- La legislación textil europea obliga a las empresas a asumir residuos y reciclaje, y es por ello que las marcas deben inscribirse en el Registro de Productores antes de comercializar
Aspectos sociales, ambientales y económicos se concitan en lo que conocemos como sostenibilidad: prácticas y estrategias que reducen el impacto medioambiental en corresponsabilidad, igualmente, con los derechos de los trabajadores.
Pasamos seguidamente a desarrollar las cuestiones legislativas y jurídicas que reglamenta la Responsabilidad Ampliada del Productor Textil (en adelante RAP), marco legal que obliga a los productores a hacerse cargo de los productos que introducen en el mercado, asumiendo las obligaciones que derivan de su consumo, como son la de recogida, reciclado y gestión adecuada y eficaz. Obligaciones que no acaban en la mejora de la gestión de residuos, sino que conllevan la optimización de materia primas y el diseño industrial de productos con una vida útil más larga y que mejore su reciclado final.
El sector textil europeo vive una transformación profunda: la sostenibilidad ha pasado de ser una tendencia voluntaria a una obligación jurídica exigible.
La Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados para una economía circular, junto con el futuro Real Decreto de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) Textil, obliga a las marcas, importadores y distribuidores a asumir el coste y la gestión de los residuos que generan sus productos.
Estas medidas trasponen la Directiva (UE) 2018/851 y se alinean con los nuevos marcos europeos de ecodiseño, trazabilidad y diligencia debida, que marcan el inicio de una nueva era de cumplimiento normativo en el sector textil.
La normativa se aplica a toda empresa que ponga productos textiles en el mercado español, sin importar dónde se fabriquen. Así, se considera productor a quien fabrique en España productos textiles, calzado o complementos; importe productos desde fuera de la UE, o comercialice bajo su propia marca artículos fabricados por terceros.
Por tanto, una marca española que fabrica en Asia y vende en España sí está sujeta a la RAP.
El responsable será quien introduzca el producto por primera vez en el mercado nacional, no el fabricante extranjero.
1.-Cómo cumplir con la RAP textil paso a paso:
1.1. Inscripción en el Registro de Productores del Ministerio para la Transición Ecológica.
Antes de comercializar, la empresa debe inscribirse en el Registro de Productores de Productos Textiles, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO).
Documentación requerida: CIF y datos de la empresa, tipo de productos comercializados, volumen estimado anual, modalidad de cumplimiento elegida (individual o colectiva), declaración responsable de cumplimiento.
La inscripción se realiza telemáticamente desde la Sede Electrónica del MITECO.
- 2. Elegir un sistema de cumplimiento: individual o colectivo
Las empresas pueden optar entre:
- Sistema Colectivo (SCRAP): La opción más práctica y económica. La empresa se adhiere a un Sistema Colectivo de Responsabilidad Ampliada del Productor, que gestiona la recogida y reciclaje.
Estos sistemas, similares a Ecoembes, aplican tarifas según tipo y volumen de producto.
- Sistema Individual: Alternativa reservada a grandes grupos con logística propia o programas de devolución. Requiere autorización autonómica y control más estricto.
- 3. Cálculo de tasas y residuos textiles generados
El principio es claro: quien contamina paga. Las tasas se calculan considerando: unidades comercializadas, peso medio por categoría, composición (algodón, poliéster, mezcla, etc.) y posibilidad de reciclaje o reutilización.
Ejemplos orientativos:
- Prenda 100 % algodón reciclable: ≈ 0,03 €/unidad
- Mezclas sintéticas: ≈ 0,05–0,08 €/unidad
- Calzado o complementos complejos: ≈ 0,10–0,15 €/unidad
Cada SCRAP emitirá un informe anual con el cálculo final de tasas y residuos gestionados.
- 4. Declaración anual de cumplimiento
Cada año, la empresa deberá presentar una declaración anual que incluya: tipo de producto, peso total, cantidad puesta en el mercado, tasas abonadas y destino final del residuo.
El incumplimiento puede acarrear multas de hasta 100.000 € y la suspensión del derecho a comercializar productos en España.
2.- Conexión con otras obligaciones de sostenibilidad textil en la UE
El nuevo marco regulatorio no actúa de forma aislada. Las empresas textiles deben también:
- Cumplir el Reglamento de Ecodiseño (ESPR): durabilidad, reciclabilidad y reparabilidad.
- Aplicar la Directiva de Diligencia Debida (CSDDD): control de impactos sociales y medioambientales en toda la cadena de suministro.
- Presentar informes de sostenibilidad bajo la CSRD (si superan umbrales contables).
- Evitar el greenwashing, ajustándose a la futura Directiva de Declaraciones Ecológicas (Green Claims).
Todo ello configura un entorno regulatorio integral, que abarca desde el diseño hasta la gestión postconsumo.
3.- Recomendaciones jurídicas prácticas para el sector textil
- Realizar una auditoría legal y medioambiental interna. Identificar los productos, proveedores y flujos logísticos sujetos a la RAP.
- Formalizar la inscripción en el Registro MITECO. No comercializar sin estar dado de alta.
- Adherirse a un SCRAP antes de 2026. Firmar el contrato y conocer las tarifas aplicables.
- Incorporar criterios de ecodiseño en el desarrollo de colecciones. Reducir mezclas de materiales y fomentar la reciclabilidad.
- Actualizar la comunicación de sostenibilidad. Evitar afirmaciones ambientales sin respaldo técnico o certificaciones verificables.
- Registrar datos en el ERP corporativo. Controlar peso, materiales y unidades vendidas para el cálculo anual.
Desde una perspectiva jurídica, la Responsabilidad Ampliada del Productor Textil constituye una obligación ambiental con naturaleza parafiscal, derivada del artículo 191 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea y del artículo 31 de la Ley 7/2022.
No se trata solo de una política de reciclaje, sino de un mecanismo jurídico de internalización del coste ambiental, que exige una gobernanza empresarial sólida y anticipación estratégica.
El reto será armonizar la aplicación entre comunidades autónomas y garantizar que los sistemas colectivos no se conviertan en barreras de entrada para pequeñas marcas.
En todo caso, las empresas que adopten desde ahora modelos de trazabilidad, ecodiseño y transparencia contractual estarán mejor posicionadas tanto en cumplimiento normativo como en competitividad internacional. A lo que se añade que estarán a salvo de sanciones y bloqueos de actividad derivados del incumplimiento. Pudiendo ya afirmar que el cumplimiento normativo con vocación de mejora formará parte de su organización económico empresarial debiendo velar por la sostenibilidad.

