"O pasas por caja y pagas o te cerramos el local", habitual en los pinchazos telefónicos de Jiménez Buendía y su gente. Agentes de la policía municipal actuaban por libre, aprovechando las mañas que les había enseñado Ginés. Los agentes extorsionaban a hosteleros y dueños de prostíbulos. Amenazaban con el cierre, brindaban protección a propietarios de locales, chantajeaban a las prostitutas a las que a veces forzaban a servicios sexuales gratis y en ciertos casos controlaban el menudeo de drogas en esos ambientes.
Los vecinos de la localidad periférica madrileña llamaban a Jiménez Buendía “Toni Soprano”. La investigación que ayer desencadenó la detención de los policías comenzó hace varios meses, cuando la Policía Nacional investigaba una red de tráfico de mujeres rumanas. Los pinchazos telefónicos desvelaron los vínculos de los tratantes de blancas con la policía municipal. El Ayuntamiento de Coslada admite que había rumores y niega cualquier implicación política, mientras que la Comunidad de Madrid, anuncia que se personará en la causa y pide explicaciones al Alcalde.
A las ocho de la mañana de hoy han comenzado los registros domiciliarios. Efectivos de las Unidades de Intervención buscan documentos en la vivienda de Ginés Jiménez Buendía, en la comisaría local y en otras dependencias municipales.
Pese a que había ruido municipal contra un grupo de agentes de confianza de Ginés, no existían investigaciones judiciales o policiales contra ellos. Las pesquisas comenzaron hace unos meses, tras denuncias de varias prostitutas rumanas que acusaron a los agentes municipales de presionarlas. Según todas las sospechas, los 31 detenidos podrían estar también implicados en delitos de robo, tráfico de drogas, denuncias falsas, amenazas y prevaricación.
Todos los detenidos permanecían anoche en las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, en el distrito de Tetuán. Allí se les tomará declaración para posteriormente pasarlos a disposición judicial.
La supuesta actividad irregular de Ginés era bien conocida en Coslada. Incluso un partido político local, la Agrupación Republicana se había presentado a las últimas elecciones con un programa electoral cuya estrella era arrebatar la jefatura de la policía municipal a Ginés Jiménez Buendía. El portavoz de esta agrupación ha señalado que desde el momento en que publicaron su programa sufrieron de cerca la persecución de Ginés. Así, retuvieron a uno de los miembros de la formación quien, según cuentan, fue recluido en el cuartelillo de la policía municipal por entregar unas octavillas en ese mismo centro del sindicato de funcionarios CSI-CSIF. Además, los policías amenazaron con multas y advertencias de retirar la licencia de terraza al bar donde se reunían los simpatizantes del partido.
