetivos, dimensionar las cargas de trabajo, seleccionar los recursos materiales y humanos, asignar tiempos y responsables, así como controladores de todo el proceso.
Cuando confluyen varios proyectos se tendrán que priorizar, en función de los objetivos globales y la dimensión y capacidad de la organización. Contar con gestores de proyectos será otro de los aspectos fundamentales, sobre todo cuando son complejos y tienen que «competir» con otros proyectos y con el día a día de la organización.
Mentalidad orientada a la innovación
La innovación significa observar los sistemas y situaciones existentes o actuales, las necesidades de los clientes y de la organización, y las tendencias del mercado e identificar los problemas u oportunidades para el cambio y la mejora.
La mentalidad de identificar, valorar y resolver problemas es una habilidad que debe enseñarse a una organización. Formar a la organización, implicarla en los proyectos y hacerla protagonista del cambio innovador supone un cambio de mentalidad radical. La gestión del cambio es fundamental en todo proceso innovador.
Cuando la organización está implicada y motivada, las ideas fluyen, la visión de cómo hacer las cosas de forma más eficiente, la actitud ante la adversidad cambia. Se tiene mucho más conocimiento del negocio y de sus necesidades. El negocio impulsa la innovación. La clave es llegar a ese punto en que la innovación no solo la impulsa la dirección sino también los empleados.
Apoyo a la innovación
La formación, el conocimiento de las mejores prácticas, una gestión competente y dotar de los recursos necesarios es fundamental para apoyar la innovación.
Además, el apoyo a la innovación requiere de incentivos, establecer políticas de recompensas y de promoción de ideas. La motivación es fundamental para implicar a los empleados.
En función del tamaño de la organización se podrán crear equipos de innovación. No obstante, también es importante gestionar esto, si queremos una mentalidad innovadora en toda la organización tampoco es bueno limitar la innovación a compartimentos estancos.
Pero si es importante gestionar el conocimiento adquirido, el análisis de los procesos para su mejora continua y poder centralizar todo ese conocimiento y experiencia para que revierta en la propia organización.
Actividades de colaboración y participación
La innovación requiere de una mentalidad creativa y positiva y eso solo surge cuando la participación en actividades innovadoras se hace de forma voluntaria. Además, cuando se incentiva el trabajo colectivo las ideas fluyen y el conocimiento se transmite.
Uno de los aspectos que aporta la innovación tecnológica es la de poder organizar eventos, estos facilitan la participación, la generación de ideas, así como la integración de equipos multidisciplinares. Recurrir a eventos como un legal hackathon, jornadas o talleres de innovación o eventos similares dentro de la organización pueden resultar útiles para introducir la innovación, motivar a los equipos, identificar motores de innovación y gestores del cambio.
En suma, una organización orientada a la innovación está orientada al futuro. Es más adaptable al cambio y mucho susceptible a superar las adversidades. ■