La primera pregunta es obligada: ¿Por qué sigue ejerciendo a una edad que supera en 17 años la futura ampliación de la jubilación a los 67?
Porque me gusta mi profesión, y a pesar de mi edad, estoy al tanto de todos los avances tecnológicos, y me mantiene activa y con la mente despierta.
A pesar de que lleva más de media vida ejerciendo la Procura, comenzó mucho más tarde de lo que es habitual en la actualidad. ¿Cuál era el contexto hace 46 años para una mujer que quería ejercer la profesión y qué le llevó a dar el paso?
Cuando terminé la carrera, estuve diez años dando clases de derecho en una escuela de turismo, y como no era mucho mi sueldo, al nacer mi primera hija, lo dejé, para dedicarme a ella, aunque mantenía mi actividad, encargándome de las gestiones oficiales y bancarias familiares. Y cuando mi segundo hijo ya iba al parvulario, decidí que era el momento, para jurar el cargo de Procurador. Muchos de mis compañeros de carrera eran abogados en ejercicio y confiaron en mí para sus despachos.
El reconocimiento ‘Mujeres por Derecho’ que recibió recientemente pone en valor su dilatada trayectoria profesional, que a buen seguro ha ido acompañada de numerosas renuncias…
Ha sido para mí una gran satisfacción, y desde luego el trabajo fuera de casa, para una madre de familia, es duro, y hay que compaginar todas las tareas, aunque tuve la suerte de que mi marido siempre estuvo a mi lado y valoraba mucho mi esfuerzo. Ya hace 10 años que después de una larga enfermedad, falleció. Tambien ya Procurador tuve a mi hijo Darío, Sindrome de Down, y eso sí que fue difícil, con la cantidad de disciplinas que hay que aportar a estos hijos especiales, aunque hay que reconocer que es un motor en mi vida.
Desde el prisma de la igualdad ¿cuáles son las principales metas que se han alcanzado en la profesión y cuáles quedan aún por conquistar?
En mi profesión nunca tuve la sensación de la desigualdad con respecto a mis compañeros, pues cuando empecé, éramos muy pocas las mujeres en el ejercicio de la procura, pero en la actualidad, igual que en otras profesiones, somos mayor número de mujeres que de hombres.
En el terreno económico, tampoco hay desigualdad. En cuanto la jubilación de la mutualidad, sí que la hay, porque al pasar de colectiva a individual, consideran que las mujeres tienen más esperanza de vida, y el capital consolidado, se divide en mas años, quedando reducida la pensión, sin IPC y solo 12 pagas.
¿Considera que el modelo tradicional de firma de abogacía perpetúa más las desigualdades de género en comparación con los despachos de procuradores/as?
Sí que lo considero de esa forma, aunque actualmente los despachos, tanto los de abogados, como los de procuradores, modernos, son ya de equipo y han perdido la individualidad. En los despachos de abogados sí que se percibe la desigualdad de cara a los puestos directivos, para que los ocupen mujeres. Yo todavía soy de despacho tradicional y personal, pues contesto yo al teléfono, y respondo directamente a los abogados y clientes.
En la imagen: Alicia Ramírez acompañada de la presidenta de la Fundación Aranzadi LA LEY, Cristina Sancho.
