- El liderazgo del futuro se construye con transparencia, inclusión y responsabilidad
En 2025, el marco legal sobre diversidad, igualdad y digitalización laboral en España se encuentra en una fase de madurez normativa sin precedentes. El eje ha pasado del cumplimiento formal a la rendición de cuentas estructural: las empresas deben poder demostrar, con evidencia verificable, que sus políticas de igualdad y sus herramientas tecnológicas cumplen con los principios de equidad y dignidad profesional establecidos por la Unión Europea.
Tres pilares definidos por la legislación actual concentran esta transición:
1) Representación equilibrada, según la Ley Orgánica 2/2024, de 1 de agosto, que obliga a consejos y altas direcciones a garantizar una presencia mínima del 40 % de personas del sexo menos representado en empresas cotizadas y de interés público a partir de 2026 (BOE-A-2024-15936);
2) Igualdad LGTBI y prevención de acoso, con el Real Decreto 1026/2024, de 8 de octubre, que desarrolla la Ley 4/2023 e impone a las empresas con más de 50 trabajadores la obligación de implantar protocolos de no discriminación y sensibilización (BOE-A-2024-20402);
3) Transparencia retributiva, vehiculada por la Directiva (UE) 2023/970, que entrará en vigor pleno en 2026 y exige bandas salariales claras en ofertas de empleo, registros retributivos y publicación de brechas de género no justificadas.
Estas normas no solo configuran el mínimo legal, sino que redefinen la responsabilidad directiva en materia de gestión de personas y gobernanza. El liderazgo actual ya no puede separarse del cumplimiento ético.
El propio Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial (2024/1685) y las instrucciones españolas derivadas de la Ley 12/2021 («Ley Rider») introducen obligaciones claras sobre transparencia algorítmica. Las empresas deben informar a sus representantes de los trabajadores sobre los criterios que sustentan sus sistemas de IA y establecer mecanismos de supervisión humana para prevenir discriminación o errores automatizados. El incumplimiento, además de sancionable, erosiona la confianza interna y daña la reputación empresarial.
La compliance en diversidad no se limita al ámbito legal: implica traducir las exigencias normativas en cultura de empresa y liderazgo responsable. Los planes de igualdad, las auditorías retributivas y los protocolos LGTBI tienen efecto solo cuando la alta dirección los integra en su toma de decisiones.
Por ello, cada vez más organizaciones incorporan formación específica en ética digital, diversidad interseccional y gestión de entornos híbridos. La meta es alinear los principios de igualdad con los criterios de sostenibilidad corporativa y con la Ley 11/2023 de accesibilidad digital, aplicable a partir de junio de 2025, que obliga a garantizar la inclusión en todas las plataformas y servicios digitales.
El entorno jurídico actual demanda organizaciones capaces de anticipar riesgos sociales y tecnológicos antes de que se conviertan en infracciones. El liderazgo basado en valores —la ética de la decisión, la transparencia retributiva y el respeto a la dignidad laboral— es el principal activo de cumplimiento de una empresa.
Dicho de otro modo: la ley marca el suelo del comportamiento empresarial; la cultura marca su techo.
Referencias normativas citadas
• Ley Orgánica 2/2024, de 1 de agosto, de representación paritaria (BOE-A-2024-15936): https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2024-15936
• Real Decreto 1026/2024, de 8 de octubre, sobre igualdad LGTBI (BOE-A-2024-20402): https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2024-20402
• Directiva (UE) 2023/970 de transparencia retributiva: https://eur-lex.europa.eu/eli/dir/2023/970/oj?locale=es
• Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial (2024/1685): https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/ALL/?uri=CELEX%3A32024R1689
• Ley 11/2023 de accesibilidad digital: https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2023-11022


