Las oportunidades cuando un estudiante de Derecho finaliza sus estudios e inicia su carrera profesional en un despacho, son las mismas.
La contratación de mujeres una vez finalizado el Máster de Acceso es significativamente superior a la de los hombres. Esto es una realidad. Las cifras confirman que cada año se colegian más mujeres. No obstante, según van avanzando en la carrera profesional, los números van cambiando hasta invertirse al inicio de la pirámide, algo que resulta preocupante y que nos debe hacer reflexionar, por la gran pérdida de talento femenino en los puestos más relevantes de la misma.
A medida que subimos en esa pirámide, nos encontramos que en mandos intermedios el número de mujeres comienza a descender, y en los puestos directivos o de sociatura la presencia de mujeres, es en general en el sector jurídico, muy inferior a la de los hombres.
Uno de los principales motivos, en mi opinión, es la dificultad que encuentran para poder conciliar la vida personal/familiar y laboral, un factor que las mujeres valoraban más, hasta ahora. La profesión del abogado es muy exigente y demandante, lo que dificulta que sea sencillo encontrar un equilibrio.
Históricamente, han sido muchas mujeres las que abandonaban su carrera profesional al no poder compaginarla con el cuidado familiar. Hoy en día, muchas de ellas no están dispuestas a renunciar llegar a lo más alto.
Es obligación de los despachos facilitar la conciliación. Invertimos mucho tiempo en la formación y perder talento por el camino es imperdonable. Existe concienciación al respecto, pero sigue siendo una asignatura pendiente para mayoría de las firmas medianas y grandes.
Mientras la igualdad entre hombres y mujeres en la carrera profesional siga siendo un tema a debatir, debemos seguir trabajando en ello.
Sin duda la flexibilidad y el teletrabajo son medidas que cada vez más, están presentes en los despachos, y que favorecen y facilitan que sea posible que las mujeres puedan encontrar ese equilibrio que demandan, aunque considero que esto ya no es cuestión únicamente de mujeres. Actualmente, son muchos hombres los que nos plantean la necesidad de conciliar sin tener que renunciar a su carrera profesional y nos piden que busquemos opciones para conseguirlo.
La pandemia ha ayudado mucho a avanzar en este sentido y las medidas mencionadas son muy valoradas por ambos. No se pierde el foco del negocio, que es el cliente, pero poder organizar su horario de entrada y de salida, o trabajar parte de su jornada semanal desde casa les ayuda mucho. Establecer recomendaciones internas como evitar reuniones no urgentes a última hora de la tarde, equilibrar cargas de trabajo en el equipo, priorizar y organizar el trabajo, etc… son otras de las medidas que ayudan a la conciliación de la vida personal y laboral. La equiparación de la baja de paternidad a la de maternidad ha sido un gran paso y sin duda, creo que es fundamental la corresponsabilidad familiar para que las mujeres se sientan apoyadas y no se vean “obligadas” a frenar su carrera.
La situación está cambiando poco a poco y los despachos estamos concienciados, pero nos queda recorrido y trabajo por hacer, ahora solo falta realmente ponerlo en marcha. De todo ello tendremos ocasión de debatir el próximo 21 de octubre en el I Encuentro Aranzadi Mujeres por Derecho: el futuro que queremos, en el que participaré en la mesa debate La cara y la cruz de la aplicación de cuotas para que la mujer alcance la sociatura en la profesión jurídica.
