La reforma del Senado, las reformas de los Estatutos y del Titulo VIII, la Constitución y la Unión Europea, Ciudadanía e Integración, y las Relaciones Gobierno-Cortes son los temas que abordan las Mesas del Congreso en las que participan insignes constitucionalistas como Oscar Alzaga, Marc Carrillo, Pablo Pérez-Tremps y Alfonso Fernández-Miranda, entre otros, en el VII Congreso de la Asociación de Constitucionalistas de España; que se celebra en el Senado. La Vicepresidenta Primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que presidió la inauguración, ha reiterado la propuesta del Gobierno para llevar a cabo una “reforma limitada y pactada de nuestra Constitución”.
Según dijo la Vicepresidenta, las citadas reformas "son medidas apoyadas, comprendidas y compartidas por los españoles", y por tanto, "necesarias y que refuerzan el arraigo de nuestra Constitución en el sustrato de nuestra sociedad". A su juicio, este debate debe abordarse "con serenidad pero con determinación" propios de "una sociedad democráticamente madura pero que mantiene joven el corazón".
Así, apuntó que "hemos fortalecido nuestro equilibrio institucional y territorial y hoy asistimos al desarrollo de los estatutos autonómicos de segunda generación, que avanzan en autogobierno, en competencias, en corresponsabilidad, cercanía y en derechos para los ciudadanos.
Del mismo modo, consideró que hemos crecido en libertad y derechos a la educación, la sanidad, garantías de derechos humanos, además de la consolidación del sistema de partidos, la democratización del ejército, la aconfesionalidad del Estado, la configuración del Estado autonómico, incorporación de España al ámbito internacional, o la igualdad de género.
Prudente postura del Presidente del Senado frente a una hipotética reforma
Javier Rojo, por su parte, ha subrayado el desarrollo del país en esta etapa constitucional gracias a la "flexibilidad" del texto, que hace innecesarios e injustificados los "saltos al vacío". Pero, al mismo tiempo, calificó también de "absurdo" tratar de "petrificar un texto normativo al margen de la realidad social" y negar que puede haber en la Carta Magna deficiencias provocadas por el paso del tiempo.
No hay que olvidar que es en la Cámara que preside donde ha encallado, y sin visos de solución próxima, el proceso de renovación del Tribunal Constitucional.
Pese a lamentar que no se avance en este sentido, Javier Rojo aclaró que el Estado autonómico cuenta con "canales de solución" de los problemas que surgen entre Comunidades o entre estas y el Estado, "sin que se aprecien riesgos de fractura en el sistema".
¿Es viable una reforma, hoy por hoy?
La primera y hasta ahora única reforma constitucional, ha consistido en añadir, en el artículo 13.2, la expresión "y pasivo" referida al ejercicio del derecho de sufragio de los extranjeros en elecciones municipales; reforma que tuvo gran eco en los medios. Mucho se ha hablado de hipotéticas reformas, sobre todo tras la entrada en el Gobierno del Rodríguez Zapatero, pero la configuración actual de las cámaras desaconsejan poderosamente siquiera el planteamiento.
De hecho, en la celebración del último aniversario del texto el presidente del Gobierno descartó cualquier movimiento en este sentido.
Y no sólo es el ambiente político tenso, sino que los artículos que se ocupan de ello en la Constitución -166, 167, 169 y 169- exigen unas mayorías reforzadas, consensos e incluso disolución inmediata de las Cortes que, dado el estado de cosas, sería muy arriesgado llevar adelante.
