El Ministro pide a los implicados con la Justicia que se unan “a un proyecto ilusionante, que es de todos”

La entrega de Despachos a los nuevos Secretarios Judiciales, que se celebró ayer en la Universidad Complutense de Madrid se convirtió, de mano del Ministro, en toda una declaración de intenciones del departamento que dirige. Sigue así, de algún modo, la postura que tomó desde su primera comparecencia pública con repercusión; que se produjo en el Congreso de los Diputados a finales del mes de marzo. En ella, recogía el pensamiento de Carlos Dívar acerca del déficit de credibilidad que estaba sufriendo la justicia, y abogaba por un gran pacto social; en el que debía estar incardinado todo el país.

Este gran proyecto de cohesión, al que incluso se le ha pensado un presupuesto, -600 millones de euros- choca, sobre todo, con la falta de acuerdo entre Secretarios y Jueces; estamentos que están viviendo un enfrentamiento sordo en el día a día de las sedes judiciales.

Continuando con la relevancia que están tomando los Secretarios Judiciales, ayer, en la entrega de Despachos, afirmó que desde el Ministerio se fomentará próximamente la participación democrática de los Secretarios en el Ministerio, a través de la elección de los vocales del Consejo del Secretariado. Así, los miembros del Cuerpo podrán elegir a los compañeros que consideren más idóneos para esta labor, manteniendo -en palabras del Ministro- "una colaboración constante y leal".

Caamaño subrayó la inminencia de la implantación de la Nueva Oficina Judicial, para que los jueces tengan que ocuparse únicamente de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.

De todos modos, quedaría por resolver el gran escollo, causa común en la judicatura; que es conservar la agenda de señalamientos. Aparentemente, el Ministerio se la quiere entregar a los Secretarios Judiciales, cuestión por la que los jueces se niegan rotundamente a pasar.