
- El problema ya no es que un profesional sienta que puede estar o no perdiendo el tiempo, sino saber que está desaprovechando oportunidades e, incluso, eficiencia
Madrugas, echas un nuevo vistazo a la agenda del día, respondes e-mails, preparas documentación… Pues sí, parece que tienes controlada la jornada de trabajo. Sin embargo, te ronda una sospecha que, como buen profesional que quiere avanzar, no te deja en paz: «¿Estaré perdiendo el tiempo? ¿Quizás debería plantearme hacer las cosas de otro modo? Todo el mundo habla de IA y yo sólo la he usado para hacer búsquedas».
Si te sientes un tanto identificado con estas reflexiones, sigue leyendo, porque desde un planteamiento honesto, realista y cercano te voy a responder a las cuestiones anteriores.
Muchos profesionales del derecho están exactamente en ese punto: no son «analógicos» porque han comenzado su andadura digital, pero tampoco están al día de lo último en Inteligencia Artificial. El problema ya no es sentir que puedas estar o no perdiendo el tiempo, sino más bien, saber que estás desaprovechando oportunidades e, incluso, eficiencia.
Una duda incómoda
Si usas Word, Excel, un gestor de expedientes, tienes firma digital, mandas correos electrónicos y firmas PDF, ten por seguro que no eres un abogado desconectado del mundo digital. Sin embargo, últimamente, cada vez que oyes hablar de IA no puedes evitar plantearte ciertas cuestiones del tipo: «¿Estoy haciendo el tonto con tareas que por lo visto hace sola la IA?»
«No se trata de subirse al tren de la moda, sino de ver si hay algo que ya hoy puede hacerte la vida más fácil, que puedes ganar tiempo para ti y ser más competitivo».
¿En qué tareas puedes tener esa sensación de perder tiempo?
Pensemos, por ejemplo, en las siguientes tareas repetitivas o que se pueden hacer tediosas:
- Revisar o redactar documentos tipo.
- Buscar jurisprudencia o legislación concreta.
- Resumir sentencias o informes largos.
- Contestar correos con respuestas tipo o redactar escritos iniciales.
- Organizar información del cliente o del expediente.
- Traducir documentos jurídicos.
- Crear presentaciones o informes para clientes.
¿Para qué podrías usar IA (y para qué no) de momento?
Como ya hay muchos techies vendiendo humo sobre las utópicas aplicaciones de IA, que desde luego, serán realidad en un futuro muy próximo, pero que de momento, no están a disposición de todos, voy a definir funciones prácticas de ahora:
- Lo que sí puede hacer muy bien la IA: resúmenes, sugerencias de escritos, revisar la redacción, buscar normativa, traducciones rápidas o generar plantillas que puedes reutilizar para automatizar tu trabajo.
- Lo que aún no hace bien: interpretar contexto legal complejo, sustituir el criterio jurídico, tomar decisiones procesales, valorar pruebas o riesgos reales.
Ten presente que «la IA no te va a sustituir, pero sí puede ser un buen aliado que haga parte del trabajo aburrido o repetitivo de una forma más ágil que tú (y a veces, incluso, mejor)».
Ganando tiempo
Aunque lo ideal sería que tú mismo hicieras la prueba, te voy a dar unas pistas del tiempo que podemos ganar si aplicamos algo de IA en tu trabajo rutinario. Si, por ejemplo, para redactar una demanda simple desde cero puedes dedicar entre hora y media y dos horas, veamos cómo actualizar tu metodología de trabajo, adaptándola a los tiempos que corren.
- Abres tu gestor de texto, por ejemplo Word y usar una plantilla que adaptas a tus necesidades con la ayuda de IA. Tú debes indicarle qué secciones debe incluir y le aportas los datos reales.
- Después, le pasas una revisión en ChatGPT y el contenido resultante, lo revisas para ajustar mejor o corregir.
¿Tiempo dedicado? Unos 25 minutos aproximadamente.
Conclusión
Dispones de más tiempo para pensar, revisar otras tareas o para estar antes con tu gente, practicar deporte, etc. En este punto, no es necesario ni que yo te dé ideas de qué hacer en tu tiempo libre ni siquiera preguntar a la IA.
Por todo esto, algunos profesionales inseguros se preguntan de forma errónea si la IA va a sustituir a los abogados, cuando en realidad, la cuestión más interesante es: si los abogados que no usen IA serán menos competitivos.
Y ahora, ¿quieres seguir trabajando como el mismo abogado de 2018? Estamos en 2025 y esto no ha hecho más que empezar. Tú puedes iniciarte ya en una tarea sencilla que encargues a la IA o prueba una herramienta nueva, verás, que entonces, no habrá vuelta atrás.