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13/10/2025. 09:46:45
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Legal Management Forum 2025, organizado por Aranzadi LA LEY e Inkietos

IA en la abogacía de los negocios: cómo dejar de improvisar y empezar a operar con sistema

Desde hace meses, el sector jurídico vive una especie de fascinación inquieta con la inteligencia artificial. Se suceden los webinars, los whitepapers, las pruebas piloto. Pero entre tanto entusiasmo, pocas firmas están haciendo lo más importante: diseñar un sistema operativo realista, útil y adaptado a su cultura de negocio.

Lo digo con claridad: la IA no es una moda ni una amenaza. Es una tecnología que, bien integrada, puede convertirse en la espina dorsal de un sistema de desarrollo de negocio mucho más ágil, eficiente y personalizado.

Pero para eso, hay que dejar de tratarla como un juguete o una caja negra, y empezar a pensar en serio.

De herramienta a sistema: un cambio de enfoque urgente

Una cosa es probar herramientas. Otra, muy distinta, es tener un sistema.

La mayoría de los despachos que exploran la IA lo hacen desde la ansiedad del «hay que estar». Lo llaman innovación, pero en realidad es FOMO: miedo a quedarse atrás. El resultado es previsible: múltiples pruebas inconexas, entusiasmo inicial, frustración posterior y abandono silencioso.

¿Por qué ocurre esto? Porque se empieza por la tecnología y no por el negocio. Se actúa como si el reto fuera técnico, cuando en realidad es estratégico.

La IA como parte del sistema operativo del despacho

En mi trabajo con firmas de abogacía de los negocios, propongo un modelo basado en cuatro capas. Un marco sencillo, pero robusto, que permite integrar IA de forma coherente con los objetivos y la cultura de la organización.

  1. Criterio directivo ¿Qué queremos conseguir? ¿Qué oportunidades queremos activar? ¿Cómo se traduce nuestra propuesta de valor en iniciativas concretas?
  2. Fuentes de información internas y externas ¿Qué sabemos ya de nuestros clientes, sectores y relaciones? ¿Qué datos generamos y cuáles ignoramos?
  3. Procesamiento inteligente ¿Qué tareas se pueden sistematizar, acelerar o escalar? ¿Cómo puede ayudarnos la IA a generar ideas, detectar patrones o estructurar mensajes?
  4. Toma de decisiones humana ¿Quién decide, en base a qué y con qué criterio? Esta capa, la más olvidada, es también la más irrenunciable.

La IA no resuelve tu falta de estrategia

Una IA sin criterio solo amplifica el desorden.

Por eso, antes de hablar de prompts o flujos de trabajo, conviene mirar hacia dentro. ¿Qué distingue a este despacho? ¿Cuál es su voz? ¿Qué quiere proyectar y a quién? ¿Qué decisiones de negocio quiere facilitar?

Responder a estas preguntas es lo que permite que la inteligencia artificial actúe como aliada y no como distracción.

La IA bien usada no es una solución milagrosa. Es una capa de eficiencia que permite dedicar más tiempo a lo que no se puede delegar: pensar, decidir y conectar con otros humanos.

Del contenido a la estructura

Muchos despachos están centrando sus esfuerzos de IA en “crear contenidos”. Pero el contenido es solo la punta del iceberg. Lo importante no es cuánto publicas, sino si eso responde a una estrategia clara.

El verdadero potencial está en el sistema subyacente: cómo se genera conocimiento útil, cómo se convierten señales de mercado en oportunidades, cómo se prepara un pitch o una reunión de alto valor sin improvisación.

Ahí es donde la IA marca la diferencia: no como redactor, sino como asistente estructural.

Lo que sí puede hacer (y lo que no)

La inteligencia artificial puede ayudarte a:

  • Investigar sectores o perfiles con más rapidez.
  • Redactar versiones preliminares de propuestas comerciales.
  • Sintetizar información dispersa y convertirla en acción concreta.
  • Sugerir caminos cuando falta inspiración o foco.

Pero no puede:

  • Entender los matices de una relación comercial compleja.
  • Decidir qué cliente merece tu atención esta semana.
  • Defender tu valor diferencial en una conversación crítica.
  • Sustituir el juicio que te da la experiencia.

Por eso es clave entender que la IA no sustituye el oficio. Lo amplifica.

El modelo centauro: criterio humano, asistencia robótica

No es ciencia ficción. Es ya una realidad en firmas que han dejado de improvisar y han empezado a construir sistemas. El profesional que lidera esta transición no es el más técnico. Es el que tiene más claridad estratégica.

La imagen es potente: mitad humano, mitad máquina. Pero no se trata de deshumanizar el trabajo. Todo lo contrario: se trata de liberar el talento para que se dedique a lo que realmente aporta valor.

No se trata de aprender a usar IA. Se trata de pensar con estructura

La gran pregunta que deberían hacerse los despachos no es “¿cómo empiezo a usar IA?”, sino:

¿Qué parte de nuestro desarrollo de negocio necesita un sistema más claro, más ágil y más replicable?

La IA es solo una parte de la respuesta. El resto depende, como siempre, del liderazgo, la cultura y el oficio.

Una conversación que merece activarse probando

El próximo 20 de octubre, en el marco del Legal Management Forum 25, tendré el privilegio de compartir este enfoque en un taller práctico junto con Patricia Julián, directora de Desarrollo de Negocio en Pérez-Llorca. No hablaremos de herramientas, sino de sistemas. De cómo la inteligencia artificial puede integrarse con criterio en la operativa comercial de un despacho, respetando su posicionamiento, su cultura y sus prioridades. Una conversación necesaria para quienes entienden que innovar no es probar, sino transformar con método.

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