Para mí, ser mujer es un regalo. Es un auténtico regalo tener la posibilidad de traer vida al mundo. De ser madre, de criar y de cuidar. Para mí ser abogada es un privilegio. Es un verdadero privilegio poder ejercer una de las profesiones más bonitas que existen y dedicar el día a asesorar, aconsejar y ayudar a los clientes. Pero reconozco que es difícil compaginar la crianza de los hijos con el ejercicio de la abogacía al más alto nivel. Ambos son entornos sumamente demandantes que requieren constante atención y no siempre es fácil compaginarlos cuando se solapan en el tiempo. ¿Qué podemos hacer para revertir esta situación?
Me da pena ver cómo muchas mujeres posponen su maternidad por miedo a que frene su carrera profesional en el sector legal. Incluso sé que muchas han tenido que modificar sus planes familiares por conseguir una promoción en el despacho u ocupar un puesto de alta dirección en la empresa donde trabajan. Soy madre de dos niños de 9 meses y 32 meses y decidí junto con mi marido fundar Bounsel cuando me quedé embarazada de mi primer hijo. Estos tres últimos años han sido realmente intensos pero la verdad es que no cambiaría absolutamente nada. Bueno, reconozco que haber dormido un poco más ¡hubiera sido maravilloso! Me siento orgullosa de haber compaginado mi maternidad con el emprendimiento tecnológico y de haber sido capaz de alinear mi propósito y tener una clara misión de criar y crear tecnología puntera, viendo cómo mis hijos y mi startup Bounsel crecen día a día.
Después de graduarme en Columbia Law School, trabajé como abogada en Nueva York y en la oficina de Brasil de un gran despacho. Como abogada de M&A, solía estar súper estresada. Con la diferencia horaria, recuerdo que me despertaba cada mañana con más de 100 emails por leer. Solía redactar los documentos con Microsoft Word haciendo copy-paste y con muchas interrupciones. Pasaba más de dos horas al día limpiando mi bandeja de entrada. Siempre estaba enviando nuevas versiones por email y guardando cientos de documentos. Seguir todos los cambios era una auténtica pesadilla. Recuerdo que todo el proceso era muy ineficiente.
Cuando volví a España decidí idear una solución legaltech que ayudara a los abogados a ser más productivos. Hoy me levanto cada día muy feliz para hacer que los contratos estén más conectados, sean más inteligentes y más humanos. Y además lo hago desde Valencia, mi ciudad natal, con la convicción de que podemos crear tecnología legal puntera en España que sea la envidia de todo el mundo.
Y es que las soluciones legaltech pueden ayudar, y mucho, a simplificar procesos manuales automatizando tareas rutinarias. ¿Cuántas horas al día se malgastan realizando tareas que no aportan valor y además resultan poco gratificantes? El legaltech es el gran aliado de los abogados. Les devuelve el tiempo que merecen y les ayuda a reducir la carga de trabajo, más bien administrativo, que es necesario hacer pero que no es necesario que la haga ni un abogado ni una abogada ya que ello solo conlleva alargar su jornada laboral.
Yo lo tengo claro. Para mí la clave es la productividad. Solo aumentando la productividad mejoraremos la igualdad dentro del sector legal y ojalá dentro de poco podamos decir que gracias al uso del legaltech somos más eficientes y podemos acabar nuestra jornada antes. Que recoger a los niños del colegio y llevarlos al parque sea la norma, y no la excepción.
