Decía Goethe que “no basta saber, se debe también aplicar; no es suficiente querer, se debe también hacer”. En la era de la globalización, de la creciente comunicación e interdependencia entre los Estados, el estudiante ha de ‘aplicar’ y ‘hacer’ más allá de sus fronteras.
Dicho de otro modo: la formación de una persona no tiene ni debe tener límites en las fronteras geográficas trazadas sobre un mapa, y esto es particularmente esencial para el estudiante en Ciencias Jurídicas.
La internacionalización es necesaria y obligada. Craso error es pensar que las Ciencias Jurídicas no traspasan fronteras y mantener que el Derecho nacional es único en esencia. He ahí la Corte Internacional de Justicia, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, la Corte Penal Internacional, el sinfín de organizaciones internacionales (Consejo de Europa, Unión Europea, UNESCO, OIT, etc.), organizaciones no gubernamentales (Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Greenpeace, etc.)…
Los anteriores son sólo algunos ejemplos de instituciones y entes en los que el joven jurista ha y debe comprometerse con sus preámbulos y participar en la elaboración de normas jurídicas en pro de la promoción de los derechos humanos y libertades fundamentales, o de la protección del medio ambiente, por indicar dos temas de actualidad.
Realizar un curso o estancia en el extranjero no sólo forma al estudiante académicamente, lo enriquece culturalmente y le aporta un bagaje de vivencias único. Las Ciencias Jurídicas evolucionan y avanzan a la par que lo hacen las naciones; las leyes de un pueblo se conforman por su bagaje cultural y respeto hacia el otro. Y nosotros, los jóvenes estudiantes de Derecho, tenemos mucho que aportar y por lo que luchar.
En esta mi era del compromiso con el Estado de Derecho y la aportación que pueden hacer nóveles juristas, abogo por promover nuestra formación más allá del límite de una línea de lápiz trazada sobre un globo. Termino con Goethe: "Gris es toda teoría, mi caro amigo, y verde el áureo árbol de la vida."