Los directivos de la aeronáutica son acusados de violación de las reglas sobre uso de información privilegiada.
Clifford Chance, una de las estrellas del Magic Circle -como se denomina comúnmente a las 5 firmas más importantes de la abogacía británica-, ha sido elegida para asesorar y representar a la europea EADS en el proceso legal iniciado por la AMF contra dicha compañía y contra algunos de sus directivos. El titán corporativo de la industria aeronáutica ha sido acusado por la agencia francesa que regula el mercado de valores, la Autorité des Marchés Financiers (AMF), por violación de las reglas sobre uso de información privilegiada (inside trading).
La AMF señaló la semana pasada que, luego de una minuciosa investigación de casi 18 meses, había detectado transacciones societarias sospechosas: ventas y compras de acciones que coincidían con eventos muy precisos, los cuales sólo hubieran podido anticipar los directivos de la compañía o personas muy cercanas a ellos. La mayoría de estos movimientos se registraron entre noviembre de 2005 y abril de 2006 y pocos meses después se anunció el retraso en la entrega del esperado avión Airbus A380. En consecuencia, la cotización de las acciones de la compañía se desplomó en un 25 por ciento.
Clifford Chance mantiene una relación estrecha con EADS. En 2006, el despacho británico asesoró y representó a este gigante corporativo en la compra del paquete accionarial de BAE Systems en Airbus, por un valor de 2.75 mil millones de euros. Esta transacción hizo de EADS la dueña única del fabricante de aviones.
El anuncio de la agencia francesa viene en muy mala época para la trasnacional europea. Durante estas semanas, el fabricante aeroespacial se encuentra en una encarnizada lucha con Boeing, su némesis trasatlántica, por un jugoso contrato para la construcción de 179 aviones cisterna para la Fuerza Aérea americana. Se trata de un negocio de nada menos que 26.300 millones de euros. EADS, en consorcio con la americana Northrop Grumman Corp., ganó la adjudicación del proyecto. Desde entonces, Boeing ha movido todo su arsenal de influencia política para revertir la decisión del Pentágono. (Ver: Boeing activa un dispositivo político para atacar a EADS y EADS vs. Boeing: la batalla cobra sus primeras víctimas). Es posible que la compañía estadounidense utilice este incidente para desprestigiar a su rival, despertando la desconfianza de Washington.
