"Sólo se puede cerrar la puerta a la inmigración ilegal si la abres a la legal" afirma la ponente alemana del informe sobre la "tarjeta azul". La contratación de inmigrantes seguirá estando en la competencia exclusiva de los estados miembros, pero con la tarjeta azul se refuerzan y amplían los derechos. El año pasado a estas alturas hubo la Propuesta de Directiva del Consejo, relativa a las condiciones de entrada y residencia de nacionales de terceros países para fines de empleo altamente cualificado. El permiso europeo de trabajo para inmigrantes cualificados responde a una realidad que se está haciendo patente y que se ha analizado en la comisión de Libertades Civiles del Parlamento Europeo, y es que en el arco de veinte años harán falta veinte millones de inmigrantes cualificados; sobre todo en ingeniería e informática. La popular alemana Ewa Klamt ha redactado un informe al respecto que será sometido a votación el martes de la próxima semana y que puede significar la puesta en marcha de la estructura jurídica de una inmigración con una cara menos amarga y más beneficiosa para todos.
Hace unos días informábamos en Legal Today acerca de que Pacto Europeo sobre Inmigración y Asilo avanzaba hacia la emisión de las tarjetas azules. Ayer se supo que la semana próxima se someterá a votación el informe concreto para su llevada a cabo. El sistema de tarjeta azul buscaría atraer a inmigrantes cualificados a la Unión Europea, fijando normas comunes para los procedimientos de admisión. Propuesta por la Comisión Europea, funcionaría como un permiso de residencia de dos años de duración, tras los cuales se podría renovar y se tendría libertad de circulación por todo el territorio comunitario. También garantizaría el acceso a la seguridad social y la posibilidad de aplicar medidas de reunificación familiar.
"Inmigrante cualificado", para Klamt abarca dos posibilidades: el estar en posesión de un título de educación superior que requiera un mínimo de tres años de estudios o al menos cinco años de experiencia profesional demostrable en un área determinada, sin límite de edad.
Según la eurodiputada alemana del Partido Popular Europeo Ewa Klamt, la mitad de los emigrantes cualificados de los países del Magreb se viajan a Estados Unidos y Canadá, y únicamente el 5,5 por ciento vienen a Europa.
La iniciativa ha sido recibida con determinadas cautelas, ya que algunos estados miembros creen necesario antes de articular una medida de ese calibre se debería completar la libertad de circulación dentro de Unión Europea, de manera que de forma que, por ejemplo, búlgaros y rumanos accedan a plenamente ella antes de pensar en otorgársela a inmigrantes de terceros países.
