Gracias a esta ley, el 85% de las motocicletas que antes pagaban ya no lo harán y se dejará de recaudar 74 millones de euros Una falta de previsión por parte de los redactores de la Ley de Calidad del Aire, exime a las motocicletas con cilindradas mayores a los 250 centímetros cúbicos (cc) del pago del impuesto de matriculación.
La LEY 34/2007, de 15 de noviembre, que versa sobre la calidad del aire y la protección de la atmósfera, fue pensada para eximir del pago de impuestos de matriculación a los vehículos que expulsaran menos de 120 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. Una tabla con cuatro tramos marca el porcentaje a pagar en relación con las emisiones contaminantes de cada vehículo. De esta forma, se pretendía premiar a aquellos conductores que escogieran medios de locomoción más ecológicos y, además, incentivar la renovación del parque automotriz nacional.
Pero a los redactores se les escapó que la palabra "vehículo" -que fue la empleada en el texto- no sólo hacía referencia a los coches, sino que también abarcaba los ciclomotores y las motocicletas. Este ardid jurídico, que permaneció agazapado, fue descubierto en enero por Javier Guerrero, el dueño de una empresa de homologación, quien hizo una consulta a Hacienda sobre si las motos podían beneficiarse de los descuentos. Ante la respuesta positiva, se disparó la polémica.
Las motos de cilindrada menor a los 250 cc siempre han estado exentas del impuesto, de manera que las principales beneficiadas serán las motocicletas que superen ese volumen. Gracias al patinazo legislativo, se calcula que el 85% de las motocicletas, que antes eran grabadas con un 12% del impuesto, dejarán de serlo. Ello quiere decir que las Comunidades Autónomas dejarán de percibir 74 millones de euros anuales, en concepto de impuesto de matriculación.
Otro punto de interés será determinar si la disminución de los precios (que en promedio oscilará entre los 600 y 800 euros) disparará la venta de motocicletas, favoreciendo a un sector que, empujado por la accidentalidad, la crisis económica y el aumento de la edad mínima para conducir ciclomotor, parecía resignarse a esperar tiempos mejores.
