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28/10/2025. 12:38:36
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Balance de la creación del Sandbox Financiero tras cinco años de su entrada en vigor

Abogada especializada en Derecho Mercantil, Propiedad Intelectual y Derecho de las Nuevas Tecnologías en el ámbito sanitario y asegurador

  • Se ha consolidado como una buena herramienta para ampliar el conocimiento previo sobre el funcionamiento de las nuevas tecnologías aplicadas al sector financiero, pero tiene grandes retos por delante

En apenas unos días, el próximo 14 de noviembre, se cumplirán cinco años de la entrada en vigor de la Ley 7/2020, de 13 de noviembre, para la transformación digital del sistema financiero, que nació con el objetivo de regular el conocido en el ámbito europeo e internacional como Regulatory Sandbox.  

Lo que  buscaba fundamentalmente la Ley 7/2020 era intentar proporcionar, en un momento en el que los avances de la tecnología y los cambios normativos europeos estaban teniendo un fuerte impacto en el sector financiero, un marco regulatorio adecuado para poder desarrollar un entorno controlado de pruebas  que permitiera “llevar a la práctica proyectos tecnológicos de innovación en el sistema financiero con pleno acomodo en el marco legal y supervisor, respetando en todo caso el principio de no discriminación”, como se puede leer en el todavía vigente artículo primero de la citada Ley.

La Ley 7/2020, de 13 de noviembre, establece los requisitos que deben reunir los proyectos tecnológicos que deseen acceder a un entorno de pruebas con la finalidad de testear de forma segura y controlada, bajo supervisión regulatoria, productos o servicios innovadores antes de lanzarlos al mercado.

Lo que el legislador español buscaba con esta Ley, en definitiva, era el establecimiento de un espacio supervisado de pruebas que permitiera, de algún modo, garantizar que el desarrollo de nuevos proyectos tecnológicos en el sector financiero, uno de los sectores clave para la estabilidad económica, estuviera alineado con la normativa europea. Todo ello permitiría así a muchas empresas, pymes y startups, experimentar y ejecutar, por ejemplo, aplicaciones, códigos o softwares, para ver su comportamiento sin afectar a los usuarios ni generar consecuencias negativas en el mercado fuera de ese entorno controlado, en el caso de que uno de esos softwares de prueba, por poner un ejemplo concreto, se comportara de forma inesperada, maliciosa o contuviera fallos o errores que pudieran generar algún tipo de vulnerabilidad de seguridad.

Herramienta útil para minimizar costes

Es importante subrayar que el hecho de probar una determinada iniciativa en el sandbox no implica necesariamente la homologación automática de la misma. Desde el punto de vista de los promotores de este tipo de iniciativas, el sandbox es una buena manera de entender las expectativas de los reguladores y supervisores implicados en este campo (Dirección General de Seguros y Fondo de Pensiones, Banco de España y Comisión Nacional del Mercado de Valores, según los casos) y las implicaciones normativas porque suele ser habitual encontrarse que determinadas soluciones tecnológicas disruptivas no encuentran, a priori, encaje en la normativa aplicable. El sandbox permite identificar mejor y entender adecuadamente el marco normativo aplicable a un determinado producto, modelo de negocio o servicio además de ser una herramienta útil para minimizar costes porque, de algún modo, facilita el lanzamiento al mercado de productos, en principio, más seguros y con menos errores y fallos de origen y previamente conocidos y evaluados por el Regulador.  

Durante estos cinco años, la Secretaría General del Tesoro y Financiación Internacional perteneciente al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa, ha abierto 10 convocatorias para acceder a este espacio controlado de pruebas, una por semestre. El plazo para presentar solicitudes a la décima convocatoria finalizó hace unos días, concretamente el pasado 10 de octubre. Durante estos cinco años se han presentado más de 100 proyectos, de los cuales, más de 15 han empezado a operar en ese entorno de pruebas bajo este paraguas del Regulatory Sandbox.

Sin embargo, aunque el balance de estos años es bastante positivo, al haberse convertido el sandbox financiero en una buena herramienta para facilitar la innovación en el sector financiero, a finales del año pasado el Gobierno aprobó el Anteproyecto de Ley de Digitalización y Modernización del Sector Financiero que plantea modificaciones a la Ley 7/2020, buscando básicamente que las entidades financieras pudiesen innovar con mayor rapidez, porque acorta determinados plazos en la tramitación de solicitudes, propone facilitar la presentación de proyectos en cualquier momento del año y agiliza la fase de pruebas entre otras propuestas de cambio. Por su parte, la CNMV en su Informe IPN/CNMC/011/25[1] sobre el citado Anteproyecto de Ley, pese a que valora positivamente las reformas planteadas, ha propuesto adicionalmente una serie de recomendaciones para mejorar y reforzar la regulación actual.

Sandbox de Inteligencia Artificial

Aunque en España, además del sandbox para el sector financiero, se han creado en los últimos años otros sandboxes para otros sectores como, por ejemplo, el eléctrico, este año 2025, el sandbox financiero ha empezado a convivir con el Sandbox de Inteligencia Artificial (IA), cuyo objetivo es básicamente el mismo que el definido en la Ley 7/2020 pero relativo a los sistemas de IA clasificados de alto riesgo, según el Reglamento Europeo 2024/1689 de Inteligencia Artificial[2], que es de aplicación directa a los Estados Miembro de la Unión Europea.

El artículo 57.1 del Reglamento de IA establece que “los Estados miembros velarán por que sus autoridades competentes establezcan al menos un espacio aislado de regulación de la IA a escala nacional, que estará operativo a más tardar el 2 de agosto de 2026”. Por tanto, nuestro país se ha adelantado a las exigencias europeas, habiéndose convertido en el primer país de la Unión Europea en lanzar un sandbox de IA, cuya primera convocatoria cerró a principios de año limitándose el acceso al mismo a 12 iniciativas de IA de alto riesgo.

Este hecho no hace sino reforzar la apuesta de España por la creación de espacios controlados de pruebas que permitan testear productos innovadores antes de lanzarlos al mercado. No olvidemos que el legislador europeo y, por ende, el nacional, prioriza la protección a consumidores y usuarios.

Retos por delante

En definitiva, a pesar de que la regulación actual del sandbox financiero presenta ciertas áreas de mejora, el balance de su creación es, indudablemente, muy positivo, no solo por parte de los promotores de iniciativas tecnológicas, sino también por parte de la CNMV y de los reguladores y supervisores implicados. Se ha consolidado durante estos cinco años de existencia como una buena herramienta para ampliar el conocimiento previo sobre el funcionamiento de las nuevas tecnologías aplicadas al sector financiero, pero tiene grandes retos por delante.

Todo apunta a que las modificaciones que plantea el Anteproyecto de Ley de Digitalización y Modernización del Sector Financiero permitirán reforzar y mejorar la situación actual. Desde hace ya unos años, Europa se ha consolidado como uno de los mercados con un marco normativo más complejo y no son pocos los que acusan a la Unión de priorizar la regulación sobre la innovación. Muchos proyectos tecnológicos innovadores suponen un reto para los propios reguladores y, por ello precisamente, el sandbox presenta grandes ventajas para los mismos. La incertidumbre que pueden generar para los reguladores determinadas iniciativas tecnológicas disruptivas e innovadores puede ser mitigada haciendo uso previamente del sandbox, ya que les puede permitir conocer de cerca esos proyectos y su impacto y comportamiento en el mercado en un entorno seguro y controlado.

En el año 2025, la innovación en el sector financiero representa un factor clave para el progreso y el crecimiento económico, y el marco normativo aplicable no debería ser un obstáculo. Si no, nos arriesgamos a que la brecha tecnológica existente, como ya se puso de manifiesto en el Informe Draghi[3]de septiembre de 2024, entre la Unión Europea y otros mercados como el chino o el estadounidense siga creciendo, mermando así nuestra competitividad internacional y la inversión.


[1] Texto completo del Informe de la CNMV IPN/CNMC/011/25 sobre el Anteproyecto de Ley de Digitalización y Modernización del Sector Financiero:  https://www.cnmc.es/expedientes/ipncnmc01125

[2] Reglamento (UE) 2024/1689 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 13 de junio de 2024, por el que se establecen normas armonizadas en materia de inteligencia artificial y por el que se modifican los Reglamentos (CE) nº 300/2008, (UE) nº 167/2013, (UE) nº 168/2013, (UE) 2018/858, (UE) 2018/1139 y (UE) 2019/2144 y las Directivas 2014/90/UE, (UE) 2016/797 y (UE) 2020/1828 (Reglamento de Inteligencia Artificial).

[3] El Informe de Mario Draghi, antiguo presidente del Banco Central Europeo, titulado “The Future of European Competitiveness” (“El Futuro de la Competitividad Europea”) de finales del año 2024 puso de relieve la brecha de innovación existente entre la Unión Europea y Estados Unidos y China especialmente en el sector de las tecnologías avanzadas. Texto completo del Informe Draghi: https://commission.europa.eu/topics/eu-competitiveness/draghi-report_en

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