La integración de los dos despachos ha sido muy beneficiosa no sólo por el aumento de tamaño sino también por la capacidad de servicio que con ella han alcanzado, al poseer áreas de práctica complementarias de las que las respectivas firmas carecían hasta antes de la fusión: mientras que Leysters contaba con un fuerte área de corporate, M&A y fiscalidad internacional y nacional, Leymar disponía de áreas consolidadas como concursal, administrativo-urbanismo y laboral. Además, ambas firmas con su integración consiguen que el resto de especialidades que ya disponía cada una (procesal e inmobiliario) ganen peso por número de profesionales y facturación.
Ambos despachos tenían y tienen como objetivo, posicionarse como referentes en el segmento medio de los servicios jurídicos en los negocios en España, tanto por la calidad del servicio como por el trato personal a sus clientes.
En este sentido y muy especialmente en un entorno de crisis como el actual, ambas firmas han visto una oportunidad de mercado para la que debían contar con una cierta "masa crítica" de profesionales, pudiendo de esta manera optar a un segmento objetivo que, como consecuencia de la crisis, busca alternativas a las grandes firmas; clientes de operaciones medias que buscan despachos flexibles y capaces de adaptarse a sus necesidades que además les puedan ofrecer una buena relación calidad / precio.
La firma cuenta con una clara vocación y experiencia internacionales ya que muchos de sus profesionales han ejercido sus carreras en prestigiosas firmas internacionales o nacionales con presencia internacional. Esta experiencia unida a sus contactos a nivel mundial y a su pertenencia a una red internacional, les permite poder asesorar y coordinar las inversiones de clientes del segmento medio (españoles en el extranjero y extranjeros en España). De hecho, un gran porcentaje de los clientes del nuevo despacho son extranjeros.
La firma resultante tiene claro que el éxito de su organización está basado en el compromiso con las personas que la integran, como con sus clientes.
Una vez consolidado el proyecto en Barcelona, el siguiente paso será Madrid. Pero por el momento, los socios de la firma quieren consolidar la fusión y trabajar duro para posicionar a la firma como un referente en el sector legal en España.
Marc Xirau comenta: "Los clientes han valorado muy positivamente que con la fusión seamos capaces de ofrecerles más áreas de práctica, poniendo a su disposición un mayor número de profesionales de primer nivel. También valoran que además de excelencia técnica, seamos altamente competitivos y flexibles con nuestros honorarios. De hecho estamos viendo en la actualidad que en muchos asuntos competimos con las grandes firmas y acabamos ganando el asunto en cuestión."
Juan Amigó Müller comenta: "Un factor clave para la integración de los dos despachos ha sido que tengamos la misma filosofía y cultura del trabajo en equipo y de las jerarquías planas, adquiridas y asumidas a través de nuestra experiencia profesional en las grandes firmas, especialmente en las anglosajonas."
