En la apertura de un centro comercial, a la vez que se contrata la luz, la seguridad o el servicio de mantenimiento, se negocia con el Grupo Inditex, más concretamente con Zara. Los expertos en marketing tienen bien aprendido que Zara ejerce de imán y han asimilado que para que todo vaya bien, el logo de la tienda tiene que estar visible en la fachada.
El problema viene cuando los dueños de los centros comerciales les ofrecen condiciones exageradamente ventajosas respecto a los demás negocios, sobre todo más superficie y menos cuota mensual. Es por ello que los afectados presentaron en julio del año pasado una demanda ante la Comisión Nacional de la Competencia contra Inditex y las empresas que regentan los centros comerciales, concretamente ING Real Estate, Metrovacesa, Grupo Lar, Rodamco, Centros Comerciales Carrefour, General de Galerías Comerciales Eroski, Grupo Sonae, Corio Real Estate, Superco y Sacresa Terrenos Promoción.
La Comisión acaba de archivar el caso. Entiende que la libertad de comercio ampara a los empresarios de los centros comerciales. En especial, ha argumentado que no trata diferente a sujetos iguales; sino a diferentes. El beneficio que reporta Inditex, en cuanto se refiere al espacio que arrienda, al público que atrae al centro comercial, y a la solvencia del grupo, lo diferencia de los otros operadores del sector. Además, la resolución añade que Inditex tampoco está a solas como "grande" de los centros comerciales, sino que compite con otros grandes grupos del sector textil para obtener locales, así como con un gran número de empresas textiles de menor tamaño, pero muy dinámicas en el sector.
Los denunciantes tienen ahora un plazo de dos meses para plantear un recurso contencioso-administrativo ante la Audiencia Nacional.
