nº 1.012 - 5 de diciembre de 2024
‘Trayectorias con sentido’: diálogos con quienes han redefinido la abogacía de los negocios
Lidia Zommer. Socia directora de Mirada 360. Consultora, profesora y conferenciante de marketing jurídico. Mirada360.es. linkedin.com/in/lidiazommer/
El pilar que quedará en pie serán los valores, aquello que nos hace profundamente humanos
A pesar de los avances tecnológicos, lo que realmente nos define son cualidades que no pueden ser replicadas por algoritmos
No es solo lo que construimos, sino cómo lo hacemos y a quiénes ayudamos en el proceso
En ‘Trayectorias con sentido’, exploramos las historias personales de quienes han transformado la abogacía corporativa en España. A través de estos diálogos, descubrimos las motivaciones, valores y desafíos que han guiado a estos referentes del sector legal, profundizando en sus legados y en la conexión humana que los define más allá de sus logros profesionales.
Recuerdo la primera vez que pisé un despacho de abogados en España. Había llegado de Argentina, como inmigrante con mi familia, llena de expectativas y miedo por empezar una nueva vida.
Fue una de las grandes firmas españolas la que me abrió sus puertas.
Nunca había visto algo parecido: un despacho como los de las películas americanas, moderno, profesional al extremo, con cientos de abogados trabajando de manera coordinada, cada uno con su rol definido, y una gestión profesionalizada.
Venía de un entorno muy diferente, y el impacto que me causó esa primera impresión fue enorme. A pesar de tener ya varios años de experiencia, entré como becaria en el departamento de comunicación y marketing, y fue allí donde descubrí cómo la abogacía es mucho más que una profesión, es un mercado en el que las organizaciones pueden crecer a partir de propósitos enraizados con los de los socios.
Hoy, me llena de ilusión poder compartir «Trayectorias con sentido», una producción de Aranzadi LA LEY. Se trata de un ciclo de diálogos profundos con personas que han redefinido lo que significa la abogacía de los negocios. Es un honor poder sentarme frente a ellos, escuchar sus historias, y preguntarles por sus sueños y, también, sus miedos.
Ya hemos tenido el privilegio de conversar con líderes de renombre en el sector legal. Hasta ahora, hemos publicado tres episodios que ofrecen una ventana inédita a algunos de los referentes más influyentes:
La apertura de este ciclo fue una conversación inspiradora con Rafael Fontana, en la que el presidente de Cuatrecasas reflexiona sobre liderazgo y valores humanos, nos cuenta el origen de su amor por los animales y el impacto de las conexiones personales en el camino profesional.
En el segundo episodio, Sonia Gumpert nos recuerda que el tiempo es un recurso invaluable y nos anima a vivir sin arrepentimientos, manteniendo siempre un equilibrio entre la vida profesional y personal. Nos deja con una reflexión poderosa: «Que nadie pase por tu vida sin que le hayas ayudado a ser más feliz».
La entrevista más reciente, con Antonio Garrigues, el patriarca de la abogacía de los negocios española, nos recuerda que ser una buena persona, mantener la curiosidad y la ética no solo es rentable, sino esencial. Su historia nos muestra que la verdadera grandeza radica en el respeto a los demás y en el compromiso con el aprendizaje continuo.
Queremos entender qué impulsa a estos líderes
Lo que realmente buscamos en estos diálogos es ir más allá de los logros y las cifras. Queremos entender qué es lo que impulsa a estos líderes, qué es lo que los ha motivado hasta dejar una impronta significativa en el sector. Me fascina descubrir cómo han cultivado su visión, cómo han sabido desafiar el status quo y qué les ha permitido mantenerse firmes en su propósito cuando las circunstancias se volvían adversas.
Porque, al final, lo que los hace únicos no es solo los éxitos visibles, sino esas motivaciones internas, esos principios sólidos que los han guiado en su trayectoria.
Al sentarme con estos líderes me interesa especialmente saber cómo ven su propio legado. ¿Qué esperan dejar? ¿Qué huella quieren que perdure cuando ya no estén? Y es en esas respuestas donde se vislumbran los valores que realmente los definen. Porque si algo he aprendido de estos diálogos es que el éxito no se mide en términos monetarios o de prestigio. Se mide en cómo hemos impactado la vida de quienes nos rodean, en cómo hemos contribuido a construir un mundo mejor.
Es precisamente este enfoque el que tratamos de explorar en nuestro ciclo Trayectorias con sentido. Buscamos bucear en la vida personal de los protagonistas del sector legal, descubrir qué los inspira, y entender cómo sus caminos han sido guiados por un propósito que trasciende el éxito inmediato y se orienta hacia un objetivo de trascendencia.
Otra de nuestras grandes razones para realizar estos diálogos es la oportunidad de resaltar la dimensión humana de la abogacía. Más allá de la enjundia jurídica o la visión estratégica, lo que verdaderamente marca la diferencia es la aptitud para conectar con los demás, de empatizar con el otro lado, de liderar equipos no solo con eficiencia, sino con corazón. Cada historia que escucho me recuerda que la abogacía de los negocios puede ser, además de una profesión, un verdadero motor de transformación social.
Estos referentes hablan sobre sus anhelos y temores con una franqueza que conmueve. Me han contado sobre las noches en vela, preocupados por decisiones que afectarían a cientos de personas, y sobre cómo han aprendido a lidiar con esas presiones sin perder de vista lo que es verdaderamente importante.
En un momento en que parece que la inteligencia artificial nos revolverá como una ola violenta e irremediable, es fundamental recordar que el pilar que quedará en pie serán los valores, aquello que nos hace profundamente humanos.
La conexión entre las personas, la esperanza, los ideales
A pesar de los avances tecnológicos, lo que realmente nos define y lo que tendrá un impacto duradero son esas cualidades que no pueden ser replicadas por algoritmos: la empatía, el deseo de actuar con rectitud, la capacidad de imaginar e inspirar a los demás. En estos diálogos, encuentro a personas que, más allá de haber logrado grandes cosas en la profesión, aspiran a ser recordadas por haber sido buenas personas, por haber hecho el bien. Son esas aspiraciones las que nos muestran que, en el fondo, lo más importante no es solo lo que construimos, sino cómo lo hacemos y a quiénes ayudamos en el proceso.
En estos diálogos comprobamos que las personas con propósito generan legados duraderos. Las organizaciones lideradas por personas con propósito, las que logran enraizar un propósito común, alineado con los valores de sus miembros, son las que realmente dejan una huella.
Cada vez que cierro un diálogo, me quedo con la sensación de haber compartido un momento único. Un espacio donde la vulnerabilidad y la grandeza se fusionan, y donde el éxito se reinterpreta. Es un honor poder recoger estas historias y compartirlas con todos vosotros, para que juntos podamos seguir aprendiendo de quienes han transformado la abogacía de los negocios en España.
Si me preguntasen qué espero lograr con estos diálogos, la respuesta es simple: inspirar. Porque si algo necesitamos hoy, en un mundo cada vez más complejo y desafiante, es la inspiración que nos exhorta a superarnos, a soñar en grande, y a nunca dejar de aprender.
Agradezco profundamente a todos aquellos que han abierto sus experiencias y han compartido con nosotros sus trayectorias. Y espero que, a través de sus palabras, todos vosotros también podáis encontrar esa chispa que os motive a seguir adelante, a transformar vuestros propios mundos, y a nunca dejar de creer en el poder de la abogacía como herramienta de cambio. ■