nº 997 - 29 de junio de 2023
Otras formas de comunicación en los despachos: el podcast
Fernando J. Biurrun. Consultor Social Media. Fundador Lawandtrends.com
Su consumo en el 2022 (según datos de iVoox) se duplicó alcanzado un uso habitual en el 42,5 % de los oyentes
La monotonía del discurso es uno de los principales riesgos para que los usuarios abandonen la escucha
Junto con los blogs jurídicos ha surgido en los últimos años otras alternativas de comunicación mucho más residuales, pero que no dejan de ser interesantes para tratar de llegar a un público más amplio. Entre estas alternativas encontramos formatos como las infografías, el video o el podcast.
Hoy nos vamos a referir a este último, el podcast. Un podcast es un formato de contenido grabado en audio y transmitido en línea, normalmente a través de plataformas que soportan este tipo de contenidos y que permiten su difusión a través de redes sociales o, incluso, la posibilidad de incrustar en audio en otros medios como puede ser el blog corporativo del despacho, medios de prensa, etc. Su consumo en el 2022 (según datos de iVoox) se duplicó alcanzado un uso habitual en el 42,5 % de los oyentes.
Los podcasts pueden ser grabados en diferentes formatos, como por ejemplo entrevistas o disertaciones sobre un tema específico. Es un soporte muy flexible ya que el usuario puede escuchar un podcast en múltiples situaciones: conduciendo, paseando, viajando en un tren o cualquier otro medio de transporte…, por lo que en función de atractivo que sea el contenido puede estar al alcance de un público muy amplio.
¿Es fácil crear un podcast?
Aparentemente sí. Prácticamente todos contamos con herramientas que son accesibles desde un ordenador o un smartphone que nos permitirían crear un podcast. Algo más profesional sería recurrir o contar con un estudio de sonido, micrófonos que dispersan la voz, salas aisladas de ruido…
Al hablar de sonido, es importante que las grabaciones eviten ruidos molestos, sonidos extraños o golpes de audio que puedan resultar molestos para los usuarios.
Asimismo, la herramienta de transmisión principal de un podcast es la voz. También hay que ser consciente de que hay unas voces más atractivas que otras, voces más convincentes, lo que muchas veces denominados voces radiofónicas con las que el usuario pueda sentirse más identificado.
Todo esto requiere que, además, el «locutor» tiene que ser entendido, por lo que el tono, la vocalización y la velocidad del discurso hay que saber gestionarlo adecuadamente.
Atraer el interés de usuario
Si se reúnen todas estas capacidades el paso siguiente sería comenzar a grabar los primeros audios. Y aquí empiezan otras exigencias. La monotonía del discurso es uno de los principales riesgos para que los usuarios abandonen la escucha. Se percibe mucho más cuando el productor del podcast se dedica a leer texto, sobre todo si no ha ensayado previamente su lectura y no ha preparado momentos para elevar el tono, enfatizar mensajes, llamar la atención con preguntas u otras herramientas propias de la comunicación oral.
Otro riesgo importante en la creación de un podcast es la gestión de los silencios. Algo similar a lo que siempre se ha transmitido cuando escuchamos la radio. Un silencio de unos segundos puede ser eterno, da síntoma de desconexión y si esto se produce de forma habitual en una grabación puede resultar muy molesto, además de que puedan transmitir una falta de credibilidad en el discurso si estos silencios dan la sensación de que el ponente tiene que recordar determinados argumentos.
Pero, tal vez, lo más molesto pueden ser las coletillas, ruidos vocales o expresiones básicas que se repiten de forma reiterada en el discurso y que despistan al usuario y restan credibilidad y foco al contenido que se transmite. Cuando estas expresiones o coletillas se repiten veinte o treinta veces los oyentes tienden a dispersarse, a perder el hilo del discurso y abandonar el podcast.
Si el podcast es un formato entrevista, puede ser más ameno y dinámico, siempre y cuando las respuestas no sean grandes monólogos y el entrevistado no comenta muchos de los errores comentados anteriormente.
La duración de un podcast
El formato es muy flexible y ya hemos visto que los usuarios pueden recurrir a él en situaciones muy diversas. Se puede jugar con píldoras informativas de cinco o diez minutos, aunque muchas veces encontraremos podcast de mayor duración, sobre todo cuando se combinan con entrevistas u otras formas de participación.
Difusión de podcast
Como he comentado anteriormente los podcasts se pueden difundir por otros medios como pueden ser las redes sociales, reproducirse directamente en estas o incluso en otras plataformas ajenas como pueden ser los blogs y las páginas webs de los propios despachos. En cualquier caso, es conveniente preparar un texto que describa correctamente el contenido del podcast e, incluso, extraiga frases que puedan ser gancho para que llamen la atención de usuario y el motive escucharlo. ■