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Ópera y Derecho 12

Richard Strauss gana el juicio de 1947

Presidente de la Asociación Europea de Abogados

STRAUSS Y GOEBELS

Richard Strauss (1864-1949) es uno de los compositores más geniales de la historia. Algunos lo consideramos el mejor operista de todos los tiempos y el compositor más relevante del siglo XX. Es una perfecta fusión de Mozart y Wagner.  La historia de Strauss tiene una triste sombra, su colaboración con los nazis. Fue absuelto en el proceso de desnazificación de 1947.

Richard Strauss no tiene nada que ver con Johann Strauss. Es una simple coincidencia de apellidos. Richard es alemán y desarrolla la parte más importante de su carrera en el siglo XX dedicado a la ópera.  Johann es un compositor austríaco del siglo XIX   famoso por los valses. Los demás protagonistas del concierto de Año Nuevo en Viena son Johann Strauss padre, y sus hermanos Eduard y Josef.

Nuestro querido protagonista de hoy nació en Múnich  en 1864 Su padre era solista de trompa de la orquesta de la ópera de Múnich. Durante su adolescencia Richard asistió a centenares de ensayos. En  la Universidad estudió Estética, Filosofía e Historia del Arte. Strauss tenía una impresionante formación cultural en claro contraste con otros compositores, como Mozart y Bruckner  que no fueron personas cultas y apenas leyeron. Saltó a la fama con 24 años de edad con su poema sinfónico “Don Juan”. La celebridad le acompaño el resto de sus 60 años de vida.

Cuando los nazis llegaron al poder Strauss mostró un gran entusiasmo. Fue nombrado inmediatamente presidente de la Cámara Musical del Reich, una especie de Ministro de Cultura Musical. Se reunió en varias ocasiones con Hitler y Goebbels. Hitler era un gran admirador de su música aunque lo consideraba a un nivel inferior a sus dos compositores favoritos, Bruckner y Wagner.

Strauss sólo mantuvo el puesto durante dos años. En 1935 se produjo una gran polémica porque el libretista de su nueva ópera “La Mujer Silenciosa” era judío. Se trataba del famoso escritor alemán Stefan Zweig. Hitler mostró una sorprendente tolerancia y  permitió que la opera se estrenara aunque ocultando el nombre del libretista. Strauss escribió una carta privada a Zweig criticado a los nazis. La carta fue interceptaba por la Gestapo y Strauss fue obligado a dimitir. Envió una carta personal a Hitler pidiendo su apoyo pero Hitler no contesto.

Pero los nazis no querían perder el gran beneficio de imagen del compositor más famoso del mundo. Encargaron a Strauss el himno olímpico para los Juegos de Berlín de 1936 y Strauss aceptó encantado. Hitler siguió asistiendo a los conciertos y óperas de Strauss. En 1938 acudió en Viena al estreno de “Friedenstag” una ópera pacifista de Strauss, escrita un año antes de la Guerra Mundial.

El siguiente conflicto de Strauss con los nazis fue con motivo de la boda de su único hijo Franz, abogado especializado en patentes.  Franz se casó con una mujer judía. De nuevo Hitler fue tolerante y los nazis perdonaron el grave pecado del hijo de Strauss. Alice, la esposa de Franz, no fue nunca perseguida. Si los fueron sus familiares a los que encerraron en el campo de concentración de Theresiensatadt. Strauss cogió su coche y se presentó en las puertas del recinto exigiendo su liberación. No lo consiguió y esta vez tampoco contestó Hitler a su carta de reclamación.

Al terminar la Segunda Guerra Mundial Strauss fue acusado de colaboracionismo con los nazis. Se embargaron todas sus cuentas y propiedades y se le prohibió dar conciertos. Se acordó que su casa fuera ocupada por las tropas americanas. En una preciosa anécdota histórica resultó que uno de los militares a lo que se asignó la casa de Strauss era el oboísta de la Orquesta de Pittsburgh John Lancey. Strauss y Lancey se hicieron amigos y el genial compositor escribió para él en 1945 una de las obras más maravillosas de la historia de la música,  el “Concierto para Oboe”

Strauss fue absuelto en una sentencia de Tribunal de desnazificación de 11 de Junio de 1947. La sentencia de ocho páginas dice: “Rechazó cualquier forma de política racista y se distancio progresivamente de influyentes miembros del partido que buscaban influenciar el arte con ideología nazista. Rechazó la propuesta de Goebbels para que escribiera un artículo para una obra sobre el Reich Kultur Chamber. Rehusó repetidas invitaciones de Frank como gobernador General de Cracovia. El jefe de la principal oficina de seguridad de las SS escribió al Ministro de Propaganda “Es muy conocido que incluso en el año 1935 evito el saludo nazi  en público y tenía contactos con círculos judíos en Alemania y en el extranjero”.

Aunque la sentencia fue favorable el stress de todo el proceso y la necesidad de volver a trabajar para ganar dinero deterioraron la salud de Strauss que falleció en Septiembre de 1949.

El gobierno de Israel no aceptó el veredicto. Desde la creación del estado de Israel en 1948  Strauss estuvo prohibido. En 1994 se levantó la prohibición. En 1996 la Orquesta Filarmónica de Israel toco por primera vez una de las obras más populares de Strauss “Till Eulenspiegel”. Hay un excelente documental ese estreno en Israel en la plataforma Medici TV.

 El refinamiento y la extrema sensibilidad de la música de Strauss nos hacen perdonarle su colaboración con los nazis.

En la imagen Strauss (izquierda) con Goebbels.

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