Es una realidad incontestable: las mujeres están revolucionando el sector legal. Los clientes sienten una presión cada vez mayor para reducir los gastos legales y la industria necesita cambiar y adaptarse para cumplir con estas demandas. Las mujeres lo han entendido y están impulsando la innovación en el sector legal al lanzar y gestionar alternativas a la práctica privada tradicional. Varias de las ALSP más exitosas de España han sido fundadas por mujeres. Mujeres que expresaron su frustración con el modelo tradicional de práctica privada y que sintieron que éste ya no era el óptimo ni para abogados ni para clientes. Las mujeres también están al frente de prácticas multidisciplinares que reconocen la relación entre los negocios y el derecho y brindan servicios legales integrados en las organizaciones de servicios profesionales para maximizar la eficiencia y la retroalimentación cruzada de la experiencia. Son las mujeres las que principalmente están escuchando y respondiendo a las necesidades de los clientes y cambiando la forma de la profesión legal.
Además de proporcionar modelos de negocios alternativos para los clientes, las mujeres están creando caminos profesionales diversos dentro de la profesión legal. La trayectoria profesional tradicional en un despacho está indisolublemente ligada a la experiencia posterior a la cualificación, y recompensa la cantidad de horas dedicadas. Este enfoque lineal de la promoción ha tenido un impacto desproporcionadamente negativo en las mujeres. Las mujeres disruptivas están allanando el camino para carreras alternativas dentro de la industria legal al adoptar un enfoque de «jungle-gym» para sus carreras. Las mujeres ahora están dispuestas a moverse tanto lateral como verticalmente para lograr sus objetivos profesionales. Buscan nuevos caminos y oportunidades profesionales a través del desarrollo de modelos comerciales diferentes, la práctica in-house y el aumento del trabajo flexible dentro de la práctica privada. En la lucha por atraer a las millennials más talentosas, los despachos ofrecen mejores oportunidades de formación y networking. Las mujeres ahora están forjando un camino nuevo y poco convencional hacia el éxito en el sector legal.
Todos los que tenemos hijos adolescentes reconocemos esta expresión: es hora de avanzar de pantalla. Eso fue lo que mis hijos (ella y él) de 15 años me dijeron una tarde cuando hablábamos de los retos que afrontamos las mujeres en el mundo profesional. “Mamá, habéis conseguido despertar conciencias, y ya nadie cuestiona la necesidad y la justicia de vuestras reivindicaciones. Ahora es hora de avanzar de pantalla”. Mensaje recibido.
Así que tomemos las riendas de nuestro desarrollo profesional, hagamos nuestra parte. Utilicemos las herramientas que ya hay a nuestro alcance y que se han probado realmente efectivas. Para mí, hay tres fundamentalmente que marcan la diferencia: marca personal, esponsorización y asociacionismo. Definir quién eres, qué quieres y cómo contarlo es el primer gran paso. Tener a alguien que te abra puertas, que hable de ti a aquellos que deben tomar decisiones, es mucho más que un mentoring. Y por último, crearte una red de seguridad de hombres y mujeres que comparten tus valores, tus inquietudes, tus compromisos, hará que nunca te venza el desánimo, porque el camino es largo y siempre habrá piedras que sortear. Yo encontré mi red en EJE&CON (Asociación Española de Ejecutiv@s y Consejer@s), y nunca me ha fallado.
Seguramente el modo más visible en que las mujeres pueden dar forma al futuro de la industria legal es ascendiendo a puestos de alto nivel dentro de la profesión. Nuestro sector tiene tradicionalmente un historial pobre en la promoción de mujeres a posiciones influyentes, y es cierto que en los últimos años se han logrado avances. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer para lograr la paridad de género en la cima de la profesión legal.
A medida que crece la cantidad de mujeres en puestos de liderazgo, tal vez veamos un crecimiento en modelos de liderazgo alternativos y tal vez tengamos líderes que aboguen abiertamente por los derechos de las mujeres dentro de la profesión legal y más allá. Quienes están en la cima de nuestra profesión le deben a quienes las precedieron y a quienes las sucederán ser disruptivas y reivindicar el cambio. La responsabilidad de desarrollar y defender a otras mujeres en el sector legal pertenece a todas las mujeres de la profesión, desde las que empiezan ahora hasta las más senior. Nos lo debemos unas a otras.
