nº 993 - 23 de febrero de 2023
La inteligencia artificial generativa y su aplicación en el sector legal
Fernando J. Biurrun. Consultor Social Media. Fundador Lawandtrends.com
Las primeras soluciones que se han hecho accesibles ofrecen un resultado básico en las consultas de tipo creativo, no podemos decir que los resultados sean inexactos
Es importante gestionar el conocimiento adquirido, el análisis de los procesos para su mejora continua y poder centralizar todo ese conocimiento y experiencia para que revierta en la propia organización
Los desarrollos de la inteligencia artificial están en una evolución constante, más todavía por la accesibilidad al gran público de un tipo de inteligencia artificial denominada IA generativa que se encarga de generar contenidos nuevos y originales. Esta tecnología emplea algoritmos para generar contenidos como imágenes, video, música, texto sin que haya intervención humana.
La inteligencia artificial generativa se encuentra en la categoría de machine learning. Es, pues, un aprendizaje automático capaz de crear contenido nuevo y, por lo tanto, puede ser aplicado en muchos usos y sectores. Dentro del sector legal este tipo de tecnología puede ser capaz de «crear» contratos, recomendaciones legales, generar borradores sobre aspectos legales, realizar investigaciones legales de legislación y jurisprudencia… Además, puede ser una tecnología base para el desarrollo de soluciones que permitan la eliminación de tareas repetitivas como la revisión de documentos, priorización de correos electrónicos, calcular plazos…
Sin olvidar lo que podría ayudar una tecnología de imágenes para la creación de croquis de accidentes u otras necesidades legales.
La inteligencia artificial generativa en un transformador pre entrenado generativo (GPT) que utiliza el deep learning capaz de generar y redactar textos similares a los que podría realizar un humano. Para ello necesitan de una gran volumen de datos, de textos, de información para que puedan ser entrenados para realizar tareas específicas, cada vez más variadas y que, a través de una arquitectura de red neural basada en transformadores, pueden procesar la información de entrada en textos de salida que es lo que percibimos cuando nos acercamos a una solución de este tipo para realizar una consulta.
Aunque las primeras soluciones que se han hecho accesibles ofrecen un resultado básico en las consultas de tipo creativo, no podemos decir que los resultados sean inexactos, todo lo contrario, pueden ser la base de trabajo de un profesional legal para la preparación de un trabajo posterior.
Su evolución puede llegar a ser exponencial
Es evidente que desconocemos la base de información con la que las diferentes soluciones pueden aportar sus respuestas, pero si consideramos que esta tecnología, al menos en lo que respecta al sector legal, puede denominarse embrionaria, no podemos descartar que su evolución pueda llegar a ser exponencial.
Como he mencionado, la variedad de información que se le puede solicitar a estas soluciones es muy variada, aunque como soluciones estándar y universales evitan la concreción y, más aún, la referencias legales y jurisprudenciales. Es evidente, que lo que hemos llegado a conocer hasta el momento en abierto no muestra más que el potencial de lo que podría llegar a ser en el futuro la inteligencia artificial.
Un entrenamiento de una inteligencia artificial en sistemas normativos concretos con acceso a todo el poso legal y jurisprudencial podría llegar a dar resultados insospechados. El potencial de herramientas de este tipo podría transformar el sector. No es cuestión de abrir en estos momentos el debate de si los robots sustituirán a los abogados o a los jueces, pero si el de entender que el proceso de agilización de innumerables tareas, de procesos legales que no aportan valor por ser mecanismos cuasi automáticos o de verificación documental y muchas tareas asociadas a la preparación de asuntos podrían verse beneficiados de este tipo de tecnología.
Es cierto que, como usuarios, solo percibimos los resultados finales, las consultas que realizamos, pero lo fundamental en el desarrollo de esta tecnología esta en el entrenamiento, en el volumen de la información que pueda tratar este tipo de soluciones y en que el proceso transformador resulte correcto. Hemos comentado, dentro de nuestro sector, áreas concretas donde se aplica la inteligencia artificial, no exenta de sesgos, que requieren de más información, más entrenamiento y una mayor revisión de los procesos de construcción de las respuestas.
Asi pues, aunque las expectativas pueden ser muy altas cada vez que podemos testear una muestra, la realidad es que no hemos hecho más que empezar en un proceso que, eso sí, puede tener una evolución exponencial. ■