El Presidente del Consejo General de la Abogacía Española y Presidente de la Unión de Profesionales, Carlos Carnicer, ha participado en los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía, en La Rábida. Allí, comentó las últimas reformas que afectan a la Abogacía. Acerca de ello, razonó que el mayor reto para este sector es defender el futuro del Estado de Derecho, y que ello va a través de definir las especialidades e insistir en la formación de los profesionales, de cara a aumentar la calidad democrática de las instituciones.
Los Cursos de Verano siguen siendo un interesante foro de encuentro con los que, en invierno, son responsables o protagonistas de muchas de las cosas que incumben al Abogado, a la Justicia y a la sociedad en general.
Carlos Carnicer, ha participado estos días en una mesa redonda en el Encuentro "Abogacía, condiciones de acceso, formación perspectiva y futuro" celebrado durante los Cursos de Verano de La Rábida, organizados por la Universidad Internacional de Andalucía; junto a los Decanos de los Colegios de Abogados de Huelva, Burgos y Valencia, Juan José Domínguez Jiménez, Pablo Hernando Lara y Francisco Real Cuenca.
Allí, el Presidente del Consejo General de la Abogacía reflexionó acerca de los retos que tiene la profesión, con especial incidencia en el eterno talón de Aquiles, la formación.
Para Carnicer, la formación de los profesionales es clave. Fue más allá, matizando que "debe regularse y materializarse la especialización", ya que "se habla de Abogados penalistas y de familia", por ejemplo, pero esta tipología todavía no está legitimada como tal.
Así, Carnicer reconoció que entre el diez y el doce por ciento de los Abogados de España están mal formados, a causa de que "han tenido que trabajar demasiado en tareas del día a día", pero ya la mitad de la Abogacía del país "se puede comparar a la del resto de la Unión Europea", apuntó el Presidente. Bajo el punto de vista de Carnicer, el mayor problema que hay en la UE a este respecto gira sobre que, en cada país, la formación de un abogado es diferente.
El modelo alemán, por su parte, es uno de los más competitivos, pues Jueces, Abogados y Fiscales reciben la misma preparación, algo que nada tiene que ver con lo que se ocurre en España, lamentó Carnicer.
