El Parlamento Europeo dio ayer el visto bueno definitivo a una nueva norma que incentivará en la UE la mediación como mecanismo extrajudicial de resolución de conflictos en el ámbito civil y comercial.
Una vez obtenido el respaldo de la Eurocámara al acuerdo del Consejo de Ministros, los Estados miembros -excepto Dinamarca, que no participa en las políticas judiciales comunitarias- tienen 36 meses para trasladar a su legislación nacional la directiva.
En un comunicado, el responsable en funciones de Justicia e Interior de la Comisión Europea, Jacques Barrot, señaló que la mediación puede aportar soluciones más rápidas y baratas a numerosas disputas de tipo civil y comercial.
Recordó que los acuerdos alcanzados en procesos de mediación tienden a ser cumplidos de manera voluntaria y contribuyen a preservar una relación amigable entre las partes en conflicto.
Según recordó el Ejecutivo comunitario, la directiva obliga a los Estados miembros a impulsar la formación de mediadores y el desarrollo de códigos voluntarios de conducta para la puesta en marcha de este tipo de mecanismos.
También se da a los jueces la capacidad de sugerir a las partes, en cualquier momento de un proceso, que acudan a una reunión de mediación e incluso que resuelvan el conflicto por esa vía, aunque la decisión final corresponde siempre a los interesados.
Los acuerdos logrados en un marco de mediación podrán, además, tener la misma categoría que una sentencia judicial, si las partes así lo deciden.
La directiva garantiza la confidencialidad en las actividades de mediación y que la información aportada en el proceso no pueda ser utilizada ante los tribunales en caso de que la mediación falle.
Deja claro que el recurso a la mediación no excluye acciones posteriores ante la justicia ordinaria.
