Llevamos mucho tiempo hablando de igualdad en todos los ámbitos y por supuesto también en el jurídico y si bien se han hecho algunos avances, tímidos, y claramente insuficientes, queda aún un largo camino por recorrer. El establecimiento de cuotas mínimas de mujeres en los Consejos de Administración es una medida que aplaudo y apoyo, pero que no deja de ser una “tirita” que se pone sobre una herida que es tan profunda que difícilmente logrará sanar sin medidas que la complementen.
Curar esta herida va a requerir algo más que taparla y existe una gran cantidad de organizaciones, mujeres y también algunos hombres, 100% volcados en esta labor. En nuestro sector sucede lo mismo, y la legaltech puede echar una mano en esta tarea.
La mayoría de las veces, la maternidad y la necesidad de conciliar los horarios conlleva cambios importantes en la carrera profesional de las mujeres, que ven cómo se diluyen o directamente se esfuman sus opciones de ascender a puestos de mayor responsabilidad. Unos puestos en que el presencialismo, el número de horas facturables y atender eventos y cenas fuera del horario laboral se considera casi una obligación.
Son unas métricas o KPIs, que en el caso de la facturación son, por supuesto, de capital importancia en un despacho, pero que quizás por tradición, quizás por falta de información, no se han complementado, o lo han hecho de forma deficiente, con otros.
Es justamente en este punto donde la legaltech juega un papel fundamental en aras de la igualdad, la transparencia y el empoderamiento de las mujeres.
La tecnología, usada de forma correcta, proporciona datos y los datos aportan información, contexto, métricas, juicio, transparencia y en consecuencia, aflora elementos de análisis.
Esta nueva y adicional capacidad analítica y de medición puede, y debe servir para reconfigurar los elementos de juicio y valoración de los profesionales en despachos y asesorías en pro de unas métricas más globales, diversas, relacionadas entre sí y totalmente alineadas con los objetivos estratégicos de las firmas.
En el complejo camino hacia los puestos directivos y de responsabilidad y hacia la sociatura, para lograr una igualdad real en la medición de quién merece progresar, deben tenerse en cuenta métricas como la facturación, por supuesto, pero también la rentabilidad, la eficiencia, la orientación al cliente, la capacidad de fidelizar a los clientes, el trabajo en equipo, el liderazgo, la orientación a resultados, la productividad, la eficacia, etc… La legaltech permite objetivar estos y otros muchos aspectos en los cuales las mujeres compiten y destacan de forma perfectamente compatible con la maternidad y otras circunstancias asimilables.
La medición del desempeño global, alineado a la estrategia de la firma, debería ser el rasero por el que se mida la progresión en la carrera profesional y, por ende, el acceso a los puestos de mayor responsabilidad. Hoy en día la tecnología, la legaltech, proporciona la base sobre la que configurar estas mediciones, asegurando una total transparencia en los criterios aplicados e introduciendo elementos adicionales en los que tanto mujeres como hombres puedan competir en igualdad de condiciones.
