Esta mañana se ha inaugurado el curso sobre Violencia de Género que se dicta hasta el 2 de abril en el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), al que han asistido abogados de todo el país.
El presidente del CGAE, Carlos Carnicer, recordó que «a la Abogacía y a los abogados nos sobra compromiso para hacer frente a la violencia de género» y que ese compromiso no es de hoy sino de hace muchos años, ya que los primeros acercamientos desde la Abogacía al fenómeno de la violencia machista se remontan a la década de los 90, cuando todavía no era una demanda social clara.
El curso sobre Violencia de Género es el primero organizado conjuntamente por el CGAE, el Ministerio de Justicia y el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales. Durante esta mañana Carnicer expresó que en estos asuntos, "lo primero que sucede es que haya una sensibilidad de la gente que genera un criterio, y éste se termina imponiendo para modificar las leyes". Por ello, deseó que la legislación "represente cada vez más la sensibilidad española", algo por lo que aseguró que los abogados "vamos a seguir empujando" tanto a Justicia como a Trabajo.
La formación del abogado como factor clave
Durante su intervención el secretario de Estado de Justicia, Julio Pérez Hernández, hizo mención a que la Ley Integral contra la Violencia de Género y los juzgados especiales para tratar este tipo de casos han conseguido varios avances considerados fundamentales por el Ministerio, como la desaparición de la conexión entre espacio íntimo y ausencia de derecho. Es decir, que "no existe espacio, por muy íntimo que sea sustraído al imperio de la ley, y a la exigencia de derechos fundamentales".
A su vez, Pérez Hernández recordó la importancia de la especialización y profesionalización de los agentes, tanto públicos como privados, que luchan contra la violencia de género. Este punto lo consideró especialmente importante porque "la mejora de la calidad de quienes prestan servicio de asistencia jurídica influye en el resultado final". "No tener presente esta consideración es hacer descansar exclusivamente sobre la víctima la suerte jurídica y procesal de su denuncia", aseguró.
El secretario de Estado de Justicia finalizó su intervención señalando que "no hay mejor arma para una víctima que un buen abogado". "Procuren serlo", pidió a los asistentes.
La violencia no empieza con golpes
Por su parte, la secretaria general de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo, destacó que "la formación de formadores es una excelente ocasión para analizar como se genera el fenómeno de la violencia de género", que desde su punto de vista es "el saldo final de la desigualdad".
Murillo destacó la importancia de enfocar tanto la desigualdad como el papel de las mujeres en las relaciones sentimentales, para establecer las "características" especiales de este tipo de violencia. Según explicó, la violencia no comienza con golpes, sino que se inicia con un exacerbado control de la conducta del otro, algo que "se minimiza", lo que provoca que se retrase la denuncia.
Un dato revelador, ofrecido por la secretaria general de Políticas de Igualdad sobre la naturaleza de este tipo de violencia, indica que el 45 % de las víctimas es asesinado tras anunciar que da por finalizada la relación con su agresor. Por esta razón, señaló la gravedad de este fenómeno, que es "la manifestación de una relación de poder que no se puede consentir en un país como este".
Igualdad y violencia
Tras la inauguración, se dio paso a un módulo dedicado a la igualdad, a cargo de Amalia Fernández, miembro de la Asociación de Mujeres Juristas Themis. Fernández señaló que si bien el sexo viene predeterminado por el nacimiento, "el género es cultural y se aprende", por lo que "como resultado de la diferenciación social entre hombres y mujeres, se han generado desigualdades".
Tras la ponencia de Amalia Fernández, la jornada del lunes continuó con un módulo de Violencia contra la Mujer y otro sobre Violencia de Género en la Ley Integral.
