Se prevé, además, la creación de una tasa "verde" sobre el CO2.
Llevamos unas semanas en que en todas partes se habla de la subida de impuestos, sin concretar con exactitud por dónde se va a encajar la medida. Si se aumenta el IVA, baja el consumo, y, sobre todo las PYME sufrirán más aún; por no hablar del previsible “revival” de la economía sumergida. Si tocan el IRPF, las clases medias, que son las que más contribuyen a las arcas públicas a través de ese tributo sentirán que les sacan el dinero directamente del bolsillo. Impuesto de matriculación, ahora que parece que hay brotes verdes en el sector, malo. Con los realmente grandes patrimonios es difícil atreverse…y, si se atreven, con todos estos ecos periodísticos, ya habrán movido el dinero de sitio. ¿Quedará todo en agua de borrajas?. ¿Y si suben algunos tipos y no compensa, como ha previsto Solchaga?
Vamos a hablar de grandes cifras. Las cuentas dicen que hacen falta 30.000 millones de euros para que el déficit público deje de aumentar. Bien sabe usted que casa con dos puertas, es difícil de guardar, así que se prevé una disminución del gasto público del alrededor de un ocho por ciento, cosa que, según los economistas del Estado, reportará a las cuentas 15.000 millones. ¿Y la otra mitad? Recaudando.
Pero recaudando, ¿de dónde? porque, allá donde se meta el trinchador; damos con el hueso.
Sentenciados a muerte los pobres 400 euros, estos últimos días, los responsables políticos han dicho que, como se trata de garantizar el gasto social, no se tocarán las rentas del trabajo, ya sean bajas, medias o altas, pero sí las procedentes del capital.
Parecía improbable cuando empezó el debate "atacar" a los realmente grandes patrimonios, a través de las SICAV, que, por otro lado, tributan a tipos irrisorios – 1 por ciento, y al 18 por ciento sobre los dividendos o ganancias de capital cuando el inversor retira el dinero-. De todos modos, y a raíz de las ya varias semanas que se lleva hablando de esto, a dichas Sociedades de Inversión Mobiliaria de Capital Variable, donde tienen los ahorros los enormes capitales, se les está dejando de considerar al margen del debate. A pocos les es ajeno el que tributan a casi nada, y hay mucha gente que las está señalando con el dedo.
Mientras tanto, los rendimientos de capital digamos "normales" tributan al 18 por ciento, y, las demás rentas, sobre todo las de trabajo, tienen una escala progresiva que va del 24 por ciento al 43 por ciento.
Parece seguro, a estas alturas del debate social, que el IVA va a subir, quizá sobre todo en los artículos considerados de lujo. Los defensores de subir este impuesto argumentan que tiene una enorme capacidad recaudatoria, ya que cada punto de subida del tipo general del IVA permite recaudar alrededor de 3.000 millones de euros más.
Una subida de dos puntos permitiría al Estado ingresar unos 6.000 millones de euros adicionales, lo mismo o más que con el fin de la deducción de 400 euros y permitiría al Ejecutivo acercarse a ese objetivo de recaudar 15.000 millones (recuerde, la mitad de los 30.000 que hacen falta, cuyos otros 15.000 van a través del recorte del gasto).
Además, los efectos de esa subida del IVA serían inmediatos en la recaudación, a diferencia de otros impuestos que, como el IRPF, no tendrían rendimiento hasta el año siguiente.
Aparte de ello, es posible que se cree una tasa "verde", que gravaría los combustibles, penalizando las emisiones de CO2. Ello se incluiría en la Ley de Economía Sostenible que está al caer.
