La carta dirigida a Hu Jintao, presidente de China, donde se pedía el cese de la represión en El Tibet y la libertad de expresión, opinión y religión en el país que ha sido firmada por 127 deportistas, 40 de los cuales están presentes en las olimpiadas, no cuenta entre los signatarios con deportistas españoles. El presidente del COI, Jacque Rogge, ha restado importancia al documento firmado, entre otros, por serios candidatos a conseguir medalla en Pekín.
La delegación española en las olimpiadas de Pekín, asesorada legalmente tal y como se ha informado en Legal Today por Gómez-Acebo y Pombo está sorteando el posible problema legal más visible que se cernía sobre ella, que es hacer manifestaciones contrarias al régimen político chino; cuestión que se remarcó por las autoridades locales días antes de la inauguración y se aceptó públicamente por la Vicepresidenta del Gobierno María Teresa Fernández de la Vega al ser preguntada por ello.
Las autoridades chinas se basan en la Carta Olímpica, concretamente en el punto 2.20.1.3: El COI recibe a sus nuevos miembros en el transcurso de una ceremonia durante la cual aceptarán cumplir con sus obligaciones, prestando el siguiente juramento: «Habiendo sido distinguido(a) con el honor de formar parte del COI y de representarlo, plenamente consciente de las responsabilidades que esta distinción implica, me comprometo a servir al Movimiento Olímpico con todas mis facultades, a respetar y hacer respetar todas las disposiciones de la Carta Olímpica y las decisiones del COI, que consideraré inapelables, a atenerme al código de ética, a permanecer insensible a toda influencia política o comercial, así como a cualquier consideración de raza o religión, y a defender en toda circunstancia los intereses del COI y del Movimiento Olímpico».
De todos modos, se trata de algo protocolario que carecería de trascendencia real ya que la Libertad de Expresión consagrada en la Constitución Española prevalece ante este documento olímpico.
